Caso Andreani: uno de los detenidos con prisión preventiva comenzó un huelga de hambre
Lucas Medina, alojado en la Unidad Penal 3 de San Nicolás, comenzó la medida para "hacerse escuchar" porque entiende que el Juzgado "no resuelve" su causa. El 9 de marzo pasado le dictaron la preventiva. El SPB ordenó alojarlo en una celda individual.
Lucas Matías “Bolillón” Medina, detenido con prisión preventiva por el caso Andreani, comenzó este sábado una huelga de hambre en la Unidad Penal 3, donde permanece alojado acusado de haber participado en el robo ocurrido a fines de enero en la casa de campo del empresario postal, en ruta 9.
Medina estaba alojado en la celda número 15 del pabellón 4 en la UP 3 de San Nicolás y tras anunciar la medida fue derivado al área de Sanidad, donde lo revisaron y pesaron, para luego trasladarlo a una celda individual de seguridad, conocida en el universo carcelario como “buzón”.
La huelga de hambre del detenido es en reclamo al Juzgado de Garantías interviniente en su causa, puesto que entiende que “no resuelve” su situación y no tiene “ninguna respuesta concreta” al respecto.
“Me quiero hacer escuchar”, le dijo Medina a las autoridades de la Unidad Penal 3 con las que se entrevistó antes de que el médico lo revise y de que resuelvan trasladarlo a la celda individual de seguridad por “carecer de espacio físico en el pabellón de separación del área de convivencia”.
Lucas Medina es uno de los detenidos del caso Andreani a los que la Justicia les dictó prisión preventiva el pasado 9 de marzo, ocasión en la que ordenó liberar a cinco de los acusados y mantener tras las rejas a otros dos, entre ellos él.
Su situación procesal es la de un detenido con prisión preventiva que sólo podrá recurrir la medida si pasados los ocho meses desde la decisión judicial que lo mantiene preso no se elevó a juicio la causa en la que está imputado.
En Facebook, Medina dijo que está pasando por “una situación muy delicada”, acusó a la policía de “plantar” en su casa una “bolsa negra donde había una franela” con un “cargador de pistola, balas y un handy con frecuencia de la policía” que, aseguró, no eran de su pertenencia.
Dijo que el día del robo a Andreani “estaba comiendo un asado” en su casa junto con otros amigos que prestaron declaración en su favor. “La rueda de reconocimiento dio negativa”, recordó, “tanto como las huellas dactilares y prueba de saliva”.
“Vivo un calvario desde ese momento. Llevo cuatro meses sin ver a mis hijos”, dijo y agregó: “Ncesito un cambio de fiscal, de juez. es todo arreglo. Yo no robé nada”.
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