Avanza la competencia de los comercios que no se inscriben
Los comerciantes que están en regla se siguen quejando por la cantidad de nuevos comercios que abren sus puertas sin siquiera iniciar el trámite de habilitación. Aunque algunos son intimados, el proceso hasta la clausura es tan largo que a veces cierran sus puertas antes. En lo que va del año, se labraron 40 infracciones en el área de comercios pero algunas corresponden a las localidades. El control es imposible porque, a pesar del crecimiento del sector comercial, sigue habiendo un solo inspector destinado a esta tarea.
“Para muestra alcanza un botón” dice el refrán, y la historia de una comerciante indignada por la “competencia desleal” de un colega que a unos metros de su negocio abrió otro exactamente igual pero sin ninguna habilitación municipal, es apenas un ejemplo de lo que denuncian continuamente quienes trabajan “por derecha” en el sector comercial de San Pedro.
La explicación es sencilla. Los comerciantes que no pagan ni habilitación, ni tasas y a veces ni tarifa eléctrica comercial porque se “cuelgan” de una vivienda particular, tienen más posibilidades incluso de ofrecer precios diferenciales en sus productos.
La respuesta desde la Municipalidad o la Coopser no siempre es la esperada. “Hicimos diez veces una denuncia, y hasta un empleado me contestó que lo que ocurría era que la persona tiene muchos conocidos”, explicó una comerciante que ofreció un testimonio similar al mencionado.
El problema, no sólo lo componen ciertos comerciantes que no cumplen con la ley sino también el propio sistema de control y de infracción.
Un único detalle basta para entenderlo: para controlar los más de 2.000 comercios que funcionan en San Pedro, Inspección General sólo cuenta con un inspector. El área de comercio en realidad tiene dos empleados destinados al control, pero uno está dedicado a las inspecciones de seguridad e higiene.
Clausuras lentas
“¿Cuándo escuchaste que hayan clausurado un comercio en San Pedro?
Yo, nunca me enteré. ¿Eso quiere decir que todos están en regla y habilitados?”, dicen los que se sienten damnificados.
La respuesta “oficial” niega esta teoría porque dice que mes a mes se realizan infracciones y también algunas clausuras, aunque la mayoría de ellas no trascienden.
“A veces retiran las fajas cuando el inspector se va”, explican para garantizar que a pesar de la escasez de personal en el área, el control se lleva a cabo.
Sin embargo, el trámite desde que se detecta una infracción hasta que se pueda clausurar un negocio es tan largo que los infractores tienen tiempo de decidir si les conviene continuar con el comercio o no antes de invertir dinero en la habilitación.
“Nosotros estamos controlando, pero continuamente están habilitando y cerrando por otro lado negocios. La gente a veces piensa que pueden abrir y hay un tiempo para iniciar la habilitación, pero no es así. Tienen que tener todo en regla antes de inaugurar el comercio”, dice el Inspector Mario Mezquida. Lo que ocurre, es que cuando se detecta la falta, lo primero que se hace es intimar al dueño para que en las próximas 48 horas inicie el trámite. Si no lo hace, la infracción se envía al Juzgado de Faltas y este organismo tiene 72 horas –siempre hábiles- para enviar una citación. De esa manera, se le ofrece la posibilidad al infractor de presentarse para hacer su descargo ante el Juez de Faltas, pero para ello se le ofrecen cinco días hábiles más. Si aún así no se presentara, recién en ese momento se puede derivar a la policía.
Ahora bien, si efectivamente inicia el trámite administrativo, en general la demora hasta terminarlo es de 15 a 20 días. “Hay comercios que no se pueden instalar en ciertos lugares, eso lo regula el área de Planeamiento, y por otra parte cuando los locales adeudan tasas municipales no se los pueden habilitar. Tienen que tener todo al día, o al menos haber iniciado un convenio de pago”, agrega Mezquida. Todo esto, significa nada más ni nada menos que una demora más para obtener la habilitación. Y el resultado, a veces, es que los comercios cierran sus puertas antes. “Algunos abren y como no les va bien, cierran antes de terminar el expediente. Cuando llega la clausura, el comercio ya no existe más”, reconoce el propio Mezquida.
La realidad demuestra que existen infractores capaces de todo. Como aquellos que para evitar las inspecciones, cierran las puertas hasta por una semana para que el inspector municipal que recorre el barrio desista, y entonces “reinaugura” su negocio otra vez.
Menos de $ 100 y 40 infracciones
Las estadísticas del Juzgado de Faltas indican que, en lo que va del año de un total de 1132 infracciones el área de Inspección General de San Pedro elaboró 416, y de ésta cifra se labraron 40 por incumplimiento a la ordenanza 3884/05 que regula el comercio. Pero algunas de estas multas fueron elaboradas en las localidades. Los datos indican que en Enero de 57 infracciones 4 fueron a comercios, en Febrero de 260 correspondieron 9, en Marzo de 376, fueron 16 y en Abril de 439 se contaron 11, marcando igualmente un crecimiento sostenido.
El trámite por habilitación de un comercio se inicia con el pago de una tarifa de $ 98,14, que se incrementa por cantidad de empleados que tenga el comercio. Se agrega un sellado de $ 4,50, y luego por trimestre se abona una cuota de $ 81 o más dependiendo siempre de la cantidad de empleados.