ATE llegó a un acuerdo con el Municipio
Después de quince días de protesta, que incluyeron paro de actividades y la instalación de carpas de reclamo en la plaza Belgrano y en la puerta de la Municipalidad, finalmente los trabajadores de ATE llegaron a un acuerdo con la administración de Mario Barbieri .
Es cierto que el conflicto sindical que enfrentó la administración de Barbieri, no tiene un origen exclusivamente salarial, motivo por el cual hay que bucear en motivos que van mas allá del dinero que entra en los bolsillos de los trabajadores para poder comprender el motivo de semejante malestar por parte de una gran mayoría de la planta permanente municipal.
Con básicos que arrancaban en $ 600 pesos (antes del nuevo acuerdo), los trabajadores sienten que la brecha entre aquellos que más ganan (los funcionarios), y los que menos, es demasiado grande. Es esto lo que pareciera ser, según sus propios dichos, el combustible motorizador de todo el reclamo.
Por eso, durante la negociación, no quisieron ni siquiera oír hablar de porcentajes a la hora de discutir mejoras salariales. Porque no quieren que la lucha sindical termine sirviendo nuevamente para engrosar el sueldo de los funcionarios, es que centraron su reclamo en la incorporación de una suma fija de $ 250 en el básico de todo el mundo, que obviamente tendría un impacto porcentual mucho mayor en un trabajador con el básico de $ 600 pesos, que en el del Intendente Municipal que ronda los 14.000, o un concejal que multiplica por 3,5 el sueldo mínimo llevándose en este momento alrededor de 4.000 pesos en concepto de dieta o indemnización.
El acuerdo
El viernes, se llevó a cabo una reunión no programada, que tuvo como protagonistas a Marcelo Marelli junto a algunos de los miembros de su agrupación y al “negociador” de Barbieri, el jefe de personal “Juanchi” Kasta. Allí, se presentó una nueva oferta para los trabajadores, de incorporar cien pesos al básico desde el mes de Abril, que luego de dos meses sumaría otra remuneración no bonificable. De esta manera, con una oferta que terminaría acercándose bastante a lo pretendido por ATE, se destrabó un conflicto en el que cumplir al ciento por ciento con lo pretendido por esta agrupación, era económicamente inviable para una ciudad en la que cada vez es más evidente como la administración municipal ve licuada lo que supo ser una caja superavitaria, ya que las cuentas salariales representan un porcentaje demasiado elevado de sus gastos corrientes y los aumentos de sueldos crecieron, pero no han podido actualizar al mismo nivel sus ingresos genuinos (las tasas).
La retirada
Así, luego de que se llegó a un acuerdo, que no era el previsto, ni el solicitado desde el inicio de la negociación pero si quizás, el único posible. En el camino, se llevaron a cabo cientos de negociaciones que incluyeron al Ministerio de Trabajo y una conferencia de prensa. En la misma, se presentó casi la mayoría de los miembros del Gabinete, con la presencia del Intendente Barbieri, que fue la única oportunidad en la que se refirió al tema. Hasta allí, la presentación de lo que finalmente no sucedió, debido a que las medidas de fuerza siguieron realizándose y los encuentros, para poder acordar una reestructuración de las oferta de recomposiciones salariales cada tres meses.
La otra vereda
Si bien nadie se atrevió a “jugársela” públicamente sobre cuales fueron los roles de ATE y el Sindicato de Municipales en esta medida de fuerza, quedó bien en claro que detrás del reclamo, también, estaba en juego el prestigio que ganarían uno y otro sector ante esta situación.
Durante una de las tantas mañanas que abarcó este conflicto, sorprendió a todos, la presencia de un grupo de empleados afiliados al Sindicato de Municipales, pero que sin embargo apoyaron la medida de la asociación. La pelea entre los dos grupos, es constante. Así, lo manifestó el Sindicato que hoy lidera César Parzon, debido a que su anterior Secretario General, Juan Kasta, en la actualidad forma filas del gabinete de Barbieri, siendo el Jefe de Personal. Es por esto, que desde este lado, no habían adherido a la medida de fuerza de los de Marelli y pedían una bonificación de emergencia para todos los empleados de cien pesos, retroactivos al primero de Marzo por el período en el que dure la negociación, y un aumento del veinticuatro por ciento al básico, frente al aumento escalonado del veinte por ciento que otorgó el municipio y que será aceptado.
Los desafíos
“Vamos che, laburen, que parecen empleados municipales” se ha escuchado decir más de una vez en nuestra ciudad como consecuencia del desprestigio que dicha tarea pareciera tener entre los ciudadanos. Y aquellos que lideran a los trabajadores municipales lo saben. Por eso la tarea que tienen por delante quienes integran la Asociación de Trabajadores del Estado de la ciudad de San Pedro, trasciende lo meramente salarial.
Ya sea justificada o no, la mala imagen que la ciudadanía tiene (en general) de aquellos que tienen al estado municipal como empleador, complica los reclamos sindicales por la ausencia de respaldo que parecieran obtener en el pueblo. “Nunca pensé que un empleado municipal ganara tan poco” comentó una vecina de nuestra ciudad después de haber dialogado unos minutos con una activista de ATE que con el recibo de sueldo en mano, instaba a la gente a firmar un documento en apoyo a este reclamo.
“Finalizado el conflicto, debemos dedicarnos de lleno a recomponer la imagen que la ciudadanía tiene de nosotros, para poder transmitir a la gente que la calidad del empleo municipal, hace a la calidad del estado municipal” comentó un militante en la carpa de la plaza Belgrano.
La Carrera Administrativa
Uno de los reclamos que se escuchó con fuerza en las carpas instaladas por el gremio en señal de protesta, fue la escasa o nula motivación de superación que tiene el empleado municipal a la hora de mejorar su rendimiento o su capacitación: “el empleado municipal está estancado en su cargo, no existe la carrera administrativa”, “la única forma de ascender, es a dedo”. “Se cubren los puestos vacantes por compromisos políticos en vez de elegir gente de planta para estimular la carrera”, fueron algunos de los testimonios allí recogidos por este medio, que nos llevan a pensar que el conflicto sindical lejos de terminar, sigue latente. Listo para estallar nuevamente en cualquier oportunidad.