Caso Gomila: Manso denunció las amenazas de Ulises Fernández tras el juicio
El fiscal que instruyó la causa por la que fue condenado recibió amenaxas por parte del reo apenas conocido el veredicto. Durante el proceso, Ulises Fernández intentó varias estrategias para apartar a Manso del caso pero no lo logró. Finalmente, el juicio tuvo lugar y el jurado ciudadano lo halló culpable del crimen de Ariel Lido Gomila.
Ulises Fernández fue hallado culpable de homicidio criminis causae por el asesinato del viverista Ariel Lido Gomila, ocurrido el 6 de febrero de 2016. Cuando el jurado ciudadano dio a conocer su veredicto, el imputado profirió amenazas al fiscal Marcelo Manso, que instruyó la causa pro la que fue condenado.
"Esto no va a quedar así", le dijo Fernández a Manso, delante de la presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de San Nicolás, la jueza María Belén Ocariz, todavía dentro del recinto de la sala de audiencias donde se desarrolló el debate.
La jueza tomó nota de la situación para denunciara y el fiscal Manso confirmó a La Opinión que este viernes él mismo radicó la denuncia contra Ulises Fernández a raíz de la amenaza recibida por parte del reo, proferida luego de que el jurado ciudadano atendiera el alegato del representante del Ministerio Público Fiscal.
Durante toda la instrucción de la causa, Ulises Fernández buscó deslegitimar la labor del fiscal Manso, que desde el primer momento, a raíz de la tarea investigativa inmediatamente posterior al hecho, consideró que la hipótesis de Fernández como partícipe del robo en el que asesinaron a Gomila tenía asidero.
Una vez detenido, a más de un año del hecho, prófugo y escondido en Garín, Escobar, Ulises Fernández buscó, a través de estrategias con sus defensores, oficiales y particulares, recusar al fiscal, que al momento de la detención ya tenía el expediente conformado para sostener la acusación.
En la audiencia de prisión preventiva, Fernández dijo ante el juez de Garantías que había recibido una oferta para "demorar el trámite de la causa" a cambio de dinero, una situacion que no sólo nunca pudo ser probada sino que, además, tenía poco sustento.
En esa audiencia, el acusado dijo que se habían contactado con él para pactar una reunión en una estación de servicio del conurbano y que lo habían hecho de parte de Manso. Señaló que ese encuentro se produjo y que habló con dos personas, que llegaron en moto y con casco.
El primero se sacó el casco y Ulises Fernández lo identificó con nombre y apellido. El segundo siempre tuvo la cara cubierta, dijo. Relató que se identificó como funcionario de la Fiscalía, que iba en nombre de Manso y que a cambio de 150.000 pesos le ofrecían demorar el trámite de la causa.
"Mire si le vamos a pedir 150.000 pesos para repartir entre tres personas, poner en riesgo mi trabajo, cometer un delito de acción pública por 50 mil pesos, es una ridiculez", sostuvo en ese momento el fiscal, cuando este medio lo consultó por el tema y consideró: "Esto responde a una estrategia de obligarme a que me recuse, a que el juez me recuse".
A Marcelo Manso, como fiscal de la causa, Ulises Fernández como presunto partícipe del robo y asesinato en la casa de Ariel Lido Gomila en El Espinillo le llegó a través de un oficial subayudante de la policía, quien refirió que gracias a su labor como exjefe de calle “muchas personas que se acercan a brindar datos”.
El policía dijo que que en el matco de las tareas investigativas conjuntas con la DDI, una persona del barrio Hermano Indio, cuya identidad dijo desconocer, señaló como presuntos autores de un robo en zona rural a cuatro personas: uno de ellos, dueño de una camioneta negra; otro, Ulises Fernández.
Luego, un efectivo de la DD Iaportó que un hermano de Fernández tendría dos pistolas 9 mm en su casa. El allanamiento de urgencia dio negativo. Cuando llegaron los efectivos, el dueño de casa ocultó algo entre sus prendas y huyó sin acatar la voz de alto, saltó un tapial y huyó. Las armas nunca aparecieron. Aquella de la que salió el disparo que mató a Gomila, tampoco.