Basurales a cielo abierto: La vida a merced de la negligencia
Aunque las muertes se cuenten por decenas, durante casi dos décadas el basural a cielo abierto sobre la Ruta 9 siguió cobrándose vidas. San Pedro y la ciudad vecina son de las pocas en la provincia que no cuentan con procesamiento de residuos. Contaminación constante para la población local, accidentes fatales para los baraderenses. El OPDS intima pero Provincia y Nación no ayudan con fondos para planificar políticas medioambientales a largo plazo. Desde Pedro Carossi y el Dr. Juan José Sanchez en la década del 90, a Aldo Carossi y Fabio Giovanettoni en 2015, el problema es de todos.
San Pedro y Baradero son dos de los pocos distritos que siguen con sus basurales a cielo abierto y sin tratamiento. Aquello que en San Pedro se planificó como una Cooperativa de Cirujas y un lumbricario en la zona de La Tosquera, pasó por decenas de trámites iniciados y anunciados por todas las gestiones: Pángaro, Barbieri, Guacone y ahora por breve tiempo Fabio Giovanettoni.
En Baradero fue casi un anuncio de campaña de Pedro Carossi cuando en 1995 informó a su pueblo que el flagelo de la basura dejaba de ser un problema fronteras adentro del casco urbano para trasladarse a un predio que por su desnivel necesitaba “relleno”. Ni más ni menos que esa era la intención inicial del viejo caudillo comunal que luego padecieron Ricardo Montesanti y ahora su hijo Aldo, que lleva dos períodos consecutivos lamentando muertes.
En 1997 le echaban la culpa a los “cirujas” que revolvían todo, en 2015 a los incendios “intencionales” sobre los que no hay pruebas pero sí una profundidad que se mide en metros de residuos tóxicos que se esparcen en forma de humo por la ruta.
Desde nuestra ciudad el humo convive con las familias que viven “en” y “del” basural, con los niños que deambulan por la zona y pese a que el Municipio perdió un juicio que le costó muy caro por haber perjudicado el valor de un campo con un monte de frutas que quedó inutilizado y tiene varias intimaciones para cesar con la montaña de residuos que se agranda día a día y se sume en la profundidad de las napas de agua, especialmente el acuífero Puelche, en los días de viento la nube tóxica azota a todos los barrios cercanos a Crucero General Belgrano.
En ambas ciudades el lixiviado (líquido residual de la basura) penetra sin piedad en la tierra y contamina napas, ríos y sistemas respiratorios tanto de animales como de humanos. No es necesario pero sí prudente recordar que esas emanaciones son cancerígenas.
Los accidentes
Apenas inaugurado el predio baraderense de 26 hectáreas comenzó a recibir 10 toneladas diarias de residuos sin distinción alguna y pese a que existe una ordenanza que lo regula. Poco tiempo después, la solución fue poner una garita de seguridad para impedir que “los cirujas hicieran humo”, tras un accidente múltiple ocurrido en 1997. El por entonces intendente Pedro Carossi declaró sin remilgos: “Antes de instalarlo hicimos estudios de los pozos de agua de esa zona y ya estaban contaminados. Así que no es por el basural”.
Aún no imaginaba la sucesión de tragedias que tendrían como escenario la Ruta 9 entre los kilómetros 140 y 150. El primer accidente grave que se recuerda es de mayo de 1997, murieron dos personas y 20 resultaron heridas. En agosto de ese mismo año, otro choque múltiple tuvo el mismo escenario. Doce vehículos de los cuales cinco eran camiones y tres micros sufrieron distintas consecuencias. Hubo dos muertos y 23 heridos. Luego están los que no han sido espectaculares pero sí fatales que pueden citarse año a año, mes a mes y lastimosamente –a veces–semana a semana.
Como una paradoja del destino, la fecha 9 de abril sella un antecedente para el accidente de la semana pasada. En esa fecha del año 2008, ocho choques en diferentes tramos de la ruta se sucedieron dejando un saldo lamentable. En ese momento coincidía el humo del basural con el de la queme indiscriminada de rastrojos en campos sojeros en la zona de islas. “No fue el basural”, dijeron, pero la muestra de lo que produce la escasa visibilidad por el humo es contundente.
El siniestro del pasado jueves, terminó con dos baraderenses fallecidos y 29 heridos.
Todos a Trenque Lauquen
El modelo de reciclaje de esa ciudad bonarense fue uno de los pioneros para la separación y posterior tratamiento de residuos. Su planta fue visitada en al menos una oportunidad por funcionarios o concejales de todas las gestiones de ambas ciudades. Incluso sus responsables han llegado a brindar charlas en esta zona, pero aUn así nunca se pudo llegar ni a imitar prácticas mínimas que no requieren de inversiones como la separación domiciliaria.
Basura Cero
El 9 de julio de 2012, el Concejo Deliberante de San Pedro sancionó la Ordenanza N° 6.004 conocida como “Basura 0”. Sus 34 artículos parecen una profesión de fe si se miran las circunstancias actuales. No solo dispone de plazos y obligaciones para el tratamiento de residuos, sino que obliga a la conformación de una Comisión de Monitoreo que ninguno de los poderes se ocupó de formar.
A poco de cumplir tres años, la norma no ha logrado ni sus postulados mínimos tanto en la separación domiciliaria como en el control del transporte que está a cargo de la empresa concesionaria del servicio, en este caso Ashira.
Hay que señalar además que esa legislación no es producto de una iniciativa de concejales sino de un grupo de sampedrinos que comenzó a reunirse, estudió, buscó antecedentes, redactó y pidió colaboración también al Consejo Consultivo que también estaba trabajando para la mentada reforma de la San Pedro 2000.
De todas las iniciativas sobre las que se habló en los últimos años, la que más avanza es la que se puso al hombro Pablo Ojea, aunque no le correspondiera a su área, y que tiene un proyecto de ordenanza pronto a ser presentado para su análisis.
Todo sigue igual
Hasta ayer el humo perjudicaba la visibilidad y el camión mosquito que fue parte del choque múltiple seguía en franca “exhibición” del horror que le costó la vida a 2 personas y dejó 29 heridos, amén de los más de 30 autos que sufrieron distintos daños.
El lunes por la noche el Intendente Carossi fue citado por el Concejo Deliberante para ofrecer explicaciones. La reunión fue a puertas cerradas pero según trascendió hizo referencia a la falta de presupuesto, a las internas en el Gobierno de Daniel Scioli y a la responsabilidad de quienes esa madrugada debían tomar la decisión de cortar la ruta y no lo hicieron apuntando al concesionario del peaje, Cinco Vial, y Gendarmería. Antes participaron también del encuentro con los ediles los integrantes de Defensa Civil, Bomberos y el Comité de Crisis que venía trabajando en el tema del humo antes del accidente.