Caso Rodríguez: negaron la excarcelación de “Los Villarruel”
El Juzgado de Garantías interviniente no hizo lugar a la solicitud del abogado defensor de los imputados por el asesinato de Hugo “El Largo” Rodríguez y permanecen detenidos en la Comisaría local. La causa está caratulada como Homicidio doblemente agravado por el uso de armas y con alevosía.
Pasaron nueve días del homicidio de Hugo Rodríguez y la investigación parece estar bien encaminada para determinar quiénes le dispararon y por qué. Hasta el momento César “el Chino” Villarruel, de 35 años, y su sobrino Franco Flores Villarruel, de 18, son los únicos sospechados de provocar la muerte de su vecino, quien vivía junto a su familia a pocos metros de la otra casa sobre la misma Bajada de Chaves.
Desde hace una semana la Dra. María Eugenia Maiztegui, Jueza de Garantías interviniente, hizo lugar al pedido de la Fiscala Gabriela Ates y dispuso la detención de “el Chino” y de Flores Villarruel. Horas después, la propia magistrada negó una solicitud efectuada por el abogado defensor de los imputados, el Dr. Alejandro Ares, quien había requerido su libertad mientras dure el proceso. Esto es un punto a favor de la investigación ya que demuestra que los pasos que se han dado hasta el momento son firmes y ambos sujetos están seriamente vinculados con el hecho.
Los presuntos asesinos, haciendo uso de sus derechos, se negaron a declarar aunque el más joven de los dos no se desvinculó ni introdujo a otros familiares en la causa.
La pregunta de todos es ¿por qué hay dos detenidos si se efectuó un solo disparo? Existe el testimonio de una mujer que circulaba unos metros más atrás de Rodríguez y que advirtió lo acontecido. Ella escuchó un solo disparo con el que a los agresores les alcanzó para matarlo. Además, en las pericias efectuadas sobre el cuerpo de la víctima, se encontraron dos perdigones que habrían sido producto de ese mismo escopetazo, el del arma 12/70 secuestrada durante los allanamientos en la casa de los imputados.
Por otra parte, los datos y testimonios recogidos indicarían que tanto el tío como su sobrino habrían cometido el hecho premeditadamente con el objetivo de vengar la muerte de otro de “los Villarruel”, la de Mauricio Esteban, apodado “el Oso”, asesinado en el año 2007 por el hijo de la víctima.
Está certificado que en las horas previas al hecho del lunes 4 uno de los imputados se acercó a la casa de Rodríguez y les habría adelantado que algo les iba a pasar.
Sabían que a la víctima se le había roto la camioneta y que irremediablemente debería pasar por el frente de la casa para tomar el colectivo que lo llevaría al trabajo, al establecimiento Gomila. Es más, se sospecha que el ataque fue contra el hombre de 60 años porque fue el primero en pasar, pero que cualquier otro de sus hijos podría haber sido la víctima, ya que la finalidad sería tomar venganza con algún miembro de la familia.
El ataque hacia Hugo Rodríguez fue directo, no hubo entredichos antes de que le dispararan. Para la Justicia, la saña y la decisión con que actuaron los imputados es determinante en el caso, y todo parecería indicar que van en camino a permanecer detenidos durante un largo período.
Mientras tanto, la Fiscala Ates se tomará el tiempo que permite el procedimiento judicial para avanzar en la investigación y solicitar la prisión preventiva de ambos. Entre los próximos cinco a veinte días se podría conocer el pedido para que los Villarruel aguarden la fecha del juicio alojados en alguna Unidad Penal de la región.
¿Quién disparó?
Si bien los involucrados en el asesinato se negaron a declarar, para los investigadores tienen vinculación directa con el hecho por cómo se manejaron en todo momento. Por supuesto que si alguno de los dos hubiera hablado podría haber aclarado la situación o responsabilidad de uno y otro, pero como se estima que el disparo provino del interior de la casa, nadie puede asegurar quién empuñó el arma que hirió a “el Largo” Rodríguez.
Serán vitales los resultados de las pericias efectuadas sobre la escopeta 12/70 y la tumbera (arma de construcción casera) hallada en la casa de la familia Villarruel, aunque todo señala que el disparo salió de la escopeta, es decir que resta saber quien portaba ese arma en el momento del ataque.
No solo el tipo de disparo recibido por la víctima hace suponer que se utilizó el arma larga, sino que la tumbera estaba escondida en distintas ubicaciones en la propiedad: una parte fue hallada en el techo, otra en unos pozos en un descampado y otra en un canil donde guardaban unos perros galgos.