Clausurado y sin playa pública, Pesca y Casting cumplió 46 años
El sábado fue el aniversario de la entidad ubicada en la costa, que desde diciembre del año pasado está clausurada por falta de habilitación municipal. A seis meses del anuncio de una playa pública, todavía no pasó nada en ese predio, que es propiedad del Consorcio de Gestión del Puerto y que está en litigio porque la comisión directiva se niega a devolverlo desde 2012, cuando venció la concesión.
El 5 de mayo pasado el club Pesca y Casting cumplió 46 años. El aniversario de la entidad ribereña se vivió con faja de clausura, vigente desde diciembre pasado, y sin novedades respecto de la posibilidad de reapertura por parte de la comisión directiva o como playa pública que la Municipalidad proyectó para ese predio.
A seis meses de que un cuerpo de inspectores municipales clausurara el camping por carecer de habilitación comercial y a seis años desde que venció la concesión, no hay novedades respecto de la devolución de ese espacio público, que pertenece al Consorcio de Gestión del Puerto, es decir al Estado provincial.
La comisión directiva tiene desde 2012 la decisión de no entregar el predio. En diciembre pasado, reafirmaron esa posición y, a pesar de la clausura definitiva impuesta por el Tribunal de Faltas, están dispuestos a resistir.
Aniversario con clausura
La comisión directiva recordó el sábado el cumpleaños número 46 de la institución, fundada un 5 de mayo de 1972.
“Hoy es un día muy especial para cada uno de los que pertenecemos a Pesca y Casting, muchos lo tomarán como el lugar que han elegido para descansar y tal vez otros como su lugar en el mundo. Por esto y muchas razones más el objetivo y la lucha deben continuar por más años de pertenencia”, señalaron en la red social Facebook, cuya página no tenía actividad desde la semana posterior a la clausura, cuando convocaron a una asamblea.
En un comunicado que difundieron algunos de los miembros del club dieron cuenta de su “trayectoria social, pesca deportiva y amistades inigualables, niños que crecieron aquí en un ambiente familiar y respetuoso” y en el que sentaron su posición respecto de lo que sucedió desde diciembre hasta ahora.
“Pedimos a los que se quieren adueñar de un predio que no les corresponde y han hecho hasta lo insólito, como cortarnos el agua, un elemento vital para la subsistencia del ser humano, que se termine este avasallamiento porque acá seguimos en pie”, compartieron con La Opinión Naty Sciolla y Omar Molina, sampedrinos que están cerca de la comisión.
“Que la Justicia dictamine, no ellos, que tienen intereses propios y el afán de explotar un lugar que es de los sampedrinos”, publicaron y agregaron: “Pedimos seguir trabajando como corresponde, y siempre tuvimos las cosas en reglas. Basta de candados”.
A la espera de un desalojo
Tras la clausura de diciembre, ratificada de manera definitiva en enero por el Juez de Faltas, Fabián Rodríguez, no pasó demasiado en Pesca y Casting. El predio está cerrado y no puede tener actividad comercial, aunque siempre algún movimiento se ve.
La comisión directiva mantuvo el cobro de las cuotas a quienes accedieron a pagarlas y hubo muchos que no retiraron sus pertenencias del predio.
Respecto de la situación municipal, los responsables del club apelaron la sentencia del Tribunal de Faltas, que ascendía a 150 mil pesos, y nunca pagaron.
“Desde Faltas está todo dispuesto. Policía debería colaborar para que no ingrese gente nueva y, por su parte, Consorcio del Puerto debería proseguir un desalojo que hay en trámite”, informó el Juez Rodríguez ante la consulta de La Opinión.
Ante la falta de habilitación, la Municipalidad ordenó retirar el servicio de agua potable con medidor de tipo comercial que tenía la institución, lo que confirma que les cortaron esa prestación.
El Puerto, en tanto, sigue adelante con el litigio iniciado en 2012 bajo la gestión de Mariano Veiga.
Los empleados, por su parte, nunca cobraron. Algunos, con asistencia legal, enviaron cartas documento que fueron respondidas desconociendo y negando la relación laboral.
Pesca y Casting, Tiro Federal y el Balneario Municipal son tres campings que dejaron de funcionar en los últimos años. La estimación de quienes conocen el rubro es que faltan unas 600 parcelas para carpas que no se repusieron, lo que resiente la actividad al reducir la oferta para un sector relevante.