Comerciantes en alerta para frenar a las “mecheras”
Son mujeres que circulan por tiendas y hasta consultorios médicos acompañadas por niños. Se prueban ropa o piden un vaso de agua para sus hijos, y ante la distracción de quien los atiende, le sustraen mercadería o dinero. Días atrás, la policía detuvo a una mujer de 28 años y una menor de 17 años pero después quedaron en libertad.
Una seguidilla de robos perpetrados por “mecheras” fueron denunciados en las últimas semanas y puso en alerta a los comerciantes por la presencia de varias mujeres que circulan acompañadas por niños para robar mercaderías o dinero en efectivo.
La modalidad es muy conocida para quienes están al frente de los negocios. Ingresan a los mismos como si fueran clientas, piden que se les muestre mercadería, en las tiendas suelen probarse ropa y luego aprovechando alguna distracción de los vendedores se acercan a la caja registradora o esconden mercadería en bolsos o ropa.
La policía tiene argumentos variados con respecto al accionar de estas personas. Por un lado, a muchos comerciantes les han aconsejado no denunciar estos robos cuando sólo se llevan dinero en efectivo, porque consideran que pueden terminar perjudicados los propios denunciantes al no tener posibilidades de comprobar el ilícito. También es cierto que como se trata de hechos caratulados como “hurtos” porque no existe violencia, y son excarcelables, aún cuando son detenidas estas ladronas recuperan pronto su libertad.
Lo más lamentable, es que estas mujeres roban junto a sus hijos pequeños, a quienes utilizan en general como excusa para perpetrar los ilícitos. En este punto las autoridades indican que los casos son derivados a la UCEFF y al Juzgado de Menores, organismo que luego debe derivar la tarea a las asistentes sociales para que elaboren informes sociales sobre las “mecheras” y sus hijos. De estos informes deberían surgir medidas desde la justicia, pero los trámites son largos mientras los niños siguen expuestos a los mismos peligros.
Hasta $ 4.500
En la tienda “Nave Uno”, ubicada en Mitre al 800, dos mujeres robaron el viernes unas remeras y un suéter sin que la vendedora pudiera descubrirlas. Las ladronas fueron descriptas como una mujer pelirroja, gordita, que estaba acompañada por otra joven de 17 años, morocha.
Se probaron ropa, pero aprovechando que la comerciante atendía a otra cliente, se fueron sin comprar nada. Cuando la damnificada descubrió el engaño llamó a la policía y así se confirmó que las mismas ladronas habían concurrido a varios comercios con las mismas intenciones.
En este caso, las “mecheras” son conocidas y se sospecha que no serían de San Pedro sino que provienen de “una ciudad grande” según dicen los propios comerciantes.
Otras mujeres acompañadas por tres niños, fueron la semana pasada detenidas por robar con el mismo método. En Saavedra y Bajada de Chávez, una patrulla las halló y las trasladó a la Comisaría. Tienen 28 y 17 años, y serían hermanas según se explicó, que además circulaban con dos bebés de 3 y 6 meses y una nena de 11 años.
Se las acusa de varios robos. Entre ellos el ocurrido en la casa de electrodomésticos de Pellegrini y Obligado, Casa Lorenzo, desde donde se llevaron una suma importante de dinero, unos $ 4.500. Primero, las mismas mujeres habían robado otros $ 20 de la Perfumería Karina ubicada a media cuadra, cuya vendedora las reconoció cuando salían de la casa de electrodomésticos.
Con la descripción de las mismas, la policía las halló más tarde pero sólo quedó detenida la mujer de 28 años. El viernes se informaba que la misma, acusada de tentativa de hurto, era liberada.
Más casos
Hace aproximadamente un mes, la secretaria de un consultorio médico atendió a dos mujeres acompañadas por niños que llegaron preguntando sobre una odontóloga inexistente. Le pidieron vasos de agua para los chicos y mientras una de las mujeres reforzaba el pedido para mantenerla ocupada en la cocina, la otra aprovechó para revisar su cartera y extraer dinero que había en su billetera.
Aparentemente, las mismas ladronas poco tiempo antes utilizaron el mismo ardid para robar a la secretaria que trabaja en el turno tarde en esos mismos consultorios. Pero también serían “profesionales” conocidas en comercios céntricos e incluso en un barrio alejado donde las vecinas “cuidan sus carteras” cuando las ven venir. En algunos casos piden también pasar al baño y eso les permite visualizar la forma en que pueden cometer el robo sin ser descubiertas. Las metologías son variadas, aunque la mayoría concuerda en detalles como los señalados. Los comerciantes se protegen unos a otros tratando al menos de describir con exactitud a las ladronas para que todos puedan cuidarse de ellas, resignados a la escasa solución que les puede brindar la policía porque son detenidas y liberadas, continuamente.