Buscan firmar contrato directo con Ashira por tres años y suprimir el barrido mecánico
El Gobierno no llamará a licitación para el servicio y planea la firma de un convenio directo con la empresa. El viernes hubo una reunión en la que avanzó la propuesta de Sánchez Negrete de pagar la deuda existente en 10 años y con “una quita” sobre los intereses. La suspensión del barrido mecánico podría acarrear problemas con los vecinos y con el Tribunal de Cuentas.
Cuando quedan dos semanas para el vencimiento del contrato directo con Ashira por la recolección de residuos y sin haber llamado a licitación, el Gobierno acordó con la empresa la firma de un nuevo convenio de esas características, no llamar a licitación, refinanciar la deuda a diez años con “quita de intereses” y suprimir del servicio el barrido mecánico de calles en toda la ciudad.
Desde principios de año y hasta la fecha, la Municipalidad paga a Ashira 3 millones de pesos por mes. Desde el gobierno de Guacone, el Estado local arrastra una deuda que ronda los 50 millones de pesos, producto de convenios de refinanciación que implicaban aumento de los intereses y que nunca se pagaron.
Acuerdo en puerta
El secretario de Economía Mario Sánchez Negrete anunció que en una serie de reuniones con la empresa, la última el viernes pasado, alcanzaron un acuerdo que quedará plasmado con firmas en los próximos días para refinanciar esa deuda a diez años, pagarla con bajos intereses y con “una quita del 70 por ciento de los intereses, lo que le ahorra a la economía municipal cerca de 7 millones de pesos”, aseguró en rueda de prensa.
El funcionario dijo que la cuota rondaría los 500 mil pesos mensuales y luego, en diálogo con La Opinión, señaló que el servicio reducido, sin el barrido mecánico, pasaría a costar unos 2,7 millones. “Pagaríamos prácticamente lo mismo, pero cumpliendo con la deuda”, explicó.
Desde la empresa, el Gerente de Legales y RRHH Sebastián Insúa confirmó los términos de la reunión y del acuerdo, y aclaró que todavía faltaban las firmas para que se haga efectivo.
Durante la reunión de gabinete ampliado cuyos detalles reveló la semana pasada este medio, el intendente Salazar le preguntó a Sánchez Negrete cómo reemplazarían la limpieza del barrido mecánico. “Lo estamos viendo”, fue la respuesta. “¿Me voy a ganar 600 mil problemas?”, preguntó el intendente.
El Secretario de Economía les explicó a los presentes sus argumentos. Dijo que el servicio de barrido mecánico “no estaba funcionando bien”, de acuerdo a lo aportado por las fuentes de este medio, y que suprimirlo “no va a cambiar sustancialmente la higiene de la ciudad”.
Incluso reconoció que hace un mes que el servicio no funciona y que hasta el momento no hubo quejas. El funcionario sostuvo que los contribuyentes dejarán de pagar por el barrido mecánico.
Sin licitación puede haber problemas
El Gobierno firmó durante la primera semana de enero un nuevo convenio, por tres meses, con la esperanza de llamar a licitación. El plan era redactar un pliego de bases y condiciones y llamar a licitación, algo que no habían hecho cuando pidieron la prórroga hasta diciembre, que tampoco hicieron hasta ahora y que tampoco harán.
El plan es firmar otra vez un contrato directo, es decir una enésima prórroga a una concesión que venció en 2013 y que desde entonces se extiende a la espera de un llamado a licitación que, por el monto que implica, debe ser internacional.
Firmar un contrato de uno a tres años, tal el plan actual, violentaría la idea de “prórroga por emergencia”. Si, como anunció el Gobierno, el nuevo convenio modificará el pliego de bases y condiciones originales, lo que violentará es la Ley Orgánica de las Municipalidades, ya que no se trataría de una “prórroga” sino de la firma de un nuevo acuerdo sin los mecanismos de licitación que prevé la normativa vigente, lo que acarrearía problemas en el Tribunal de Cuentas.
La última vez que se llamó a licitación para el servicio fue en 2015, luego de una disputa entre la empresa y el gobierno que comandaban Giovanettoni, Baraybar, Macchia y Borgo. En ese momento, Ashira fue la única oferente y presentó una oferta superior a la del pliego, por lo que el llamado fue declarado desierto.