Auditores del Ministerio recorrieron la granja por las denuncias
Todo sigue siendo muy confuso en la investigación por la administración de fondos en la Cooperadora Verde Esperanza. La semana pasada atendiendo la repercusión de las denuncias efectuadas por el CLES, funcionarios de Desarrollo Social recorrieron la granja de Gobernador Castro. La ex encargada, que fue despedida, recurrió al ex Comisario Britos ante la falta de respuestas de la policía local para defenderse. La ex presidente del CLES, Florinda “Tita” Martínez, sufrió amenazas por la difusión de la información pero igualmente elevará todas las fotocopias de las facturas al nuevo Ministro de Desarrollo Social.
Probablemente con la asunción de nuevas autoridades en el área de Producción a nivel municipal y en el área de Desarrollo Social de la Provincia y de la Nación, se encamine una investigación más amplia que arroje luz sobre el manejo de los fondos que ha venido recibiendo para asistencia social, la organización/cooperadora Verde Esperanza.
Tratando de reducir al mínimo cualquier repercusión local sobre las severas denuncias realizadas por el CLES, los pocos representantes de la entidad a nivel local volvieron a evitar cualquier contacto con los medios que publicaron la noticia. “No vamos a formular declaraciones” repiten y es una postura respetable, que no hace más que aumentar las dudas acerca de las razones por las cuales no se puede responder a tanta información acumulada que no presenta claridad.
La semana pasada, luego de la publicación de documentos que probaron la existencia de facturas irregulares incluidas en el expediente de rendición de fondos de Verde Esperanza, uno de los mencionados en el lote de papeles extraños reaccionó contra quienes difundieron el documento y no contra quienes lo presentaron como elemento para justificar la compra de una vaca por 1.500 pesos a un cuentapropista de reparaciones hogareñas.
La ex titular del CLES recibió una intimidación verbal so riesgo de ser querellada con abogados por haber expuesto ante la opinión pública papeles que deberían ser analizados con minucia por parte de las autoridades que parecen saltear todo lo que se escribe sobre Verde Esperanza.
Recorrido por la granja
En la granja, a cargo del titular de la delegación de UATRE de Gobernador Castro, se hicieron presentes representantes del Programa de Seguridad Alimentaria quienes atraídos por las denuncias se interesaron por el estado actual del proyecto. Aunque fuentes cercanas a Verde Esperanza colocaron esta visita en el marco de una recorrida rutinaria de control, pudo establecerse en contactos dificultosos pero productivos con el Ministerio de Desarrollo Social que se inició una investigación para despejar cualquier tipo de sospecha.
El recambio de autoridades en el Ministerio con la salida de Alicia Kirchner y la asunción de un nuevo funcionario, también moviliza otras estructuras conexas que incluyen a los responsables de los programas a través de los cuáles se enviaron los fondos para los proyectos de Verde Esperanza.
Según dijeron en Desarrollo Social, es muy factible que, en el transcurso de las próximas semanas, se impulse desde el área alguna expresión pública para dar a conocer la preocupación de la cartera con respecto a la administración de los fondos.
Más allá de lo que hayan recogido la semana pasada en la visita a la granja, las autoridades del Ministerio recibirán de manos de la ex Secretaria del CLES una copia con toda la documentación obtenida, enviada con una carta y recortes periodísticos que lo pondrán “en autos” para que no se deje de investigar si el destino de los fondos que se enviaron desde el Estado fue el adecuado y ha servido al propósito con el que fue creado el plan: generar fuentes de trabajo genuinas.
Cabe recordar en este renglón que Verde Esperanza recibió entre varios subsidios, uno de 135 mil para poner en marcha una granja en Gobernador Castro en donde dicen haber gastado 85 mil pesos, con un panorama que está lejos de mostrar esa inversión, además de otros 60 mil en una panadería y una fábrica de pastas en barrios que siguen siendo tan carenciados como lo eran antes de la creación de esta ONG.
Hasta el momento, lo único que puede decirse y sin poner bajo ningún aspecto en duda la intención con la que se han manejado estos fondos, es que los programas no han funcionado como corresponden y que se ha perdido una vez más la oportunidad de dar buen destino al dinero para que se multiplique en manos de quienes deberían aspirar a un emprendimiento redituable para dejar de depender de la caridad ajena.
Y ahora apareció Britos
La Sra. María Reina, una conocida vecina de Gobernador Castro que encabezaba el proyecto de Verde Esperanza en la localidad, fue desplazada, según dijo, “autoritariamente” por Juan Correa, principal responsable de Verde Esperanza. Desde que mediante una exposición ante la policía se concretó este desplazamiento, la Sra. Reina intentó sin fortuna dar su versión de los hechos ante la policía. “Como se cansó de que no la escucharan, lo llamó al ex comisario de San Pedro Guillermo Britos para que la asesore y éste le dijo que recurra a la Comisaría de San Pedro y que si no la atienden lo vuelva a llamar” contó una amiga. En los próximos días viajará exclusivamente para presentar su descargo ante la policía y si no lo logra, ya se sabe a quien le pedirá una ayuda.
De su bolsillo
Más allá de las múltiples consideraciones callejeras y la “ofensa” manifiesta de la gente de Verde Esperanza, todo ciudadano debe plantearse que es lo que sucede con su dinero y de qué modo montos importantes que el Estado brinda para la creación de puestos de trabajo terminan sepultados por la realidad.
La panadería que se intentó poner en marcha en La Tosquera, solo prende el horno una vez al día y para fabricar pan para las familias pertenecientes al emprendimiento. Dos veces a la semana venden facturas y perciben por parte de Verde Esperanza los insumos para seguir fabricando. El dinero ya se termina y cabe preguntarse de dónde sacarán para seguir produciendo, cuando, por el dinero invertido, ya deberían tener más que suficiente para comprar sus insumos y percibir una ganancia por ello.
Lo mismo sucede en la mentada granja, donde se han invertido 85 mil pesos. Allí, por el informe suministrado, solo hay 33 chanchitos para vender dentro de unos meses. Qué hubiera hecho cualquier mediana empresa del Partido de San Pedro con ese aporte y a cuánta gente hubiese podido capacitar y emplear en forma definitiva? Esas y no otras son las preguntas que nos llevan a insistir con el pedido de explicaciones. Y, por supuesto, la aclaración sobre facturas que por sus características son como mínimo una invitación a la evasión y adulteración de documentación en contra del Estado Nacional que entregó el dinero.