A casi dos años, la familia de “Papacho” Miño espera justicia
El joven de 27 años murió atropellado en camino Crucero General Belgrano un domingo por la madrugada. El profesor de matemáticas que lo chocó y huyó de la escena irá a juicio. La familia se quejó ante el colegio Socorro porque el docente continúa dando clases.
El 22 de mayo se cumplirán dos años del accidente de tránsito que le costó la vida a Claudio Sebastián “Papacho” Miño. Esa madrugada un docente que conducía alcoholizado atropelló con su automóvil la moto en la que circulaba como acompañante el joven de 27 años, en el camino Crucero General Belgrano.
El viernes pasado se presentó en la redacción de La Opinión la hermana de Miño, Gisele, con una carta que quiso entregar en el colegio Socorro, en la que la familia expresó su malestar, por la continuidad de José Mario “Tati” Sánchez, imputado por el caso, como docente de la institución.
La carta de la familia Miño
“Seguimos con nuestro reclamo de justicia y pedimos conciencia a la comunidad”, dice la nota que intentaron entregar en el colegio Socorro. Allí recordaron que Sánchez, tras atropellar a “Papacho”, se fugó del lugar sin socorrer a los accidentados ni dar aviso a la policía o al hospital.
Señalaron al docente como “una persona capaz de vivir tranquilamente sin ser consciente de sus hechos y las consecuencias que su accionar ocasionó en nuestras vidas. Sin sentir culpa, ya que en estos dos años ni una sola
palabra ha pronunciado a su familia”.
“No esperábamos que representantes de las comunidades educativas ignoren estos hechos y mantengan como si nada a estos asesinos al volante al frente de estudiantes que necesitan no sólo conocimientos sino también valores”, se quejaron.
“Nos sorprende que el Sr. Carlos Miri, como responsable del Instituto Nuestra Señora del Socorro, cuya enseñanza debiera estar consagrada en los valores cristianos, permita a José Mario Sánchez seguir transmitiendo a su alumnado un ejemplo de impunidad. José Mario Sánchez no sólo ha violado el mandamiento cristiano de ‘no matarás’ sino que jamás ha mostrado hacia esta familia el más mínimo arrepentimiento”, indicaron en la carta.
Para finalizar, sostuvieron: “Como creyentes que somos, sabemos que la justicia que el hombre no hace la impartirá Dios, a eso es lo que se llama Justicia divina, y de esa ni José Mario Sánchez ni ningún otro puede escapar”.
La madrugada del 22 de mayo
El accidente se produjo entre las 4.30 y las 5.00 de la mañana. Según el expediente judicial, el Volkswagen Gol gris patente FTN 073 a nombre de Irma Adelina Azzolio, conducido por el profesor de matemáticas José Mario “Tati” Sánchez embistió por detrás a una motocicleta 110 C. C. en la que circulaban el conductor Eric Piquet y su acompañante Claudio Sebastián Miño.
Ambos vehículos transitaban en dirección hacia avenida 3 de Febrero cuando se produjo el accidente. El Gol arrastró entre 200 y 300 metros a la moto. Uno de sus ocupantes golpeó el parabrisas, que quedó manchado con sangre.
El docente no frenó para auxiliar a las víctimas. Luego, en su declaración, dijo que volvía “de una fiesta” y que no vio a la moto. Que tras chocarla “entró en pánico y se fue a la casa” porque “vio un auto que ya había parado y decidió irse”.
Gisele, hermana de “Papacho”, pasó por el lugar y se detuvo al ver una moto tirada y un cuerpo en el piso. Al acercarse, se dio cuenta de quién se trataba. Miño y Piquet fueron trasladados al Hospital. El primero murió con “fractura expuesta frontopariental más contusión pulmonar”, de forma casi inmediata. El otro estuvo varios días en terapia intensiva.
El auto de Sánchez fue hallado pasadas las 9.00, estacionado en 25 de Mayo al 200, frente a la sede de Prefectura, en inmediaciones de la vivienda de Sánchez, a quien el juez de Garantías le permitió aguardar el juicio en libertad.
Tras el juicio puede haber cárcel
El Fiscal Marcelo Manso espera la fecha del juicio con un antecedente en su haber que le permite confiar en que el Tribunal acceda a un eventual pedido de condena con prisión efectiva para Sánchez.
En diciembre pasado, Manso logró condena de tres años y medio de cárcel para Hugo Parra, quien a bordo de una camioneta chocó por detrás y mató al motociclista Braian Rodríguez en la ruta 191. El agravante es similar al caso “Papacho”: el responsable del accidente huyó de la escena sin socorrer a la víctima.