A buen puerto fue… (por arena)
Ya estamos bien adentrados en este 2008 y las actividades comerciales empiezan a tomar el ritmo habitual del año. Es importante entonces detenerse a mirar hacia atrás y observar cual fue la actividad de nuestro puerto en el año 2007.
La actividad portuaria en 2007 arrojó cifras por demás interesantes. El mercado de cereales continúa en baja. Si bien la principal caída se dio entre el 2005 el 2006 cuando disminuyó en casi un 50%; entre el 2006 y el 2007 disminuyó algo menos de 100.000 toneladas. En el 2006 se exportaron 435.019 toneladas y en el año que pasó se exportaron 385.824 toneladas.
Por su parte las frutas mantienen un buen ritmo y continúan en su ascenso promedio año a año. En esta oportunidad se vio un aumento de algo más de 23.000 toneladas. En 2006 salieron algo más de 145.000 toneladas mientras que en el 2007 pasaron por el puerto local un número apenas superior a 168.000 toneladas. Lo irónico aquí es ver cual es la actividad que más aumentó en cantidad en lo que respecta a movimientos portuarios. El removido de arenas en toneladas creció casi un 50% en un año. En el 2006 se movieron 391.863 toneladas mientras que en el 2007 las toneladas fueron 616.291. Cabe preguntarse porque calificamos esto de “irónico” y para explicarlo sólo basta con analizar datos concretos de la realidad.
Cabe recordar aquí que las areneras que funcionan en el puerto local tienen los contratos vencidos y ocupan los terrenos del puerto sin pagar ningún tipo de arancel, que sería lo que corresponde. El Consorcio de Gestión del Puerto no prorrogó los alquileres. El Intendente Mario Barbieri manifestó públicamente que si bien está a favor de la generación de puestos de trabajo a través de la industria arenera cree que las empresas deberían trasladarse.
Las areneras en cuestión generan algunas situaciones traumáticas. Al tráfico de camiones por zonas no designadas para ese fin se suma el derramamiento de arena por todas las calles y algunas otras cuestiones que tienen un tenor importante. La semana pasada, sin ir más lejos, los trabajadores de las areneras protagonizaron un confuso episodio. El conflicto se produjo pasadas las ocho de la noche, cuando el Consorcio de Gestión cierra sus puertas. En ese momento, los trabajadores de las areneras, que trabajan hasta más tarde, intentaron salir y adujeron que los habían dejado encerrados. El presidente del puerto explicó que por disposición el puerto cierra a esa hora determinada y que si las empresas los obligan a trabajar horas demás que no es responsabilidad del Consorcio de Gestión. Un negocio millonario que usufructúa con las irregularidades propias del caso y para colmo de males se transforma en la principal actividad del puerto local.