Caso Nelson Lillo: elevaron a juicio la segunda investigación, con Marcos Bruzzone como único imputado
La solicitud del fiscal Manso está basada en la intervención del joven talense en el hecho donde murió el policía. Así las dos investigaciones tendrán un solo juicio que aun no tiene fecha.
El caso del joven policía Nelson Lillo, asesinado el 28 de enero de 2018, tuvo dos investigaciones: una de ellas con Roberto Branto Ayala, acusado de ser quien le disparó, ya elevada a juicio; y otra en la que fue imputado el joven Marcos Bruzzone, señalado como el cómplice del homicida que lo “rescató” de la escena del crimen.
Sobre la causa principal, el fiscal Marcelo Manso ya había solicitado el juicio correspondiente tras cerrar la instrucción, ahora hizo lo propio con la segunda causa y aguarda que el Tribunal disponga fecha para el debate.
Manso informó a La Opinión que al tratarse de dos imputados por un mismo hecho, aunque en dos causas distintas, se desarrollarán ambos juicios en uno para establecer el futuro judicial de los acusados.
Marcos Bruzzone, de 28 años, apareció vinculado al hecho el mismo día del asesinato luego de que una mujer se presentara ante el fiscal para asegurar que el joven oriundo de Río Tala había participado activamente en el hecho.
A pesar del testimonio y de los elementos recabados por Fiscalía, ante cada intento de Manso para que Bruzzone quede tras las rejas, el Juzgado de Garantías no accedió y desestimó cada solicitud.
De todas maneras, Manso instruyó la causa y relevó pruebas, cerró la primera causa y por una cuestión de tiempos continuó el resto de la investigación en la segunda, que ahora elevó a juicio con la expectativa de que Bruzzone sea condenado.
Para Fiscalía está prácticamente comprobada su participación en el hecho como partícipe necesario, por lo que en el caso de ser hallado culpable le cabría la misma pena que a Branto Ayala, considerado autor del disparo homicida.
Esa mañana del 28 de enero de 2018, luego de que “El Zurdo”, como lo apodan al principal acusado, y Pablo Morel atracaran el camión repartidor que provenía de la ciudad de Baradero, en la esquina de Oliveira Cézar y Rivadavia, Marcos Bruzzone apareció en escena y levantó con su moto al homicida, que escapaba a pie por calle Arnaldo, en la esquina de Salta, para sacarlo de la escena del crimen.
La reconstrucción de la causa señala que Bruzzone dejó en un punto de la ciudad a Branto Ayala, que además estaba herido de bala, se llevó el dinero sustraído en el robo y siguió camino a la ciudad de Baradero, donde tomó contacto con la familia de los delincuentes, puesto que residía en un cuarto en el patio de la casa de Pablo Morle, les dejó el dinero y se trasladó en remís a la zona del conurbano, donde creció hasta instalarse en Río Tal.
Hay varios indicios que lo ubican a Bruzzone en esta historia y le será difícil revertir las pruebas de su compromiso con el caso durante el debate del juicio, a pesar de que nunca fue detenido. Su planteo siempre fue que él no tiene nada que ver con el hecho. Los testimonios recabados y los detalles de los movimientos que efectuó el día del crimen serán determinantes a la hora de la definición del Tribunal.
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