CAMPO DE BATALLA
San Pedro se convirtió en los últimos días en uno de los epicentros de la lucha del campo contra la modificación del régimen de retenciones al agro implantado por el gobierno. Con cortes de ruta y requisas al transporte de carga, las cuatro entidades del sector y productores auto convocados se hicieron presentes en nuestra ciudad, y presentaron batalla.
Nafta al fuego
Si algo no necesitaba la crisis entre el gobierno y el campo, eran las declaraciones de la presidenta Cristina Kirchner durante la tarde de ayer. Con un tono violento y altanero, la tesis presidencial fue que la gran rentabilidad del campo se debe básica, y esencialmente, al tipo de cambio que sostiene el gobierno.
Porque sustentan el modelo macroeconómico, porque garantizarían “precios argentinos para los argentinos” (según CFK), y como mecanismo redistributivo, es que el gobierno justifica las retenciones. Hasta aquí, podría haber sido una exposición de argumentos más o menos discutible. Pero la presidenta decidió no quedarse allí, y atacó directamente a los productores llamándolos entre otras cosas “piqueteros de la abundancia” y dijo que la argentina pasó “de la tragedia, a un paso de comedia”.
“Parece que algunos sectores no están dispuestos a cambiar, ni a entender” dijo la presidenta con tono provocador. Acusando a los productores entre otras cosas de ser los empleadores del empleado peor pagado de la escala salarial y con mayor nivel de trabajo en negro como sería el peón rural.
Casi como si estuviera buscando una reacción por parte del campo, arremetió de lleno contra supuesto compromiso que tendrían estos con la medida: “El paro es para los argentinos porque los productores siguen exportando”.
La presidenta dijo no estar dispuesta a someterse a ninguna extorsión, y paradójicamente, después de semejantes declaraciones, un gobierno que no se caracteriza por ser demasiado comprensivo con la disidencia, le pidió a los argentinos un esfuerzo muy grande de tolerancia.
Por su parte Silvio Corti de la Federación Agraria quién dijo estar “muy caliente” comentó que el discurso fue “demagogia pura, verso y mentiras”. Y dijo que la institución que representa estaría planificando sendos recursos de amparos contra las retenciones. Por otro lado, el Dr. Spiropulos explicó la viabilidad de los mismos, ya que el estado estaría infringiendo principios elementales del derecho con estos que llamó, “impuestos confiscatorios”.
En medio del discurso presidencial, y cuando la presidenta aludía a que todos aquellos que tienen un amigo o vecino propietario de campo, “han visto como ellos recompusieron su nivel de vida y compraron 4×4” la manifestación en la ruta 9 explotó, los manifestantes se exaltaron enormemente, y cortaron ambas manos de la autopista. En ningún momento, durante todos los días que lleva la protesta, la indignación fue tan grande como durante el discurso presidencial.
El desarrollo del conflicto
La lucha del campo versus el gobierno K, no le escapo a esta máxima que señala que “todo lo que pasa, pasa en San Pedro”. Así, desde que las entidades ruralistas decidieron su primer corte y acto conjunto en la zona, se abrió un nuevo capítulo de una pulseada que dejará heridos y caídos en todas las franjas de la población. A pocas horas de aquél primer desafío, la medida de fuerza redobló su intensidad durante los días de Semana Santa y los primeros días de esta semana.
Para “garantizar” el acatamiento del paro emprendido por el sector agropecuario, los productores decidieron realizar distintos cortes de rutas en lugares estratégicos del país, desde donde “monitorear” que ningún camión llegara con productos agropecuarios hasta los principales puertos y ciudades del país, con el claro objetivo de desabastecer de alimentos a la Capital Federal. Uno de esos puntos estratégicos fue la ciudad de San Pedro.
Porque el cruce de la Ruta Nacional numero nueve, con la ruta Provincial 191, sumado a la estratégica balanza de pesos de cargas ubicadas en la salida de Río Tala, convirtieron a esta localidad en el lugar ideal para los “piqueteros rurales” para controlar el acatamiento del paro por parte de sus colegas.
Fue precisamente en la balanza donde, desde Semana Santa, se apostaron aquellos quienes, convencidos de la legitimidad de la protesta, se dispusieron a revisar uno por uno, todos los camiones que por allí pasaron. Con algo de prepotencia detenían los rodados cuya carga era minuciosamente examinada.
Al promediar la mañana del lunes, las demoras en el tránsito a la altura de la balanza, hacían que la cola de autos sobre la mano Rosario-Buenos Aires llegaran hasta la altura de la estación de servicio Shell.
Los productores se organizaron a la vera de la autopista, en la mano Rosario-Buenos Aires a la altura del kilómetro 158 donde se ubica la balanza con la intención de “no perjudicar” a los automovilistas, los vehículos livianos eran separados por la mano rápida, mientras que todos los camiones en los que no estaba claro el tipo de carga eran detenidos para ser revisados.
Ruta Caliente
En los casos en los que en los camiones eran encontrados productos agropecuarios, se obligaba a los choferes a regresar o a esperar a un costado de la ruta por definiciones. Cuando algún camionero osó oponerse al procedimiento cuasi policiaco, los manifestantes lo increpaban con amenazas de dañar la carga o el camión, o de destruir la carta de porte de mercadería.
Particularmente durante el día domingo sucedió que algunos de los manifestantes mas radicalizados abrían las boquillas de los camiones que transportaban maíz haciendo que gran cantidad de este cereal fuera vertido a un lado de la autopista.
Casi como una parodia de la tragedia que vive el campo en este momento, algunos chicos que acompañaban junto a sus padres el reclamo, jugaban entre el maíz volcado en la ruta, fascinados con lo que parecía ser un gran arenero.
El primer incidente, se registró pasadas las nueve de la mañana, cuando el chofer de un camión, descendió munido de un cuchillo, dispuesto a todo. Una rápida reacción de los dirigentes, desactivó parcialmente la violencia que marcaría el resto del día.
Mientras el festejo del gol de Datolo para Boca resonaba todavía en los parlantes de la radio que algunos camioneros santafecinos habían ubicado a la sombra del camión durante la tarde del domingo, el grupo entero se quejaba. “Encima que estos tipos no nos dejan pasar, Colón pierde con Boca”. El fastidio en la cara de los transportistas era evidente. “Mi mujer no me cree que estoy acá, por la tele están diciendo que los camiones con verduras pueden pasar, y sin embargo yo ya llevo 4 horas acá parado”.
Es que las órdenes dentro del grupo de “productores autoconvocados” no estaban claras. Con muchos caciques y pocos indios la información por momentos se hacía confusa. Los camioneros santafecinos transportaban zapallitos, y habían sido notificados que no tendrían problemas para transitar porque las primeras informaciones hablaban de restricciones exclusivamente a la carne y a los cereales. Con el correr de las horas fueron ganando terreno las posturas mas radicalizadas que promovían la restricción total de todos los productos del campo, incluyendo las verduras y los lácteos.
Los ánimos ya estaban bastante caldeados entre los productores cuando se regó un rumor que circuló mucho mas rápido que lo autos que transitaban a paso de hombre: “Viene gente de Moyano a levantar el corte. Hay 500 militantes del sindicato de camioneros apostados en Zárate esperando la orden de intervenir”. Entre las caras de preocupación de unos y la euforia por enfrentarse que mostraban otros, algunos camioneros reclamaban una solución a su problema, ya que no podrían continuar allí para siempre.
Alrededor de las 19 horas del domingo, un colectivo de línea proveniente de Capital Federal, junto a dos camiones con semi bloquearon totalmente el tránsito sobre el puente que cruza el Arroyo El Tala. Del colectivo bajaron algunos pocos hombres que les “hicieron el aguante” a los camioneros. “Hasta que no dejen circular a los camiones que están parados en la balanza, por acá no pasa nadie” ,“y no saques fotos”, dijo uno de ellos. Bastaron 25 minutos para que la cola de autos llegara hasta la balanza y para que los productores negociaran con los camioneros. Rápidamente se liberó el paso de todos los camiones detenidos en la balanza, y por consiguiente de aquellos que estaban demorados sobre el puente. Los patrulleros, testigos de lujo de toda la prepotencia y la contra-prepotencia.
Fisura
Durante la madrugada del lunes en una reunión realizada en un pequeño club sobre la Ruta 51, alrededor de 700 productores que trabajan con la Cooperativa Agrícola de Ramallo debatieron los pasos a seguir. Allí se habría producido alguna fisura entre ellos, e incluso con las entidades de San Pedro. Sucede que a pesar de que un grupo abogaba por moderar la protesta durante la madrugada por una cuestión, según ellos, de seguridad ya que la policía se había retirado del lugar, otro grupo de gente “mas joven” decidió no flaquear ni un minuto, y ni bien se levantó la prohibición por parte del gobierno a la circulación de camiones en el marco del Plan Nacional de Seguridad Vial, se abocaron a la tarea de requisar camiones, para evitar que la mercadería del campo pasara por allí.
Los Bocinazos y Los Barrabravas
Cuando parte de la hinchada de Newells que viajaba a Capital Federal para presenciar el partido de su equipo frente a Lanús, decidió que la espera en la balanza ya había sido suficiente, se vivió uno de los momentos más tensos de la jornada del lunes. No mas de cuatro o cinco barra bravas se bajaron de un vetusto colectivo e increparon a los manifestantes: “Vos el del palo, vení”, alcanzó a decír uno de los barras que, mucho mas curtido que los productores en el arte de las contiendas callejeras no se sintieron intimidados por el hecho de ser ampliamente superados numéricamente. Hasta el grupo más duro de manifestantes retrocedió, y apuraró a sus compañeros a evacuar a los camiones detenidos para facilitar el paso, y despejar rápidamente la autovía evitando así el enfrentamiento.
A partir de ese momento, con cada micro con hinchas de Newells que por allí pasó, los manifestantes hicieron gestos de apoyo y los saludos y bocinazos fueron recíprocos. Cabe preguntarse si muchos de los que tocaron bocina en señal de apoyo hacia los manifestantes, no lo hicieron para intentar asegurar su integridad personal, tal como estos lo hicieron con los barras del equipo rosarino.
Moyano Boys
Finalmente el rumor que circuló durante todo el fin de semana, se hizo realidad durante la tarde de ayer. Un grupo de militantes del Sindicato de Camioneros que responde al Secretario General de la CGT Hugo Moyano proveniente de San Nicolás, se hicieron presentes en nuestra ciudad. El grupo concentró en la esquina de Pellegrini y Libertad mientras que sus representantes se reunían en la comisaría, con quienes oficiaron de representantes de los manifestantes del campo, Raúl Victores y Daniel Berdile. Durante la reunión, el titular de la comisaría Capitán Biaín intentó mediar entre las partes para que el conflicto de intereses entre ellos no ocasionara disturbios.
Finalmente los camioneros se comprometieron a instalarse en la estación de servicio de La Serena simplemente para asistir a sus compañeros demorados por el piquete, y que ellos mismos instruirían a los transportistas que llevaran productos agropecuarios de la imposibilidad de continuar viaje.
La Tele Civiliza
Fue llamativo observar como todos los “procedimientos” que se realizaron en orden de revisar los camiones se tornaron sumamente mas civilizados mientras las cámaras de televisión los filmaban. “No toquen nada, dejen que las puertas las abra el chofer” se escuchó decir cerca del primer camión enfocado por TN. A los camioneros que tuvieron esa suerte, se los trató, sin lugar a dudas mucho mas civilizadamente. Quienes no tuvieron la misma oportunidad, fueron los automovilistas que mostraban desaprobación con la movilización, quienes además de insultos e improperios, recibieron escupitajos y hasta alguna patada sobre sus vehículos por parte del improvisado grupo de choque de productores autoconvocados. Otros que circulaban tocando bocina o aplaudiendo en claro respaldo a la protesta, no ahorraban improperios contra el Gobierno Nacional.
Celulares y Cacerolas
Durante toda la tarde de ayer se recibieron informaciones de mensajes de texto que se multiplicaban en los teléfonos de muchísimos vecinos de San Pedro convocando a un cacerolazo en la Plaza Belgrano a las 20 horas, en apoyo a los reclamos del agro. Pero la convocatoria recrudeció descomunalmente después del tremendo discurso de Cristina Fernández de Kirchner.
Una gran cantidad de gente se auto-convoco entonces de esta manera, por mensaje de texto durante la tarde noche de ayer, en las inmediaciones de la Plaza Belgrano. Con cacerola en mano, cientos de vecinos marcharon por todo el casco céntrico de nuestra ciudad. Fue verdaderamente emotiva la movilización en la que tantos sampedrinos respondieron el embate presidencial, con mucha más altura que la que mostró Cristina Fernández: Protestando pacíficamente.
El testimonio es irrefutable: La movilización de anoche en San Pedro resulto más convocante que las acaecidas en nuestra ciudad durante la crisis de Diciembre del 2001. El vínculo entre los pueblos del interior y el campo, es de una condición cuasi simbiótica, por lo que los Argentinos del interior están viviendo está situación con verdadera preocupación y expectativa. Y está convirtiendo a un conflicto que comenzó como una discusión sectorial, en la crisis política mas importante de la era K.
De esta manera, cada marcha, cada movilización a lo largo y ancho del país, sigue configurando la imagen de una protesta federal, descentralizada, inmanejable por parte de los dirigentes y políticos y un verdadero testimonio del hartazgo que comienza a mostrar la ciudadanía frente a la prepotencia presidencial. Roguemos que el gobierno recapacite, que entienda que discutir no es una muestra de debilidad sino de civilidad. Se puede estar de acuerdo o no con las retenciones. Se pueden defender apasionadamente intereses sectoriales. Lo que ningún dirigente político con la responsabilidad de la presidenta debería jamás hacer es provocar a ciudadanos exasperados, apostar a la violencia y seguir sembrando la discordia.