Caballos Sueltos: Proponen multas severas para los dueños
El Secretario de Desarrollo Económico, Cultural y Turístico Pablo Ojea dijo que el municipio debe buscar una solución “urgente” para tal situación, mientras que el Jefe Distrital Juan Monje se mostró “cansado” de tener que utilizar personal policial para el seguimiento de los equinos que ponen en riesgo a la población.
Desde hace por lo menos un año las denuncias por la presencia de caballos sueltos en las rutas de acceso a San Pedro se han vuelto una costumbre; ahora los vecinos se quejan porque no sólo los encuentran en dichas vías sino también en la zona del boulevard, las avenidas y hasta las calles céntricas de la ciudad.
La situación preocupa al Secretario de Desarrollo Económico, Cultural y Turístico Pablo Ojea que en las últimas reuniones sostuvo que está “cansado” de tener que ser él el que “acarree” los equinos que en otros tiempos eran arreados por personal especializado. En ese sentido manifestó que es necesario que el municipio cuente con arrieros, un tráiler en buenas condiciones y un lugar apto donde dejar los animales que luego, con sanción previa, serían devueltos a sus dueños.
Ojea reconoce que no es momento para que el municipio realice gastos superfluos pero también entiende que es una necesidad de los vecinos tener controlada dicha situación. Todo indica que muchos de los animales sin identificación de yerra, son propiedad de personas vinculadas al municipio o agentes del orden.
El pedido del funcionario fue elevado a sus superiores el año pasado cuando se anunció una creciente para San Pedro que superaría los 4,00 metros. “Propuse que compren un tráiler usado para no tener que ir con la patrulla rural y el animal de tiro”, informó y advirtió que el mecanismo que están utilizando no sólo genera “un importante peligro” para los trabajadores sino también para el animal y los vecinos en general.
A esto se le debe sumar la creación de un espacio apto en el corralón donde los caballos puedan permanecer como máximo cinco días, hasta que el propietario lo reclame. “Para ello debe sacarse un presupuesto de cuánto alimento se necesita para mantener el animal allí”, explicó el ingeniero quien dio a conocer que en caso de que equino no sea reclamado será sometido a remate, a un instituto de sangre o a un frigorífico.
Teniendo en cuenta la crisis que atraviesa el municipio, Ojea reconoció que la solución más rápida para controlar a los caballos es volver a contar con los cuatro arrieros que el área de inspección tuvo en su momento. De todos modos insiste que la gran solución sería sancionar severamente a quienes no controlan los animales mientras evitó referirse a los propietarios que en muchos casos son empleados municipales o policías.