Castraciones gratuitas y polémica
Desde que trascendió que la veterinaria Marina Farías prestaba funciones en el área de la Dirección de Salud, hasta que el secretario Dr. Edgar Britos aclaró que están cumpliendo con una ordenanza aprobada para el control de la reproducción canina, los aplausos se multiplicaron de parte de algunas asociaciones y protectoras que, respaldando la decisión del gobierno municipal, ven en el nombramiento de la jefatura una solución esperada. Hasta ahora, estos organismos estaban a cargo del cuidado, la castración y el seguimiento de los canes abandonados a su suerte, muchas veces en viviendas particulares con vecinos que reclamaban por las condiciones sanitarias de los barrios. Con la medida como forma de descomprimir la población de perros que atienden, aún habrá que esperar que los insumos estén a disposición para que Farías comience a realizar castraciones para aquellos dueños sin recursos y animales callejeros que lo requieran. Deberán ser cuatro operaciones por día para llegar al número que estipula la ordenanza, descontando el cuidado de aquellas mascotas que deban ser alojadas, campañas de vacunación, atención de reclamos por maltrato animal, entre otras actividades que desarrollará la profesional. Farías, nuera de la concejala Mónica Otero, fue elegida por el intendente por estar “totalmente capacitada”. “Ya hubo concursos en su momento y fueron criticados duramente. Hacemos las cosas bien y nos critican”, dijo Salazar a Sin Galera el sábado y agregó: “Son decisiones políticas puramente. Tomo decisiones rápidamente y me puedo equivocar”.