Comedores escolares reciben la mitad del dinero prometido
El Gobierno provincial envió el 50 por ciento de lo que se había comprometido, lo que pone en riesgo la alimentación adecuada de casi dos mil alumnos que reciben desayuno, almuerzo y merienda en el sistema educativo local. El Consejo Escolar pide al Ejecutivo municipal la partida del Fondo Educativo prevista, aunque el uso del dinero disponible en la cuenta genera complicaciones.
El Servicio Alimentario Escolar (SAE) solventado por el Gobierno provincial sufrió una reducción del orden del 50 por ciento en cuanto a dinero girado a San Pedro, por lo que en el Consejo Escolar analizan alternativas para cumplir con los desayunos, almuerzos y meriendas previstos, que habían sido planificados con criterios para que los chicos que necesitan esa asistencia en el sistema educativo local pudieran disfrutar de comida rica y nutritiva. En términos gráficos cada plato debería tener medio guiso de fideos o la porción de la merienda dos en vez de cuatro tostadas con mermelada.
Hasta el mes pasado, la Dirección General de Cultura y Educación del Gobierno de Daniel Scioli enviaba en tiempo y forma alrededor de 1.100.000 pesos para el SAE. Sin embargo, en junio la reducción fue del orden del 50 por ciento y apenas si llegaron poco más de 500 mil pesos, de acuerdo a lo informado a La Opinión por las autoridades del cuerpo electivo que coordina aspectos educativos en la ciudad.
Con el dinero que recibían, licitaban los alimentos necesarios y conseguían buenos precios que les permitiera ofrecer una dieta superadora a la que en años anteriores implicaba no cumplir con los aspectos nutritivos recomendables, algo que en parte tuvo solución gracias a la inversión de partidas del Fondo Educativo nacional.
“Es un problema a nivel provincial, vamos a tener que pedirle a la municipalidad”, reconoció el presidente del Consejo Escolar Gustavo Liloff. En la planificación municipal sobre el Fondo Educativo figuraban 3 millones de pesos para el servicio alimentario.
El aumento per cápita que había presupuestado el Gobierno provincial ahora está en duda. De la misma manera, la falta de pago puntual también forma parte de los imprevistos a los que se deberá hacer frente desde los ámbitos locales.
Aun cuando en las escuelas habían comenzado a hacer stock para evitar complicaciones, la reducción golpea de lleno esa previsión.
Media albóndiga
El sistema alimentario escolar pretende “garantizar una cobertura nutricional uniforme” a todos los alumnos. Para ello, el Gobierno provincial destina fondos para ofrecer desayuno o merienda y almuerzo o cena para chicos de primaria y secundaria. Así lo dicen pero no lo cumplen.
El desayuno es una “colación completa que aporta proteínas, vitaminas, hidratos de carbono, micronutrientes y líquidos en cantidad necesaria para encarar la jornada escolar o acortar el ayuno post escolar”. Todo ello hay que lograrlo con $ 3,95. Para almuerzo o cena, “focalizado según situación social”, hay por alumno $ 6,30 diarios. Sí, menos de siete pesos.
La Provincia lleva adelante una política de recortes de cupos desde 2012. “La realidad muestra que San Pedro está prestando el servicio de comedor, a un 60 por ciento más de alumnos, de lo que el Gobernador Daniel Scioli aprobó”, informaron desde el Consejo Escolar (ver gráficos)
Hay 1.125 cupos aprobados y casi 1.800 chicos a los que se les brinda el servicio de comida. “El mismo Ministerio de Desarrollo Social dice que es imposible poder darles de comer con $ 6,30, a un chico”, sostienen los consejeros, quienes destacaron que el aporte municipal permitió en 2014 “que se pueda atender a la matrícula real”, ya que “es discriminatorio, decirle a un alumno que es más o menos pobre que otro, y que por eso puede o no comer en la escuela”.
El desayuno o merienda tiene “carácter universal”, por lo que es “para toda la matrícula”, no se cumple con la normativa, ya que existe una diferencia del orden del 20 por ciento entre los 6.651 cupos aprobados en Provincia y los 7800 pibes que hay en el sistema educativo local.
“Hay escuelas que no tienen ningún servicio del SAE: EP 1, EP 6, Primaria y Secundaria Normal, Secundaria 1 de Santa Lucía, Secundaria 18 (ex anexo de EES 1 Doyle), Secundaria 8, Media 2, Secundaria 13, y Escuela Técnica solo asiste a 30 alumnos”, detallaron desde el Consejo.
Si no hay plata…
El Gobierno mejoró el retraso de seis meses que tenía en los pagos, que hoy está en el orden del mes y medio. Sin embargo cuando, la semana pasada, los consejeros recibieron el pago de abril, notaron que el giro era de un 53 por ciento menos de lo esperado.
Desde el Conejo Escolar aseguran que con esta realidad “peligra el Servicio Alimentario, ya que no se está cumpliendo con lo acordado con los proveedores de Panadería, Verdulería, Carnicería y Alimentos secos”.
Teniendo en cuenta la existencia del Fondo Educativo y la previsión del Gobierno municipal de destinar unos 3 millones de pesos de esa cuenta a los comedores, el cuerpo de consejeros ya elevó el pedido en ese sentido. Según datos del Ministerio de Economía provincial, en el primer cuatrimestre del año giraron casi 8 millones a San Pedro en materia de este fondo. El Ejecutivo local debe reponer una importante suma –que rondaría los 4 millones– que habría utilizado para gastos corrientes.
Desde el Consejo Escolar se quejaron por la “falta de respuestas del Gobernador Scioli” y recordaron que el Fondo Educativo es utilizado para “hacer frente a planes deficitarios de la Provincia ‘activa’, como también ocurre con el Transporte Escolar y el Mantenimiento Edilicio de las Instituciones Educativas”.
Un menú puesto en duda
El menú previsto para mayo, junio y julio, ahora en duda, costaba $ 11,80 por chico por almuerzo (un 87 % más de lo que preveía Provincia)) y $ 4,84 por desayuno/merienda (casi un 23 % más).
Para los lunes había guiso (fideos, cebolla, zanahoria, carne en trozos, papa, calabaza) y flan de postre; los martes pastel de papa y gelatina; los miércoles pollo con arroz y fruta; los jueves fideos con carne picada y flan; los viernes, milanesa con puré de papas o batatas y fruta.
Para desayuno y merienda, el plan era: chocolatada con pan y dulce de leche los lunes y viernes; con bizcocho los martes; mate cocido con pan y mermelada los miércoles; té con leche y bizcochos los jueves.
Además de ello, estaba previsto un refuerzo de una magdalena dos días a la semana, un alfajor otros dos días, y un turrón con cereales a media semana.