Comer en la escuela: el ajuste y la inflación en el desayuno, el almuerzo y la merienda de los chicos
Qué comían los alumnos en 2021 y qué comen hoy: el ahorro llegó en harina, aceite y azúcar entre otros. Los valores aumentaron en septiembre un cuarenta por ciento y para desayuno y merienda por chico pasó de 101 a 142 pesos. Para el almuerzo destinan 345,20 y en el menú especial para celíacos es de 394 pesos.
Los tiempos de “el hambre y el frío más urgente” o “cuidar la mesa de los argentinos” sucumben ante la realidad que se vive cada día en la cocina de las escuelas que antes eran lugares a los que sólo se iba a estudiar. Década a década, algunas se convirtieron en el único plato de comida que se servía caliente durante la crisis de 2001 y al ritmo del Club del Trueque pero nunca como en este año se hizo tan visible la licuación de los montos que se asignan para la comida de los niños y niñas que asisten a los jardines y escuelas primarias donde desayunan, meriendan y en algunos casos almuerzan.
Desde el primer día de septiembre el gobierno de la Provincia de Buenos Aires dispuso un aumento del 40% sobre los valores de las prestaciones destinadas a los alimentos que consumen los alumnos de todos los establecimientos escolares. En relación a la suma que cada mes recibe el Consejo Escolar, la inflación se ha comido gran parte de lo que debería llegar a la boca de quienes componen el sector con menos recursos de la comunidad educativa.
En las cajas de mercadería que fueron implementadas para los tiempos de la pandemia también se nota la merma. Huevos, leche y aceite se entregan en menor cantidad y algunos productos desaparecieron del suministro o fueron reemplazados por marcas menos conocidas.
El desayuno y la merienda en los establecimientos educativos pasó de 101,40 a 142 pesos. Con ese importe se sirve cada día la leche y algún producto sólido como pan con mermelada, para acompañar.
El almuerzo que cuenta con un menú semanal que contiene carne vacuna una vez a la semana, lentejas otro, pollo y el resto harinas como fideos u otras pastas, paso de 246,60 a 345,20 pesos.
En el caso de los que sirven el menú especial para celíacos el monto es un poco mayor, 205,30 para desayunar y merendar y 394,15 para el mediodía.
La caja mensual que se retira en cada establecimiento pasó ahora de 4187 pesos a 5861.89 por lo que estiman que debería haber nuevos ajustes para tratar de incorporar algunos productos que permitan una alimentación más saludable.
En marzo de 2021 el Consejo Escolar, licitaba los alimentos que componían las provistas de los alumnos. Eran tiempos de una caja de cartón con productos secos y otra bolsa con frutas y verduras.
Este era el contenido y conviene prestar atención a las marcas: una leche en polvo marca Cremigal; una lata de arvejas de 350 gramos marca Valle de Oro o Inca; dos paquetes de harina Bárbara o Cañuelas, dos cajas de puré de tomate por 520 gramos marca Mora o Ballerini; dos botellas de aceite por 900 cc. Familiar o Comodoro; dos kilos de azúcar La Tikay o Valle del Señor; dos paquetes de fideos tallarines y dos guiseros, por 500 gramos cada uno, Don Bernabeu o San Agustín; un paquete de galletitas dulces por 400 gramos marca Dukita; dos paquetes de arroz por 500 gramos cada uno marca Noble o Vincha de Oro; y una caja de té por 25 gramos marca La Hoja o Taragüí.
En octubre de 2021 la provista llegaba en 12.571 módulos alimentarios y contenían latas de arveja, harina de trigo, puré de tomate, dos botellas de aceite, azúcar, fideos, arroz, galletitas dulces, té, lata de lentejas, harina de maíz, dos paquetes de polenta y una docena de huevos. Una cantidad que dista mucho de lo que llega cada 30 días y deben distribuir los directores.
Este mes el contenido fue el siguiente: 2 litros de leche, medio kilo de fideos guiseros, medio de tallarines, 2 latas de arvejas, 1 lata de tomate cubeteado, 1 botella de 900 cc de aceite de girasol, 1 paquete de lentejas secas, 1 lata de choclo en grano, medio kilo de polenta, 1 paquete de arroz, 1 kilo de harina y una docena de huevos.
En mayo de 2023, las autoridades locales reclamaron mayores importes para la compra de los alimentos para comedores escolares. Los padres ya notaban una disminución en el contenido de las cajas. Por entonces entregaban: un paquete de polenta instantánea marca Del Campo; uno de fideos mostacholes y otro de tallarines, ambos San Agustín; cuatro latas de garbanzos y arvejas Inca; una docena de huevos; una botella de aceite de girasol Costa del Sol; un paquete de harina 000 Bárbara; y dos sachet de leche larga vida Cremigal.
Entre marzo de 2021 y septiembre de 2023 además de las marcas conocidas, las familias perdieron: la leche en polvo Cremigal, un kilo de harina, dos puré de tomate que se reemplazaron por una lata de cubeteado, una botella de aceite, un paquete de tallarines, un paquete de fideos guiseros, un paquete de arroz, las galletitas dulces y el té.
Eso sí, hay una lata de arvejas más que en 2021 y las lentejas que antes venían remojadas en lata fueron reemplazadas por las secas “lo que no se va en nutrientes se va en el gas para cocinarlas”. Pero la peor sentencia está firmada: niño que no come lo que necesita corre con las peores desventajas.
El desayuno y la merienda que corresponde al mes en curso indica, 20 gramos de leche, 10 gramos de azúcar, medio saquito de té, 20 gramos de mermelada de fruta y 50 gramos de pan.
Además de hacer rendir cada saquito para dos tazas, esta colación se alterna algunos días con 20 gramos de leche, 10 gramos de cacao, 10 gramos de azúcar, 50 gramos de pan y 30 gramos de dulce de batata.
Hay un día en la semana en el que la infusión es mate cocido, también se comparte el saquito pero se acompañan 50 gramos de pan con 20 gramos de queso crema.
Los dias viernes, le agregan una banana pero se reduce el pan a 10 gramos para sumar 50 gramos de dulce de leche.
El almuerzo programado de lunes a viernes comprende un día de salteado de cerdo con verduras y frutas de estación; el segundo pastel de papas con ensalada de tomate y zanahoria con un postre de dulce de membrillo con queso crema. Los miércoles es el día del arroz con pollo y una banana; el jueves pan de pollo con puré mixto y una fruta de estación y el viernes es el único día de carne vacuna con pasta: estofado con fideos y una banana.
Cuando se analizan las cantidades a utilizar por niño en el día que antecede al fin de semana, estas son los límites que deben administrar las cocineras: 100 gramos de carne vacuna, 20 gramos de cebolla, 20 de morrón, 40 ml de puré de tomate, 10 ml de aceite, 2 gramos de condimentos, uno de sal, 100 gramos de fideos tallarín o similar y 10 gramos de queso sardo.
Un dato que si no fuese un anhelo parece una mal chiste es que el área de educación cuenta ahora con la designación para monitorear la calidad de los alimentos que consumen los chicos. Por ejemplo, han dado de baja el puré de tomates por ser un “ultraprocesado”, lo mismo para las galletitas y el mate porque “la referente de nutrición” indicó que deben ser reemplazados. Hoy jueves 13 de Septiembre fue anunciado el índice de inflación de agosto: 12,4 por ciento. Tal vez las galletitas sean más sanas.
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