Barrio Arcor: el botín político para la campaña que se inicia
Esta semana, dependiendo del clima, la empresa Giribaldi Hnos. iniciará refacciones en los techos de viviendas que sufrieron filtraciones. Un grupo de vecinos había reclamado por el deterioro de las casas pero en la Dirección de Viviendas dicen que los problemas son mínimos. El Frente para la Victoria, el Partido Socialista Auténtico y las agrupaciones Libres del Sur y Barrios de Pie, los asesoran para que “puedan hacer cumplir sus derechos”. La falta de un control y una política social adecuada coinciden con los intereses políticos que ya transitan hacia las elecciones de Octubre.
Los barrios son el blanco de las campañas políticas, ésta no es ninguna novedad. El mejor ejemplo reciente lo ofrece el Barrio Arcor, el más flamante de los complejos de viviendas que el Municipio entregó a los vecinos del Bajo Puerto sin poder ocultar la satisfacción de la coincidencia con un año eleccionario.
Desde antes de mudarse, los beneficiarios iniciaron reclamos de diferente tenor que se acentuaron en las últimas semanas. Justamente, cuando comenzaron a ser asesorados por dirigentes de diferentes partidos políticos minoritarios. En forma conjunta, recalaron en el barrio de las 80 casas pintadas de rosa, amarillo y celeste, representantes de agrupaciones con notables vinculaciones con el kirchnerismo como Barrios de Pie, Libres del Sur y otros partidos como el Socialismo Auténtico. Todos, con las mejores intenciones de ayudar a los vecinos para “que puedan hacer cumplir sus derechos”. Nadie advirtió que si hay falencias es la empresa quien debe hacerse cargo durante los meses que dure la garantía y que es el Municipio el que está obligado a controlar, multar y exigir.
En una especie de conferencia de prensa, el jueves algunos vecinos presentaron una nueva nota firmada por más de treinta personas, en la Mesa de Entradas del Municipio. En ella solicitan, entre otros puntos: “el listado oficial actualizado de beneficiarios del barrio, la garantía de obra para poder reclamar en tiempo y forma las cuestiones técnicas que atañen a la construcción de las viviendas, el fin de obra para tener garantizado que la casas está en óptimas condiciones para poder habitarlas, los bienes y servicios de las viviendas que tienen que garantizar la empresa constructora y el Municipio, la fecha de finalización de la obra, los planos de las viviendas y dimensiones de terrenos, y la constancia de auditoría de la provincia”.
Pasando en limpio, los vecinos se muestran indignados porque las casas sufren filtraciones de agua en los techos, no funcionan las cerraduras y en general, porque las familias han crecido y las habitaciones resultan pocas o chicas para albergar a todos. Hay quienes todavía viven en el antiguo barrio y aseguran que jamás fueron censados, y ahora piden su nueva casa.
En cuanto a la garantía de obra por las filtraciones, el Director de Vivienda dijo que esta semana estaba previsto que la constructora Giribaldi Hnos. iniciara reparaciones, pero se había demorado por la lluvia.
“Se arreglarán las filtraciones que hay y los problemas domésticos en algunas casas, como cerraduras rotas y canillas falseadas. Pero ninguno de los casos son complicados, son cosas sencillas”, dijo el arquitecto Flavio Peiró. “La garantía está y se hace cumplir. Después las familias tienen que comprometerse a mantener en condiciones las casas”, agregó.
Los casos son diversos pero los funcionarios dicen que los que se quejan son menos que los que están conformes con sus nuevas viviendas. Y reafirman que el censo original se hizo correctamente.
“A lo sumo se podría brindar una ayuda para que las familias más numerosas puedan construir una habitación más”, apuntan sobre los reclamos de viviendas más grandes.
La falta de una política social coherente y de un control adecuado para estos barrios, que se construyen casi con la convicción de que sus beneficiarios jamás pagarán por la casa que reciben, alimenta una situación de conflicto creciente. Los protagonistas parecen haber aprendido que los reclamos tarde o temprano, los benefician con algún nuevo logro. Y los funcionarios se ven encerrados entre las denuncias de los opositores y la proximidad de una elección que lamentablemente, este año teñirá todo de un mismo color.