Bianchi y Ramírez continúan detenidos por el crimen de Salazar

Tras lo graves episodios del Martes 14 de Octubre, que se cobró la vida de Juan Pablo Salazar, el barrio Hermano Indio vive una gran tensión cuya duración no se puede predecir. Lo acontecido fue de tal magnitud que hay temor por las represalias y la búsqueda de justicia por mano propia por parte de quienes salieron en defensa de una y otra familia.
Hubo diversas posturas y opiniones con respecto a la vida por la que transitaban los involucrados, acusaciones y reproches, queda en claro que alguna relación entre ellos existía.
Para la Justicia todavía no están muy claros los motivos que llevaron a que las personas se tirotearan, y se descarta la posibilidad de que el origen sea un simple partido de fútbol, como por allí había dejado trascender el propio Julio Bianchi. Los motivos podrían ser variados y una secuencia de episodios con amenazas y disputas entre jóvenes podrían ser los motivos de la violencia desatada.
Por estas horas, se aguardan los resultados de las pericias realizadas en el lugar, puntualmente son las que determinarán quines, como y con qué armas se efectuaron los disparos. Aunque extraoficialmente se supo que los disparos fueron efectuados con un arma calibre 22 y una 9 Mm. Contradiciendo las versiones que indicaban que sólo se había utilizado un revolver calibre 22. Se estima que este último fue el que hirió de muerte a Salazar, mientras que una de las hijas de Bianchi, que recibió un disparo en el empeine del pie izquierdo fue efectuado con la 9 Mm.
En algún momento se trató de involucrar a un menor de edad como el autor del disparo que dio en el pecho del fallecido, pero la Justicia desestimó esa posibilidad, tomándola como un atajo de la defensa para exculpar a Bianchi.
La semana pasada, dos días después del triste episodio, un “batallón” de policías integrado por personal de la Comisaría de nuestra ciudad, Infantería y Grupo GAD, efectuaron distintos allanamientos en el barrio en cuestión pero todos dieron resultados negativos.
Se buscaban las armas utilizadas en el hecho. El escenario tuvo gracias a la demora del Juez, 24 horas para modificarse. El intenso operativo terminó con la torpeza propia de encontrar en el curso de una sola cuadra, niños jugando a la pelota y policías armados hasta los dientes, como si se tratara de un hecho cotidiano.
Mientras tanto, Julio Bianchi permanece alojado en la Comisaría Ramallo primera, mientras que Wenceslao Ramírez, está detenido en la Comisaría Ramallo Segunda.