Caso Tiara: en cámara Gesell, hermano de la niña señaló al padrastro como autor de las palizas
El 16 de julio se cumplirán dos meses del asesinato de la pequeña Tiara Lozano, la beba de 1 año y cuatro meses que murió producto de una golpiza. Mariano “Pulguita” Casas, es el único imputado. La semana pasada los hermanos de Tiara se sometieron al sistema de monitoreo para recordar lo que sucedió ese día. La menor, no pudo hacerlo. Su hermanito, de apenas 6 años, relató el momento en que la nena fue asesinada.
La imagen de Tiara Lozano, con la mirada perdida, casi como interpelando a todos aquellos que miraron para otro lado, y las heridas en su rostro, que fue publicada por este semanario el 21 de mayo, aún espera justicia. La beba, de apenas un año y cuatro meses, llegó sin vida al Hospital la noche del 16 de mayo, junto a su madre y su padrastro. La muerte se conoció a la mañana siguiente, y el impacto más fuerte se sintió cuando el Fiscal Marcelo Manso ordenó la inmediata detención de Mariano “Pulguita” Casas, pareja de la progenitora, Moira Lozano, quien además espera un hijo del presunto criminal.
Tiara no murió ahogada con comida como sostenía la pareja, sino por los salvajes golpes que recibió en el interior de su propia casa. El Fiscal no dudó y desde esa misma mañana de sábado Casas está detenido. Primero en la comisaría, luego en San Nicolás, y una vez dictada la prisión preventiva, fue alojado en la Unidad Penal de Junín.
Innumerables versiones circularon acerca de la salud de Mariano Casas, desde que fue detenido, ninguna confirmada por sus allegados. También sobre Moira Lozano, a quien la familia paterna de la niña asesinada también señaló como responsable en un principio. Lo cierto es que mientras Moira transita el octavo mes de embarazo, apoyada sólo por su familia, la situación de Mariano Casas se agrava, luego de la declaración de los hermanos de la niña.
Casas, el asesino
El pasado miércoles 2 de julio, Dylan (6) y Keyla (4), hermanos de Tiara, debían declarar en cámara gesell, frente a profesionales, ya que eran los únicos testigos en la vivienda de Hermano Indio y Saavedra, la tarde en la que la niña murió.
Los estudios psicológicos ordenados por el Fiscal Manso indicaron que el mayor de los hermanos, Dylan, estaba en condiciones de declarar. No así su hermana, Keyla, por lo que sólo el mayor de los pequeños se presentó ante la justicia de San Nicolás.
Según trascendió, la declaración de Dylan tuvo imprecisiones, incluso contradicciones, propias de un nene de seis años que debe repetir una y otra vez lo que vivió, a tan corta edad. En lo que no dudó, fue en señalar a Mariano Casas como quien habría propinado la golpiza que terminó con la vida de su hermana menor.
“Nos pidieron que no hablemos del caso”, contó Mónica la abuela materna, a La Opinión, aunque no especificó quién. La última vez que lo hizo, adelantó que su nieto sabía lo que pasó la tarde en la que Tiara murió y criticó la falta de intervención de Uceff. Esta vez, prefirió no hablar ni del embarazo de su hija.
Casas sigue detenido, acusado de homicidio. Su defensa podrá aferrarse a las contradicciones del pequeño para intentar sobreseerlo en una causa donde todas las pruebas lo señalan.
Manso, está confiado y reconoce que la investigación transita por los carriles esperados. Descartó la posibilidad de llegar a juicio abreviado, ya que buscará la pena máxima para un delito con estas características, que puede alcanzar los 25 años de prisión.
Claro está, que ante un crimen tan aberrante, 25 años tampoco parecerán suficientes.