Cayó Ulises Fernández y no hay rastros de sus cómplices en el asesinato de Ariel Lido Gomila
Tras permanecer más de un año prófugo, el único imputado por el crimen del viverista fue atrapado en Garín, partido de Escobar. Escuchas telefónicas permitieron dar con él en una vivienda que alquilaba junto a su nueva pareja, a pesar de que mantenía cierto contacto con la exconsejera escolar Silvina Sampol. En el Gobierno expresaron su satisfacción, sobre todo luego del manto de sospechas que había sobre presuntos vínculos del detenido con el poder político, que fueron desestimados por la Justicia. La familia Gomila convocó a una concentración. Durante el allanamiento detuvieron a otro evadido. Desde allí, comercializaban drogas.
El Fiscal Marcelo Manso tomará declaración indagatoria este miércoles a César Ulises Fernández, detenido el martes por la madrugada en Garín, partido de Escobar, luego de más de un año de permanecer prófugo de la Justicia.
Se espera que “Ulises hable”, aunque podría hacer uso de su derecho a no declarar. Ayer, cuando lo trajeron a la Comisaría, entró con el rostro cubierto y a los gritos de “soy inocente”.
Su testimonio sería vital para saber qué pasó la madrugada del sábado 06 de febrero de 2016 en la casa que toda la vida habitó Ariel Lido Gomila junto a su esposa en el paraje El Espinillo, donde fue asesinado a balazos cuando regresaba de una cena y se encontró con un grupo de delincuentes que estaba robando en su vivienda.
Por lo pronto, el primer paso importante de la investigación está cumplido. El Fiscal Manso, que coordinó de punta a punta todas las tareas que permitieron dar con el delincuente, espera ahora que de su declaración surjan elementos que permitan establecer quiénes fueron sus cómplices aquella noche.
Sin embargo, si Ulises Fernández no confiesa y no aporta datos –que es lo más probable, a juzgar por sus gritos contra la prensa en los que aseguró no tener nada que ver con el crimen–, la identificación de sus cómplices seguirá siendo muy difícil, casi imposible.
Tras indagarlo, Manso pedirá la prisión preventiva, que es segura para una persona procesada que estuvo evadida durante más de un año.
Dónde estaba el prófugo
Al otro día del asesinato de Ariel Lido Gomila, una comisión policial llegó a la casa de Balcarce al 1200 que Ulises Fernández compartía con su pareja, la consejera escolar Silvina Sampol, electa por Cambiemos en la lista encabezada por el intendente Cecilio Salazar.
Él ya no estaba. Ella sí. En la requisa, la policía secuestró una campera manchada con sangre, 54 gramos de cocaína y 1,2 kilos de marihuana. La docente quedó detenida acusada de vender drogas. El changarín que aseguraba vivir de vender frutas y verduras en una camioneta fue declarado prófugo de la Justicia, luego de que el Juzgado librara la pertinente orden de captura, porque había elementos que lo vinculaban al crimen.
Una gran cantidad de escuchas telefónicas permitieron cercar al evadido. Como siempre utilizaba teléfonos con líneas prepagas, la tarea era dificultosa. El tiempo pasaba y los datos eran mínimos, pero certeros.
Hace alrededor de seis meses detectaron actividad en la zona de Escobar. Lento pero seguro, se fueron acercando. Mientras tanto, no descartaban la multiplicidad de datos que llegaban a Fiscalía. La semana pasada, el viernes, hubo un allanamiento de urgencia en la casa de Sampol porque alguien aseguraba haberlo visto allí. Fue falsa alarma. Lo imaginaban: hacía tiempo que no se comunicaba con su pareja. Tenía sentido: en Garín vivía con otra mujer, una chica de 25 años que tiene un hijo de cinco.
Juntos alquilaban una casita en un barrio humilde de esa localidad del partido de Escobar. Libertad casi Oliveira Cézar era la dirección. Una calle con el nombre de lo que la Justicia le suspendería apenas lo encontrara; la otra, con el de un prominente político reconocido en todo el país fuera intendente de San Pedro.
El barrio, en su mayoría terrenos tomados de manera irregular, tiene calles de tierra, aunque está ubicado cerca de una importante avenida. La casa que habitaban Ulises y su nueva novia, oriunda de Los Polvorines, era tan precaria como las vecinas, aunque de material. Una cocina comedor, un cuarto dormitorio y un baño eran todas las comodidades.
Allí, cuando llegaron efectivos de la Jefatura Departamental San Nicolás, DDI, GAD y Comisaría de San Pedro, estaba también Pablo Colantono, fletero de profesión con problemas de adicciones que también estaba prófugo de la Justicia por haber apuñalado a Leandro Martínez en el barrio Fonavi el 5 de marzo pasado. Lo buscaban por “tentativa de homicidio”.
La Justicia sabía que Colantono estaba allí. Lo tenían identificado en las escuchas. Incluso señalaron al remisero que lo llevó, al que nunca fueron a buscar por su vínculo familiar con Fernández.
Cuando la policía entró, tras flanquear toallones colgados antes de la puerta, los delincuentes no ofrecieron resistencia armada, aunque en el lugar había una pistola Glock 40 y un revólver 38. La presencia de la nueva pareja de Ulises y de su pequeño hijo los conminó a no disparar, a pesar de que siempre fueron de armas tomar. Podría haber sido una tragedia.
Además de las armas, encontraron una gran cantidad de droga. Dos piedras de cocaína de 100 gramos cada una, las que no eran precisamente para “consumo personal”. Fiscalía tenía detectado por las escuchas que la actividad con la que se sostenía el prófugo era la misma por la que ahora enfrenta una causa en San Pedro, la comercialización de estupefacientes, mismo delito por el que será juzgada su ahora expareja, la “narcodocente” Silvina Sampol.
La lucha de la familia Gomila
Desde aquella madrugada en que perdieron al ícono familiar, los Gomila no cejaron en su reclamo. Con marchas, comunicados, pedidos desesperados de datos, sufrieron intimidaciones como intentos de robo y amenazas. Un buen día, en el marco de una movilización convocada por víctimas de la inseguridad, no dudaron en responsabilizar al poder político por la permanencia de Fernández como evadido de la Justicia. Apuntaron directamente al Gobierno de Cecilio Salazar.
El propio Fiscal Manso desestimó que haya elementos que permitan inferir que hubo un apoyo explícito o tácito desde el oficialismo local hacia Fernández, aunque está claro que algún tipo de cobertura tuvo, porque no es nada fácil mantenerse prófugo durante tanto tiempo.
“Como familia doliente y demandante agradecemos las actuaciones realizadas por las dependencias judiciales y policiales que han permitido abordar con éxito el operativo de su detención”, señalaron a través de un comunicado los familiares de Ariel Lido Gomila.
En el mismo texto indicaron que la detención de Fernández “es el primer paso de un largo camino. Y esto debe quedar claro”, al tiempo que convocaron a una concentración para este miércoles a las 12.30 en plaza Belgrano, lo que desconcertó al Poder Judicial.
“No bajaremos los brazos hasta que paguen los culpables, y todos”, sostuvieron y advirtieron: “Por lo pronto, tal vez sólo Dios juzgará a quienes durante estos trece meses obstaculizaron el camino”.
El Gobierno respiró aliviado
El Secretario de Gobierno Silvio Corti fue el encargado de hablar con La Opinión en nombre del gabinete del intendente Cecilio Salazar tras la detención de Ulises Fernández.
Para el Ejecutivo, el señalamiento respecto de presuntas complicidades era un problema a resolver. Que Sampol haya sido electa en la lista de Cambiemos y en la del partido Fe en las Primarias, que Ulises Fernández trabajara activamente en la campaña y tuviera familiares empleados en Osprera no ayudaba.
“Nosotros no nos hacemos absolutamente, para nada, cargo de eso”, dijo Corti y agregó: “Lamentablemente se han dicho cosas, producto, seguramente, del dolor, de la bronca y la impotencia, las comprendemos pero no las compartimos para nada”.
“El alivio es para todos los sampedrinos, porque la policía y la Justicia van camino a resolver este brutal crimen, por eso la satisfacción y la alegría de todos”, sostuvo.
“Yo nunca descarto nada, pero si la pregunta es acerca de si hay algún dato objetivo que involucre al gobierno, tengo que decir que no, ninguno”, aseguró el Fiscal Manso a La Opinión.