#CharlasConDeportistas Andrés Franzoia y su paso por Boca: “En ese momento no me daba cuenta de dónde estaba”
Uno de los pocos sampedrinos que se asentó y fue campeón con el Xeneize dialogó con La Opinión Deportes en el marco del ciclo de conversaciones en vivo por Instagram y recordó su debut en la elite con la camiseta azul y oro de la mano del castrense Jorge "Chino" Benítez. Además, revivió anécdotas y analizó que en los planteles que integró "era difícil jugar" por los compañeros que tenía como Martín Palermo, Juan Román Riquelme, Guillermo Barros Scheloto y Rodrigo Palacio, entre otros. Además, habló de los entrenadores que lo tuvieron: Carlos Bianchi, Alfio Basile, Ricardo La Volpe y Miguel Ángel Russo.
Andrés Franzoia se fue "de grande" a Boca Juniors desde Paraná y enseguida trepó hasta la primera división en la que debutó, con 19 años, el 29 de mayo de 2005 en el empate 0 a 0 en La Plata frente a Estudiantes por la 15ª fecha del Clausura de la primera división de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Curiosamente, fue el castrense Jorge "Chino" Benítez, el otro sampedrino que se asentó y dejó una marca en el club, quien le consiguió la prueba en el Xeneize y, años después le dio la chance de presentarse en la elite.
El delantero que actualmente se recupera de una lesión tras jugar en Defensores Unidos de Zárate en la Primera C y B Metropolitana, habló con La Opinión Deportes en el marco del ciclo de charlas en vivo por Instagram y recordó su paso por uno de los clubes más importantes de Argentina y el mundo. Además, revivió anécdotas y analizó que en los planteles que integró "era difícil jugar" por los compañeros que tenía como Martín Palermo, Juan Román Riquelme, Guillermo Barros Scheloto y Rodrigo Palacio, entre otros. Además, habló de los entrenadores que lo tuvieron: Carlos Bianchi, Alfio Basile, Ricardo La Volpe y Miguel Ángel Russo.
– ¿Cómo se dio tu llegada a Boca?
-Yo debuté en la primera de Paraná a los 16 años, era chico. Me llevó el (Jorge) “Chino” Benítez que dirigía a la reserva de Boca y me consiguió una prueba a través de Omar Ansaloni. Una vez lo llamó a Omar para pedirle jugadores de diferentes categorías. Omar le dijo que tenía un jugador pero más grande pero que lo prueben que valía la pena y me llamaron. Fui, era cuarta ya que para ir a un club de AFA los chicos van de más jóvenes. Creo que me probaron tres veces y quedé, me llevaron a hacer la pretemporada, me dieron la pensión y arrancó la aventura.
-Te llevó un entrenador sampedrino y te hizo debutar en la primera de Boca con todo lo que eso significa, algo utópico para San Pedro…
-Sí, el Chino me dio una mano bárbara, primero en conseguirme la prueba y después de hacerme debutar que él fue quien lo hizo. Por ahí eso no se recuerda mucho sino cuando yo entré el día con San Lorenzo que hago el gol. Mi debut fue en La Plata contra Estudiante en el viejo estadio. Ese día jugamos muchos chicos porque estábamos jugando la Copa Libertadores y cuidaron jugadores. Es la copa que quedamos afuera con las Chivas de Guadalajara y pasó lo del Chino con (Adolfo) Bautista (N. de R.: Mientras se retiraba expulsado el jugador mexicano Benítez le lanzó un escupitajo). Esa noche estaba en la tribuna, yo no estaba en el plantel porque no estaba en la lista de la copa.
-En ese plantel compartiste vestuario con muchas glorias de Boca, ¿caíste en ese momento de dónde estabas?
-No, hoy uno que me toca estar en un parate y más con esto de la cuarentena que uno se pone a revisar fotos ahí se da cuenta de dónde estuvo. En ese momento no me daba cuenta, desde chiquito era fanático de Boca, soñaba con jugar en La Bombonera y de un día a otro me fui a probar, quedé, empecé a jugar en la reserva y cuando me quise acordar estaba entrenando con mis ídolos y compartiendo un vestuario con Martín (Palermo), Guillermo (Barros Scheloto) o Román (Riquelme) como si nada. No te pones a pensar dónde estoy, el día a día es algo normal. Lo podes analizar el día de mañana como ahora de mirar donde estuve y se recuerdan cosas. Compartí plantel con jugadores que ganaron todo en Boca, ese equipo de (Alfio) Basile ganó todo, pasábamos por arriba a todos los equipos. Son anécdotas lindas. Se me hizo mucho más difícil jugar por la calidad de jugadores que había también. Basile me ponía de delantero y ahí estaban Palermo, el “Chelo” (Marcelo Delgado), Barros Scheloto, (Rodrigo) Palacio, Bruno Marioni y Mauro Boselli, era complicadísimo jugar. Analizando, si no hubiese habido tantas figuras por ahí hubiese jugado un poco más. Tuve la suerte de que Basile y (Ricardo) La Volpe me querían y pude jugar pero era complicado porque había jugadores que ganaron todo y jugaban ellos.
-Más allá de eso, en un período entrabas seguido incluso eras el primer cambio siempre…
-Sí, con el Coco me llevó varios partidos al banco y me quería muchísimo. Fue una lástima que en el mejor momento nuestro con Basile él se termina yendo a la selección. La Volpe también me amaba, era de los primeros cambios y lamentablemente perdemos el campeonato (N. de R.: En el Clausura 2011 Estudiantes forzó un desempate tras descontar varios puntos en las últimas fechas y le ganó la final al Xeneize 2 a 1). Después vino Miguel Ángel Russo que hizo un recambio de jugadores y me tuve que ir.
-Bianchi, Basile, La Volpe y Russo, ¿Qué sacaste de cada uno?
-Sí, he tenido 14 años de carrera y he tenido muchos entrenadores. Siempre de uno u otro sacas algo. Alguno me ha gustado más que otro pero con sus características algo te dejan, en lo futbolístico y en lo humano del trato con el jugador también.
– ¿Hay lugar en Boca para distenderse en algún momento y dejar a un costado la presión?
-Si, en todos los clubes uno trata de aislarse. Cuando se entrena se hace serio, entrenando bien, tratando de hacer las cosas bien y sin agarrar para la joda los trabajos porque el cuerpo técnico no te lo permite y no se debe hacer. En el vestuario jodas, chistes y mates. En los entrenamientos después nos quedábamos en la cancha a charlar y se disfruta mucho. Lo que más extraño cuando no juego al fútbol es el vestuario, estar con los compañeros, llegar a la mañana y tomar un mate, charlar de fútbol o de otras cosas, salir a la cancha y jugar un loco. Después está la parte de competir que también es lindo, cuando las cosas van bien es lindo y cuando van mal es más complicado pero ahí va en la personalidad de cada uno de cómo lo va llevando.
– ¿Llegaste a sufrirlo al mundo Boca?
-Sí, no sólo el mundo Boca. En todos los clubes que he estado he tenido momentos de sufrimiento. No es como la gente lo piensa, el fútbol no es jugar, ganar plata y está todo bien. La cabeza juega muchísimo, el fútbol argentino es muy resultadista donde perdés cuatro partidos y sos el peor y ganas y sos el mejor. Así con los técnicos también y te tenés que acomodar y acostumbrar a eso que es difícil. En los malos momentos, más allá de que la gente siempre apoya, es complicado porque se la pasa mal. Después cuando entras a la cancha tratas de revertir la situación, pero a veces no sale, los resultados no se dan y el vestuario no es lo mismo y es complicado. Cuando van bien, todo camina porque el humor es otro, los jugadores están confianza y el técnico también. Sino aparecen dudas en todo sentido, desde los jugadores, entrenadores y la gente y a veces es complicado sobrellevarlo.
– ¿Alguna anécdota que te quedó de tu paso por Boca?
-(Rolando) Schiavi y (Juan) Krupoviesa te cagaban a patadas, era bravísimos. La primera práctica que fui a jugar con la primera en La Bombonera, apenas había llegado a Boca, sin querer le tiré un caño a Schiavi. Pasó la pelota pero yo no, quedé tirado en el piso, no siquiera fue a la pelota. Fue como diciendo ‘acá no pibe’. Lo miré a Carlos Bianchi como para decirle que me cobre algo y me dijo ‘arriba nene’. Eso era así, los grandes te imponían ese respeto que uno como pibe se la tenía que bancar. Después fueron compañeros y me llevaba bien. Krupoviesa era bravo también, concentrábamos juntos en Arsenal y estaba todo bien. Pasa en todos lados, no sólo ahí. La gente grande siempre impone respeto y me ha tocado a mí también de que siendo grande viene algún pibe, mete fuerte y uno le dice que pare. Son cosas de fútbol, son etapas que uno va superando.
Franzoia logró con el conjunto de la Ribera de Capital Federal el título de la Recopa Sudamericana y un año después fue parte de la obtención del Clausura 2006 junto a Martín Palermo, Hugo Ibarra, Sebastián Battaglia, Guillermo Barros Schelotto y Roberto Abbondanzieri, entre otros. Un campeonato después, en el Apertura, anotó su único tanto con la camiseta azul y amarillo en la recordada goleada 7 a 1 a San Lorenzo de Almagro en el Nuevo Gasómetro
De acuerdo a la web Base de Datos del Fútbol Argentino, en Boca jugó 14 partidos oficiales. En total, en su carrera lleva disputados 244 encuentros con 45 tantos. Tras formarse en Paraná y pasar por uno de los clubes más grandes de Argentina, jugó en Huracán, Rosario Central, Arsenal, Olimpo de Bahía Blanca, Unión de Santa Fe, Barcelona de Guayaquil (Ecuador), Sarmiento de Junín y Defensores Unidos de Zárate donde acabó la temporada 2018/2019 de la B Metropolitana tras ser campeón de la Primera C.