Caso Bocardo: Para Marcelo Manso, Cristina Mateos lo mató para quedarse con sus bienes
El Fiscal concluyó la investigación y solicitó al Juez de Garantías que establezca una fecha para el juicio oral y público contra la mujer de 67 años. Norberto murió el 7 de noviembre de 2014 tras recibir un disparo en la cabeza en su cama. Los testimonios y las pruebas apuntan a que su expareja lo asesinó y montó una escena para fingir un suicidio que intentó explicar con una presunta depresión por problemas económicos.
Marcelo Manso finalizó la investigación y el martes 16 elevó a juicio oral la causa contra Cristina Mabel Mateos de 67 años quien está detenida y acusada de haber asesinado a su por entonces pareja, Norberto “Tito” Boccardo, de un disparo en la cabeza para, según estableció el Fiscal de la UFI N° 5, quedarse con sus bienes.
El Juzgado de Garantías debe establecer fecha para conocer el deselance del hecho ocurrido el 7 de noviembre de 2014 en una quinta del mojón 272 del paraje Villa Jardín, lugar donde Mateos vivía con Boccardo desde hace ocho meses.
Manso aguarda que el Tribunal pondere las pruebas y decidida la condena por el crimen. En el escrito, al que tuvo acceso La Opinión, aparecen pruebas y testimonios que involucran a la señaora mayor de edad como autora del asesinato y que apuntan en una dirección: el Ministerio Público Fiscal entiende “altamente probable que el homicidio de Boccardo está íntimamente ligado a un interés personal” de la acusada “de avanzar sobre sus bienes”.
Para Fiscalía, no sólo Tito no se suicidó porque “estaba deprimido y con problemas económicos” tal como Mateos y sus hijos intentaron explicar, sino que fue asesinado porque la pretensión de su pareja de apoderarse de sus propiedades “se encontraba amenazada por la intención del damnificado de poner fin a la relación afectiva” que existía entre ellos.
Los testimonios citados son reveladores respecto de cómo se habría urdido una trama engañosa en procura de hacer pasar el crimen por un suicidio. Las pericias balísticas, el desconocimiento por parte de la sospechosa acerca del funcionamiento de las armas –Boccardo le había enseñado a disparar “por seguridad”–, las contradicciones en sus versiones sobre lo sucedido y la coincidencia exacta de las declaraciones de sus hijos permitieron a Manso desarticular el relato.