Carta abierta a Raúl Victores, presidente de la Sociedad Rural de San Pedro
Me indica el sentido común que no vale la pena contestarle. Pero la realidad del país y de San Pedro me obliga a responder a sus argumentos reiterados y falaces.
Pareciera ser que su mundo se reduce a la esfera de un poroto de soja, a los dictados más que centenarios que aún impone el fantasma de Bartolomé desde La Nación y al otrora pasquín desarrollista, léase Clarin. A Perfil y a la basura que lo rodea mejor lo dejamos de lado. Ergo, Usted miente o es necio.
La primera reflexión es sobre la cualidad de Mago Merlín que se atribuye Usted, Señor Vitcores, en materia de anticipación predictiva.
Usted jamás puso una crítica constructiva sobre el papel, negro sobre blanco, jamás, sólo se ha movilizado por sus intereses personales y sectoriales al igual que quienes lo rodean, porque sólo se juntan para desestabilizar –esto lo puede percibir cualquier desprevenido en las anteriores declaraciones– porque convengamos que si Usted no es distraído, necio o ignorante deberá saber que lo que nombra como opositor, no existe, y no existe porque un opositor en serio pone ideas sobre la mesa, y aquí, salvo honrosas excepciones, a nadie se le desploma una idea. Tenga cuidado amigo, cambie el hilo de coser por un piolín más grueso, porque se le va a cortar y se va a caer.
¿Cómo puede Usted atreverse hoy a decir que “la sociedad argentina es empujada a un régimen totalitario que sólo aumenta la desigualdad y la indignación”?, siendo que la Sociedad Rural que Usted integra, así como la mismísima Sociedad Rural Argentina, ante cada golpe de estado desde 1930 –no dudó jamás en apoyarlos– hasta el feroz golpe de 1976 del que fue cómplice sin ningún tipo de reservas. Tan cómplice que si Usted hace el esfuerzo de buscar el ejemplar de su entrañable diario La Nación y leer en lo publicado la primera plana, en el número del 3 de mayo de 1976, el mismo día que el genocida Videla fue designado por la junta –también genocida– como Presidente (de facto), se encontrará en un artículo con el siguiente título: “Apoya la Rural la acción del Gobierno”, con frases como esta: “…el plan aprobado por las Fuerzas Armadas es coherente con estos principios, que llevan a la liberación y sinceramiento de la economía y respeto a la iniciativa privada…”. Si Usted se atreve a hacer un esfuerzo –no cansa, créame– de leer todo el artículo, se sorprendería de la similitud entre las frases escritas por Ustedes reiteradamente en sus comunicados rurales y lo manifestado aquel entonces en esa nota.
¿Régimen totalitario? ¿Qué sabe Usted de totalitarismo? Veamos que dice el Diccionario de la Real Academia:
Totalitarismo: 1. m. Régimen político que ejerce fuerte intervención en todos los órdenes de la vida nacional, concentrando la totalidad de los poderes estatales en manos de un grupo o partido que no permite la actuación de otros partidos.
¿Puede Usted comparar a este Gobierno con el de Anastasio Somoza, Fulgencio Batista, Alfredo Stroessner? ¿Lo puede comparar con el de Hitler, Franco o Mussolini? ¿Es este un gobierno como el de Stalin? ¿Se agredió a los Profesores y Alumnos como lo hizo Onganía en la Noche de los Bastones Largos? ¿Es este Gobierno igual al de Pinochet, al de la bestia Videla, al del borracho Galtieri o Juan María Bordaberry en el Uruguay? ¿Es este Gobierno igual al que gobernó de facto el Brasil durante veinte años? Este Gobierno al que Usted acusa de totalitario jamás ha cortado las libertades públicas, nunca recurrió al Estado de Sitio como lo hizo la Alianza, no reprime la protesta social (salvo en algunas Provincias donde sus gobernantes piensan parecido a cómo piensa Usted), anuló por Decreto la posibilidad de juicio penal por calumnias e injurias, salvaguardó la libertad de prensa (pero no confundir con la “libertad de empresa”), siempre preservó el Congreso Nacional y conformó una Suprema Corte de Justicia que es un orgullo. Cuando le tocó ser la primera minoría acató siempre el voto en ambas cámaras. No es responsabilidad de la Presidenta de la República recomponer a la “oposición”, porque si la oposición no puede recomponerse a sí misma será porque no tienen proyectos igualadores o superiores al del propio Gobierno. Piense, si no lo puede el odio misógino antes de contestarse.
¿Cómo puede pensar Usted y sus acólitos que este Gobierno “multiplica la pobreza” y destruye la infraestructura del país cuando se implementa uno de los Planes Sociales mejor planeados y ejecutados en la historia de nuestro país y de Latinoamérica? ¿Será que el reparto un poco más equitativo de la recaudación fiscal –bastante mermada por la tremenda evasión, vicio tan arraigado en la clase media y alta del país, y ni que hablar de San Pedro– les duele en la bolsa marsupial de sus bolsillos?
Pagar los impuestos y no evadirlos dignifica, lo otro es robar al Estado que somos todos. Usted inclusive. Recuerde que a Al Capone solo lo pudieron encarcelar… por evadir impuestos.
Hace muy poco se llevó a cabo una nueva edición de la colecta de su Amada y Santa Iglesia Católica, esa, la publicitada como “más por menos”. Eso es limosna. La limosna o la beneficencia expiatoria lastima al que la recibe y definitivamente no “te dignifica” contrariamente a lo que decía el eslogan de la campaña. En cambio –esto sí es una deuda a solucionar– tome como ejemplo un caso local. En la franja del barrio “La Tosquera”, “El bajo Cementerio” y “El bajo Puerto” viven aproximadamente unos tres mil sampedrinos, en números redondos, casi el cinco por ciento del total de la población del partido. ¿A quién le importa? A nadie, salvo a un grupo de jóvenes que tratan de acercarse a dar una mano. Ni el más por menos “local” resuelve el problema y el Gobierno municipal que los ignora es incapaz de solucionar el problema recaudando lo que hay que recaudar en el paraíso de la evasión fiscal que es San Pedro. Dejó escrito Almafuerte: “La felicidad humana no ha entrado en los designios de Dios”. Tenía razón.
Hablemos del mundo que se nos cae encima ¿Por qué no le pregunta a Mariano Rajoy de donde está agarrado él y España? O bien a Lukás Papadimos que está vendiendo las islas griegas, a Pedro Passos Coelho a ver qué serrucha de lo poco que queda en Portugal. O mire. Mejor llame al Primer Ministro Italiano, el tecnócrata Mario Monti para que le explique cómo resolverá el caso italiano sin echar a más del quince por ciento de los empleados públicos (maestros, enfermeras, médicos, técnicos) para someterse aun más a Alemania. A propósito ¿Sabía Usted que Mario Monti es argentino? ¿No? ¿Qué sorpresa, no es cierto? ¿Usted lo quiere aquí o mejor lo dejamos en Italia? El mundo se está desplomando Vitores, y mejor no hablemos “de ese gran país del norte” ¿Observó que Obama está cada vez menos morocho y más gris? Se lo debe a la muchachada del “Tea Party”.
Es cierto –ve, ahí coincidimos– cuando dice que “el delirio de décadas pasadas no hizo un país prospero y moderno teniendo todo”. 1955 (¿Se acuerda del bombardeo de Plaza de Mayo festejado luego con la tristemente célebre procesión de Corpus Christi recordada así por la pluma “excelsa” de Mario Caponnetto en la Revista Cabildo (esta sí es una publicación fascista) de esta forma: “Pero volvamos al Corpus de 1955. Fue algo inolvidable. Con mis apenas 15 años participé de aquella estupenda manifestación de Fe y patriotismo. No puedo dejar de evocarla, hoy, cincuenta y cuatro años después, también en un día de Corpus (aunque la celebración de esta gran Festividad de la Sangre y el Cuerpo de Cristo se traslada al domingo siguiente, ella propiamente cae en jueves, el que sigue a la festividad de la Santísima Trinidad).
Con los recuerdos se entremezclan sensaciones diversas: gratitud a la Divina Providencia por haber sido testigo de esos hechos, nostalgia de un catolicismo militante y varonil, pena profunda por la Patria sometida, hoy, a otra tiranía.
No quiero ofender a nadie ni menos renovar las heridas de nuestras discordias.
Sólo me pareció que no podía dejar pasar este día sin recordar aquel Corpus de 1955 en que los católicos argentinos fuimos capaces de levantar bien alto el estandarte de la Cruz y poner en fuga a un tirano que en su delirio se atrevió a afrentarla”. Estos son sus relatores Vitores, los que al mínimo intento de consolidar algún Gobierno Constitucional de nuestra historia reciente, como ser las Presidencias de Frondizi, Illía o Alfonsín a los que Ustedes y sus cómplices no dejaron gobernar y que cuando no les sirvieron más sus políticas fueron impúdicamente a golpear las puertas de los cuarteles o las de los suntuosos despachos de la “mafia financiera”.
No. Para nada. La ciudadanía no debe mirar para otro lado. No debe mirar para otro lado como cuando asesinaban, arrojaban al mar y desaparecían obreros, estudiantes, intelectuales, sacerdotes, dirigentes políticos y sindicales o se robaban niños recién nacidos. No. Para nada.
Por ello Usted debería poner voluntad y reconocer el tremendo esfuerzo que estamos haciendo todos los argentinos, y sobre todo los más pobres, porque el impuesto al valor agregado que paga como carga directa ése, el más pobre, por un kilogramo de azúcar, que a él le significa un gigantesco esfuerzo comprarlo, para Usted en cambio, esa inversión no le mueve un pelo. El problema radica fundamentalmente que el pobre no puede evadir el impuesto, en cambio, la clase media y la clase media alta como la que compone gran parte el colectivo social de San Pedro ha hecho un deporte de la evasión fiscal. En cuanto a las rutas destruidas y el desguace ferroviario son el producto de las privatizaciones jurídicamente tortuosas alentadas por los impulsores de la política económica que Usted aplaude. Una casa con un cartucho de dinamita se demuele en segundos, volver a construirla, meses o años. Y Usted pretende que la destrucción sistemática del Estado desde los setenta al dos mil sea resuelta en diez años y encima con el lastre de los nostálgicos de la privatización a mansalva ¿Se acuerda de Dromi? Dijo Blake: “Como el aire para el pájaro o el mar para el pez, así el desprecio para el despreciable” .
¡No sea necio hombre! Claro que hay millones de argentinos que todavía no ven satisfechas sus necesidades básicas pero… ¿por qué en lugar de alentar la desinversión y fomentar la fuga de capitales los que tienen dinero y mucho, no invierten en el país generando puestos de trabajo genuinos, y no trabajo esclavo? Por egoísmo, falta de compromiso o por mantener una alianza con quien, como el “Momo” Venegas permite que en el sector al que Usted representa existan más de setecientos mil puestos de trabajo informal (lo puede llamar en negro si gusta).
Hoy el Gobierno Nacional modificó el Régimen de Retenciones para el biodiesel, que era lo que pretendía hacer en el dos mil ocho con todas las exportaciones granarías, pero no, Ustedes salieron salvajemente a las rutas a defender a su propio sector sin importarles un bledo del resto del país que necesitaba resurgir. Entonces apareció el inútil de Cobos quien festejado con champagne por todo el ruralismo finalmente los perjudicó. Hoy, si las retenciones móviles estuvieran vigentes, ganarían más dinero.
Por último y finalizando voy a recurrir a Schopenhauer: “Los monos hacen lo que ven, los hombres dicen lo que oyen”
Lucio Negri, DNI 4848730