Hace más de un año le doy de comer a un perro, que considero mío.
Como tengo unos gatos, no puedo hacerlo pasar. Se llama Charly, es sumamente, manso muy bueno.
Hace unos días había desaparecido, lo recuperé gracias a la intervención de una señora de la protectora. Eso que pasó es la segunda vez, esto se debe a la intromisión de una o varias personas, hay varias en el barrio, una directamente odia a los animales. El perro está en un pedacito de mi vereda no molesta a nadie. Esta invasión a mi persona, lo considero así, me tiene muy cansada, máxime que durante el día trato de no estar, él me sigue a todos lados, pero es muy desgastante, así que voy a denunciar todo esto. Siempre que he tratado de dar de comer a un perrito de la calle se han ocupado de neutralizarlo, yo a esta clase de gente la considero nociva y peligrosa. Porque además los perros son lo más noble y fiel que uno pueda encontrar, yo al conocerlos más me anoté enseguida para defenderlos. Es por eso que me conmueve mucho verlos solos y abandonados, como uno en especial que deambula por la terminal con una patita muy mal, quizá rota.
Yo me siento impotente ante esto, solo darle de comer, porque llevarlo al veterinario es difícil porque el perro es grande. Por eso este también es un llamado, si hay un alma generosa que lo pueda auxiliar, y también adoptarlo ojala aparezca ese alguien.
Juana Barbarita – LC. 4.470.676
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