La Opinión llegó hasta el Club Paraná el sábado pasado con la curiosidad de ver qué cosas estaba haciendo Claudio “Conejo” Rivas, en otro tiempo hacedor junto a Juanjo D´estefano, Yayo Altolaguirre y otros, de las carrozas para el Carnaval.
Él sabe muy bien qué significa compartir estos festejos, algo que pareciera olvidado para San Pedro, que poco a poco y sin saber bien por qué ha ido perdiendo.
Comentó que alguna vez acercó una propuesta a la dirección de Cultura para trabajar con niños de 6° y 7° grado pero no hubo respuesta. ¿Será que la necesidad de juntarse, compartir, igualar se topa con la indiferencia y apatía? En Paraná, Claudio logra un excelente clima familiar y popular. La máscara gigante, realizada en telgopor y papel oro tallado cuidadosamente, la orquesta en vivo, el cotillón, las máscaras y la gente disfrutando y bailando. Bailar y bailar es la consigna.
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