Calistenia, el arte de hacer ejercicios con el propio peso del cuerpo que se abre espacio en el Paseo Público
Alrededor de 50 jóvenes de San Pedro entrenan en la zona costanera, cerca del riacho, un deporte que, si bien actualmente está frenado como todos por la cuarentena para evitar la propagación del coronavirus, en los últimos meses ganó muchos adeptos. "El grupo se armó a mediados de 2019 y fue creciendo rápido. Es un lindo lugar y un lindo entorno, muy unido y esto está bueno", contó a La Opinión Agustín García Fasce. Además, Santiago Ales, que dejó tenis y se volcó de lleno a la calistenia, recalcó las bondades de la actividad: "Ahora podemos hacer con cualquier cosa en nuestra casa".
Calistenia es un deporte que su denominación proviene del griego: khalos es belleza y sthenos, fortaleza. En otras palabras, es hacer ejercicios con el propio peso del cuerpo. En San Pedro desde hace alrededor de un año, es común observar en el Paseo Público, en la zona próxima al riacho, a un grupo de jóvenes practicar esa disciplina que, si bien actualmente está frenada por la cuarentena para evitar la propagación del coronavirus, reúne alrededor de 50 personas entre hombres y mujeres.
"El grupo se armó a mediados de 2019. En ese momento decidimos armar un grupo de WhatsApp y a medida que fueron cayendo fuimos sumando y agregando. Fue creciendo rápido, es un lindo lugar y un lindo entorno, el grupo es muy unido y esto está bueno", contó a La Opinión Agustín García Fasce, uno de los primeros en comenzar con la actividad en la ciudad.
Sobre la disciplina, García Fasce, que trabaja en una pizzería y reparte su tiempo para poder entrenar, recalcó que es "linda" y tiene un ambiente "sano". Y agregó: "Lo que tiene de bueno es que es al aire libre y los días que se prestan para hacer ejercicios, estar ahí es un privilegio. Siempre llevamos música, compartimos mate y son cosas que van sumando al lugar. Estamos contento cuando se va sumando gente, eso está bueno y suma. En el transcurso de este tiempo el deporte se fue haciendo conocido".
Uno de los jóvenes que más se destaca, señalado por sus propios compañeros, es Santiago Ales quien comenzó a practicar calistenia por iniciativa de su entrenador de tenis a los 15 años y a los 18 dejó el tenis y se volcó de lleno a su nuevo deporte. "Arranque y fui progresando hasta que empecé a ir al Paseo Público con los chicos. "Me gusta la fuerza que ganas y los ejercicios se hacen todos con el cuerpo, trabaja todo el cuerpo, quemas grasas.", explicó el estudiante de ingeniería agrónoma en Zavalla, localidad ubicada en las afueras de Rosario.
Acerca de cómo se conocen los ejercicios, Santiago contó que su "profesor de tenis" le enseñó varios y que también se comparten entre los chicos videos de You Tube, más aún desde que comenzó el aislamiento social preventivo y obligatorio: "Entre nosotros nos compartimos ejercicios, corregimos técnicas. Hay diferentes tipos de variedades de ejercicios. Ahora no podemos ir al paseo pero podemos hacer con cualquier cosa en nuestra casa". En ese sentido, Agustín añadió: "Con este tema estamos hablando por el grupo compartiendo videos de ejercicios y nos mantenemos en contacto".
Cuando los chicos empezaron a frecuentar el Paseo Público, las instalaciones no eran las más adecuadas para realizar el deporte. Por eso, le pidieron a la Municipalidad que acondicione las barras y tuvieron una rápida respuesta. "Fue un logro muy importante para todos que el lugar siga creciendo", sostuvo García Fasce en sintonía con lo que aportó Ales quien detalló que "pusieron muchas barras que faltaban" y sólo resta que coloquen "la barra en cuadrilátero" aunque dejó en claro que se las "arreglan con cualquier cosa".
Como en todo deporte no sólo la actividad física es el provecho que obtienen quienes lo hacen sino también que lo social es, en muchos casos, más importante. Aunque no se trata de un club ni ningún tipo de entidad, el grupo colaboró con algunos de sus integrantes en diferentes aspectos, contó Lucas Arias, otro de los jóvenes que concurre desde los primeros días a pesar de que tiene la agenda cargada con su función de médico. El primero de los casos que mencionó fue el de una chica que estaba estudiando para recibirse de "suboficial de Prefectura": "La ayudamos a aprender a nadar, remar en kayak y hacer otras actividades para entrenamiento físico como flexiones de brazo y abdominales. También le conseguimos un trabajo y en febrero entró a la Prefectura. Ella fue la que diseñó el logo del grupo y ayudó a hacer las remeras. El año pasado había desaprobado la parte de natación y este año aprobó todo".
También, Lucas contó el caso de otro joven que se inscribió a un certamen de fisicoculturismo en una categoría pero que, después de que observaron su condición, los organizadores lo pasaron a la principal. Incluso, señaló que deportistas que se dedican a otras disciplinas también hacen calistenia a modo de entrenamiento para su actividad principal.
Por último, habló de la alimentación y la importancia de ser estrictos en la planificación para ayudar al desarrollo del cuerpo: "La mayoría tenemos un régimen cuidado. Los pibes llegan solos y como se ven bien rápidamente que se empiezan a marcar el cuerpo por la alimentación y las conductas, les gusta. En tres o cuatro meses te cambia el cuerpo, es un entrenamiento sacrificado pero rápidamente tenés resultados".
Aunque los alrededor de 50 jóvenes puede seguir haciendo calistenia en su casa con los elementos que cuentan, aguardan con ansias poder regresar al Paseo Público, hacer deporte, tomar mates y escuchar música porque, más allá de la exigente actividad física, el contexto ofrece bondades que otras competencias no tienen.