Cayeron vendedores de droga que actuaban con protección
El lunes hubo seis allanamientos que permitieron la detención de dos conocidos proveedores de droga de la ciudad. La investigación estuvo a cargo de una Fiscalía de San Nicolás, ya que Manso había notado que alguien filtraba la información. Secuestraron aproximadamente 450 gramos de cocaína y un total similar de marihuana. Dónde distribuían y quiénes eran sus clientes.
El Fiscal Marcelo Manso dijo a La Opinión que llevaba “más de dos años” investigando esta red de comercialización de drogas cuyos eslabones fundamentales fueron detenidos el lunes pasado, tras cuatro allanamientos que tuvieron lugar en la ciudad y otros dos que se desarrollaron en Río Tala.
Dos años de investigación que tuvo varias idas y vueltas que incluyeron allanamientos frustrados producto de lo que el agente de la Justicia denominó “connivencia”, aunque no especificó de quién. Alguien los protegía, por eso cada vez que había un operativo, no caían. La investigación la llevó adelante la Fiscalía N° 1 de San Nicolás, con Patricio Mujica Díaz y Verónica Marcantonio a la cabeza, bajo las órdenes del Juzgado de Garantías N° 3 de la Dra. Maiztegui.
Del operativo participaron la Jefatura Distrital local más Drogas Ilícitas de San Nicolás, con apoyo de personal de varios distritos del Conurbano y la región. La grabación de llamadas telefónicas realizadas desde celulares y nextels, fotografías, seguimientos y filmaciones, que incluyeron la participación de la Secretaría de Inteligencia del Estado, dieron datos certeros sobre la modalidad.
En Maestro Reyna 1071 fue detenido Sebastián Cerda, de 36 años, reconocido patovica de boliches sampedrinos, sindicado como el cabecilla de la red de distribución, quien fraccionaba la droga para distribuirla entre personas que vendían para él.
De ese domicilio secuestraron 55 envoltorios con cocaína, por un total de 120,5 gramos; cinco envoltorios con 23,9 gramos de marihuana; casi 8.000 pesos, anotaciones comprometedoras y los celulares intervenidos por la SIE; una pistola 9 milímetros con numeración adulterada; cartuchos; y un Volkswagen Bora.
Otro de los operativos tuvo lugar en una oficina ubicada en Las Heras y Aníbal de Antón, que alquilaba Cerda. Allí hallaron 201 gramos de cocaína, 20 envoltorios con 122 gramos de marihuana, balanzas digitales de precisión, más de 6.500 pesos, celulares y anotaciones relacionadas con la venta.
Los procedimientos continuaron en Belgrano 1640, donde fue detenido Pablo Salomón, de 38 años. En ese lugar incautaron 55 envoltorios con 144 gramos de cocaína, 8 envoltorios con casi 200 gramos de marihuana, celulares, chips de distintas empresas, balanzas de precisión, un arma calibre 32 y diversos cartuchos.
En la casa de al lado, Belgrano 1640 Bis, hallaron 90 gramos más de marihuana, anotaciones varias relacionadas con la venta, agendas telefónicas y otros elementos para el fraccionamiento de la droga, además de 3.450 pesos.
En calle Camelino s/n de Río Tala fue aprehendido un hombre de 69 años, imputado por tenencia de arma de guerra, ya que en su poder se encontraba una pistola 9 milímetros.
Lo incautado suma un total aproximado de 465 gramos de cocaína y 435 de marihuana. La investigación sabía que el viernes habían recibido unos 700 gramos para la venta. Tres días después, ya habían vendido casi la mitad.
“Se desbarató una línea importante de venta”, destacó el Fiscal Manso. Es que la distribución estaba relacionada con personal de poder adquisitivo importante, capaz de pagar por droga de calidad, como la que vendían en esta banda.
“La Fiscalía 1 va a profundizar la implicancia de otras personas, la connivencia”, sostuvo Manso y explicó que se trata de un delito no excarcelable, cuya pena oscila entre los 4 y los 15 años de prisión, que suele ser de cumplimiento efectivo una vez que haya condena.
“La investigación va a continuar, se han desprendido dos o tres líneas de investigación”, aseguró el Fiscal, quien destacó la necesidad de investigar “cualquier tipo de connivencia o protección que pudiera tener”, por los operativos frustrados.
“Allanamos un par de veces sobre seguro y nos llevamos el chasco de no encontrar absolutamente nada”, dijo. En ese sentido, agregó: “Estamos tratando de determinar a través de dónde o de quién, pero la información se filtraba”.
La palabra de los imputados
La esposa de uno de los detenidos dialogó con La Opinión ayer, tras llegar de San Nicolás, en principio porque en algún medio se la había sindicado como aprehendida cuando no era así. “En mi casa no encontraron nada”, sostuvo e informó que el estudio jurídico de Hugo Lima asumió la defensa de su marido. “Ellos se negaron a declarar hasta que los abogados vean bien la causa”, indicó.
Sostuvo que de su domicilio sólo secuestraron un arma y que la tenían “por temor, por todas las cosas que pasan, por seguridad”. Respecto a la droga hallada en una oficina que alquilaban, indicó que la subalquilaban y que no se hacen cargo de lo que encontraron.
Se quejó del procedimiento policial, realizado en presencia de sus hijos menores de edad y señaló: “Mis hijos no se sacan más de la cabeza a esto. Porque aparte de todo, somos seres humanos. Ellos unos seres humanos, forros, que hacen su trabajo, y nosotros unos seres humanos que cometemos el error, pero mis hijos están siendo víctima”.
“Esto no es perdonable, pero el consumo… era más la gente que consumía que la persona que vendía, sin embargo a esa gente no me voy a poner a quemarla, porque no se le vendía a personas así como decían, sino a grandes personas; y se va a convertir en político si sigue, y está mal por la policía”, dijo.
Ante ello, La Opinión le preguntó si reconocían la comercialización de drogas. “Yo no reconozco nada, yo no hacía nada”, sostuvo.