Ayudar desde la experiencia
Narcóticos Anónimos, cambió su lugar de reunión. El espacio de encuentro, desde hace dos semanas, es en la sala de la Secretaría de Cultura en Salta y Arnaldo.
El grupo NA, San Pedro, funcionaba en la calle Esquiú desde hace una año atrás, alternando con los grupos de Alcohólicos Anónimos. Hace unos días, comenzaron a juntarse en Salta y Arnaldo, en la Secretaría de Cultura, porque allí les prestan el espacio todos los martes de 20 a 22 para llevar adelante su tarea.
El grupo, en San Pedro, no cuenta con muchos integrantes fijos, la mayoría lo utiliza como un espacio de tránsito al cual normalmente no regresa; constantemente aparece gente que ante la desesperación se acerca, pero luego no mantiene la continuidad necesaria para hacerle frente a su adicción.
Doce pasos para seguir
El grupo presenta como eje algunos principios de recuperación, la recapitulación de los doce pasos, probablemente puedan ayudar a reflexionar sobre aquellos valores perdidos, los afectos, las ganas. De algún modo, suplirán la medicina de un tratamiento ante cualquier enfermedad.
Están asociados directamente con principios espirituales, a medida que pasan las reuniones, van superando etapas para comenzar otras, el propósito fundamental indica recorrer los pasos con conciencia y decisión.
El primero de ellos tiene que ver con asumir que sus vidas se tornaron ingobernables y que se han mostrado impotentes con el consumo, luego llega el momento de reflexionar, presentar un inventario moral e individual, admitir las faltas o equivocaciones ante ellos y los demás, trabajar sobre los defectos, reconsiderar todas las personas que fueron dañadas por ellos e intentar enmendar ese dolor.
El grupo es un valor necesario, acompaña, escucha, alberga y refugia diferentes casos, es un espacio anónimo, y está ahí para quienes hayan tocado fondo, es una posibilidad de saber que se puede, nadie podrá juzgar a nadie, sólo escuchar o devolver la sensación de alivio entre compañeros que vivieron experiencias similares, no hay consejos ni sugerencias, sólo un lugar de pertenencia.
Una voz que sabe…
Desde el anonimato, Ezequiel necesita transmitir esta historia: “su historia”, no conocemos su rostro, no importa… su voz tiene peso suficiente y las ganas de contar su experiencia traspasa cualquier contacto personal, es culto, perfil bajo, verborrágico, condescendiente a sus principios, cuenta con una experiencia suficiente para contarnos, desde adentro, como se vive el grupo de NA, quince años sellaron su vida resumidos en estas líneas…
Tiene 35 años, el consumo lo ha acompañado desde los 18 aproximadamente, oriundo de la ciudad de Buenos Aires, decidió vivir en San Pedro siguiendo una elección de sus padres, se acopló y aquí vive desde hace un año… conoce la gran ciudad, ese monstruo ha sido gigante…
Ni bien llegó, buscó “su lugar, su casa”, esa que supo conocer y valorar desde hace años: El grupo de Narcóticos Anónimos, “Toqué fondo con una sobredosis a los 25 años, me acuerdo que me internaron en el Hospital Ramos Mejía que quedaba a cinco cuadras de mi casa y desde la camilla, cuando salía, copié un número de teléfono que decía algo así como ´si necesitás ayuda llamanos´ entonces llamé… y desde ese momento concurro asiduamente al grupo”.
Con la voz inquebrantable, cuenta que cuando llegó al grupo no tenía muy claro de que se trataba, entonces comenzó a explorar para matar su ignorancia con respecto a la enfermedad de la adicción, intentó darse cuenta de lo que es ser un adicto, paulatinamente entendió que la adicción no era únicamente a las drogas sino a las cosas, a las personas y a los lugares…
“La enfermedad es una crónica progresiva, podés parar de consumir, pero la autodestrucción puede llegar desde algún otro lugar, robar, vender o andar en una moto a toda velocidad sabiendo que te podés matar a la vuelta de la esquina”, sostiene.
A los 30, tuvo una recaída, previamente, había logrado controlar el consumo, aunque sin tratar la adicción como principal causa de su enfermedad, por esa razón reincidió, luego buscó otra oportunidad respaldándose en doce pasos que lo sostuvieron, lo alentaron y le permitieron controlar el consumo y comenzar a entender la enfermedad… hace cuatro años, cinco meses y veinte y tantos días que “está limpio”, así se definen quienes llevan un tiempo suficiente sin drogarse. Sin dudas, Ezequiel vislumbra un camino por el cual se puede parar de consumir y revalorizar la vida.
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San Pedro: Grupo NA, encuentros: martes de 20 a 22 Hs.
Salta y Arnaldo (Secretaría de Cultura)
Narcóticos Anónimos de Argentina:
San Martín 66 2P° Ofic. 217/8 Ciudad Autónoma de Buenos Aires – Tel.: 011-4342-6659/011-4345-7445
Website: http://www.na.org.ar e-mail: oficina@na.org.ar