Ayudémoslos!
Hoy, 17 de Agosto, vuelco en esta hoja toda esta situación para nada agradable; me hace sentir dolido tanto a mí como a mi familia. Nos abruma una nube de preguntas. ¿Por qué suceden estas cosas? ¿Qué es lo que nos pasa? Hoy por “Los Villarruel”, mañana por otros, por otros jóvenes que llevan a cuesta quizá un pasado que los marca hoy en el presente para poder caminar por este sendero tan complejo. La necesidad, la falta de afectos, la ignorancia, son sólo algunos de los síntomas que provoca esta enfermedad a la que no encontramos cura. Es por eso que mediante este medio les pido comprensión y solidaridad para con ellos. ¡Ayudémoslos! ¡Ayudémoslos! Y no los marginemos más. Basta! Este sistema social no está cumpliendo con sus bases, no está cumpliendo con la cooperación mutua para poder solucionar estos fines de vida. Hoy a mí me toca vivirlo de cerca, me hace sentir triste todo esto que provoca un gran desequilibrio emocional en familia, y mucha pena siento por cada uno de ellos, porque los conozco como lo que son realmente: Buenas Personas, capaces de dar de lo que más carecen. Sí, reconozco sus errores, sé que han tenido una mala gestión de su vida, pero sé que hoy pueden cambiar, y es por eso que hoy pido ayuda a la Justicia, por así llamarla, les sugiero que ingieran unas cápsulas de HONESTIDAD y que dejen esa bebida que tanto embriaga que se llama corrupción. Ser una autoridad civil no consiste sólo en llevar un arma en la cintura, sino portar los valores y principios bien marcados, obviamente apoyado en un curso de MORAL. A la autoridad política les pido que de vez en cuando dejen de lado el fanatismo turístico por nuestra hermosa ciudad y traten de concurrir a los hogares de estas personas que tanto nos necesitan, así de esta manera, podemos evolucionar conjuntamente. Al pueblo le pido que dejemos de juzgar sin conocer la Raíz de sus Historias. Y tengan en claro esto: “La verdadera Delincuencia está disfrazada con trajes y corbatas”. ANONIMO