“Bocha” Marmo renunció a su cargo tras la salida de la empresa de seguridad
El Jefe de Seguridad del nosocomio trabajó un solo día sin la seguridad privada, reemplazada con efectivos de la Policía Local luego de que la situación económica impidiera renovar el contrato con la empresa Grupo Custodia SRL.
El Hospital dejó de tener seguridad privada desde la semana pasada, cuando venció la prórroga de tres meses al contrato que unía a la empresa Grupo Custodia SRL y la Municipalidad. Al otro día, tras la primera jornada con efectivos de la Policía Local abocados a esa tarea, renunció el Jefe de Seguridad designado por el intendente, el expolicía Héctor “Bocha” Marmo.
La nueva licitación para el servicio quedó desierta porque no hubo ninguna oferta, ya que el monto que ofreció el Gobierno pareció insuficiente a las empresas del sector y la que cumplía el servicio retiró su pliego, ya que no había acuerdo monetario.
Hasta agosto, Grupo Custodia cobraba 326 mil pesos y para la prórroga hubo un ajuste del precio que llevó el costo del servicio a 420 mil. El contrato inicial era por 260.400.
La crisis financiera que atraviesa el Municipio hizo que el intendente y el secretario de Economía decidieran ofrecer un monto por el servicio que no contemplaba los aumentos de salarios, por lo que la empresa no pudo acceder y se retiró.
Además, las relaciones no estaban en los mejores términos puesto que el Gobierno mantenía una deuda por servicios prestados que la firma tuvo que soportar financieramente.
Héctor Marmo les comunicó la semana pasada al adminstrador del Hospital, Silvio Jaime, y al director médico, Guillermo Sancho, su decisión de no continuar. Luego hizo lo propio con el intendente Salazar, que intentó sin éxito retenerlo.
El día que los “pitufos” llegaron para cumplir las tareas, les hicieron saber a las autoridades del Hospital que responderían a órdenes de sus superiores, la oficiala subinspectora Laura Lencina y el comisario retirado Juan Carlos Agüero.
Incluso hay versiones que indican que un audio de WhatsApp les habría ordenado a los efectivos que cubrían servicio una noche no entrometerse en una situación que se habría desencadenado. Hasta se dice que los “pitufos” perdieron dos juegos de llaves en las primeras jornadas en las que trabajaron en el Hospital
De los nueve empleados que Grupo Custodia tenía abocados a la seguridad del nosocomio, tres fueron destinados a otros objetivos. El resto recibirá el telegrama de despido. De ellos, tres hombres podrían ser reincorporados si la empresa toma la seguridad de una importante institución. Las tres mujeres, por su parte, no tienen posibilidades y se quedaron sin empleo.
Hubo una propuesta de último momento para que los trabajadores continuaran como proveedores monotributistas del Municipio y mantuvieran sus puestos, pero no prosperó.