Clausura de comercios en cuarentena: Eduardo Roleri aseguró que ya les habían avisado que no podían trabajar
El Secretario de Seguridad de la Municipalidad dialogó con La Opinión sobre el cierre de siete negocios que efectuó el jueves porque no están dentro de las excepciones del gobierno nacional para funcionar en el marco del aislamiento social preventivo y obligatorio y dejó en claro que a todos los alertaron el día anterior: "A los que no hicieron caso comenzamos a clausurar". Y detalló: "El miércoles les avise a muchos de que cerraran porque no estaban en las excepciones. Algunos interpretaron de distinta manera y ahora que lo resuelva el Juzgado Federal".
La Municipalidad, por parte de la Secretaría de Seguridad que conduce Eduardo Roleri, clausuró el jueves al menos siete comercios que no pueden funcionar en el marco de la cuarentena porque no están dentro de las excepciones que incluyó el gobierno de Alberto Fernández en el DNU del aislamiento social preventivo y obligatorio.
En diálogo con La Opinión, el funcionario dejó en claro que a todos ya les habían avisado que no podían trabajar: "El miércoles les avise a muchos de que cerraran porque no estaban en las excepciones. Les pedí a los no están habilitados que cerraran y a los no hicieron caso comenzamos a clausura. Varios accedieron, dijeron que no habían interpretado las excepciones y por eso abrieron. Algunos interpretaron mi aviso de distinta manera y ahora que lo resuelva el Juzgado Federal".
Además, explicó que cualquier persona puede "ir a su local a limpiar y ordenar" y que en "algunos casos" está permitido la "venta telefónica o por delivery". "También hay casos que se puede vender por internet, que está previsto en excepciones y no se clausura si se hace eso". Agregó.
Por último, destacó que "se está usando mucho el barbijo" y solicitó que entre los vecinos y comerciantes se estimulen a utilizarlo: "Pedimos que el comerciante no atienda al cliente que va sin barbijos. Y también a la inversa, si alguien va a un comercio y no tienen barbijo que se vaya a otro".
El recorrido del municipio fue el jueves por la mañana y atravesó las calles del centro. En una zapatillería encontraron una persona dentro del local que estaba comprando; en una blanquería observaron que una señora se iba con un paquete y la habían atendido a través de la reja; y una regalería puso una mesa en la puerta para cobrar a quienes iban a pagar sus cuentas y los clientes abonaban desde la vereda.
También, en una casa de ropa labraron una infracción y procedieron a la clausura tras encontrar a una mujer que salía con un acolchado recién comprado. Hubo casos en los que el personal municipal tuvo que requerir presencia policial porque la situación se puso difícil.
En una pinturería había seis personas haciendo cola. El propietario adujo que estaba dentro de las excepciones por su condición de "corralón de materiales". Le pidieron el certificado de habilitación y decía otra cosa, por lo que le correspondía la clausura.
Por último, en una cuadra se encontraron con una aseguradora, una casa de artículos de pesca y un taller de compostura de calzado con carteles alusivos a su modalidad de atención, pero ninguno de esos rubros podría operar, según el decreto vigente.