Cinco días en Rusia para seis funcionarios, con el objetivo de mantener la carga de frutas
Silvio Corti, Ramón Salazar, Eliseo Almada, Matías Franco, Diego Balcaza y Guillermo Allén viajarán el domingo a San Petersburgo para dialogar con representantes de la empresa Baltic Shipping con el objetivo de evitar que esa compañía se lleve las cargas de la terminal local a la de Campana. Las condiciones internacionales, del puerto San Pedrop, los costos, los sindicatos y el dragado, en debate.
El Consorcio de Gestión del Puerto de San Pedro enviará a Rusia a una delegación compuesta por funcionarios del gobierno municipal y miembros del directorio portuario para mantener una serie de reuniones con los representantes de la empresa dueña de los buques que cargan fruta en el puerto local, con el objetivo de que sigan operando en la ciudad y no trasladen la operatoria a Campana.
El secretario de Gobierno, Silvio Corti; el de Coordinación, Ramón Salazar; el presidente del Consorcio de Gestión del Puerto y sindicalista del Supa, Eliseo Almada; el sindicalista de la Fempinra, miembro del directorio portuario y concejal de Cambiemos, Matías Franco; el sindicalista Diego Balcaza; y el representante empresario Guillermo Allen volarán el domingo con destino a San Petersburgo, previa escala en Roma, donde estarán hasta el viernes.
Las reuniones serán con los representantes de Baltic Shipping, y la delegación la completa una representante rusa, que reside en Buenos Aires y que hará las veces de intérprete. Todos los gastos correrán por cuenta del Consorcio de Gestión del Puerto.
Según informó a La Opinión el secretario de Gobierno, Silvio Corti, el objetivo del viaje a Rusia es que Baltic Shipping revea su decisión de no seguir operando en San Pedro y trasladar las cargas de fruta al puerto de Campana, como ya hicieron con cuatro buques el año pasado, a raíz de los problemas que surgieron con la bajante extraordinaria del río Paraná.
“Hay una gran chance de que podamos mantener la operatoria de frutas”, dijo Corti, quien consideró que “está en riesgo para siempre la operatoria de frutas. Son 150, 200 puestos de trabajo durante cuatro meses, el 40 a 50 por ciento de los ingresos del puerto”.
La delegación sampedrina llevará a la antigua Leningrado un informe acerca de la operatividad del puerto local tras el dragado del año pasado, las obras para la construcción de una playa para el almacenamiento temporario de contenedores, entre otros puntos.
“Nosotros vamos a mostrarle los números del puerto, con este servicio de contenedores, a decirles que estamos a disposición y ahora el puerto está operable porque hubo dragado”, informó el secretario de Gobierno. Además, el viaje les permitirá mantener otras reuniones relacionadas con la diversificación de cargas en la terminal local.
No es la primera vez que una delegación del Consorcio de Gestión del Puerto hace un viaje de estas características. Oslo, Rotterdam, Barcelona, Bilbao, entre otros puntos europeos obran en el haber de la gestión anterior, que encabezaba Mariano Veiga. Lo que no se recuerda, aseguran en la zona portuaria, es “que vayan tantos”.
Quienes conocen el funcionamiento de los puertos y las lógicas empresarias sostienen que si Baltic Shipping ya decidió llevarse las cargas a otra terminal, será difícil que la reviertan.
En el análisis entran muchas cosas en juego. Los costos, en los que se incluyen las tarifas portuarias del consorcio y de las agencias, los salarios del personal y la cantidad de empleados por carga, etc. Cada vez que se habla de dinero en la actividad, todo se cuenta por millones.
Pero las condiciones locales para la actividad tienen varias aristas, además de esos costos. En el Consorcio de Gestión todos saben que había que dragar en la zona del famoso talud para adaptar el puerto a las nuevas condiciones de la logística marítima, cosa que no se hizo en estos últimos años. Hoy se llega a esta situación.
Los que conocen la actividad aseguran que las dificultades para el acceso de buques de 180 metros de eslora, que reemplazan cada vez más a los de 150 metros en las flotas internacionales.
“Los dueños de la carga son los tucumanos, que llevan la carga donde les indican los rusos, los alemanes, los holandeses, que miden su escala de costos y dicen ‘este puerto me conviene, este no’. Si un buque en el que se puede cargar más tiene dificultades para operar, va a buscar un puerto con mejores condiciones. Van a cuidar su negocio y su rentabilidad, eso es obvio”, analizó ante La Opinión un conocedor del asunto, que sentenció: “Si una empresa decide irse a otro puerto es porque va a ganar más plata allá, así de simple”.
La preocupación mayor, sin lugar a dudas, frente a la posibilidad de que las cargas de frutas se pierdan, es que la temporada de marzo a noviembre no tendrá esos 150 a 200 puestos de trabajo con salarios de entre 100.000 y 160.000 pesos, que se vuelcan a la economía local.