Asesinato de Nelson Lillo: Branto Ayala fue trasladado a Sierra Chica
Alrededor de las 4.30 un móvil del Grupo Albatros de Prefectura partió hacia la Unidad Penal N° 2 de máxima seguridad ubicada en el partido de Olavarría con el delincuente que hace una semana participó en el asalto a un camión de la empresa distribuidora Río Tala donde mató al Policia Local y también falleció su compañero Pablo Morel. El sábado fue capturado en la zona rural en inmediaciones del Panorámico del Oeste y desde entonces permaneció en el Hospital que invirtió alrededor de dos mil pesos por día para que se cure de dos heridas de bala.
Tras una semana de periplos, Roberto "el Zurdo" Branto Ayala se fue de San Pedro. Hoy alrededor de las 4.30 el delincuente que el jueves 25 de enero asaltó en la intersección de Rivadavia y Oliveira Cézar un camión de reparto de la empresa Río Tala de Baradero y mató al Policía Local Nelson Lillo recibió el alta médica en el Hospital y lo subieron a un móvil del Grupo Albatros de Prefectura con destino a la Unidad Penal N° 2 de Sierra Chica, un cárcel de máxima seguridad donde ya estuvo y compartirá edificio con Carlos Eduardo Robledo Puch, uno de los mayores criminales de la historia de Argentina.
Branto Ayala estuvo prófugo desde el día del robo hasta el sábado a la tarde cuando fue capturado en la zona rural en inmediaciones del circuito de ciclismo Panorámico del Oeste. Desde allí lo derivaron el nosocomio local porque presentaba dos heridas de bala producto del tiroteo en el que participó y en el que fue abatido su compañero Pablo Morel.
El lunes el Fiscal Marcelo Manso intentó tomarle declaración pero el ladrón se negó a hacerlo aunque pidió que lo lleven a una cárcel federal y no a una del Servicio Penitenciario Bonaerense, gusto que la Jueza de Garantías María Eugenia Maiztegui no le concedió.
Por último, el miércoles llegó al Emilio Ruffa por sus propios medios y para ser revisado el hijo de Roberto Branto Ayala, Nazareno Jesús Branto, quien fue sindicado en un principio como el delincuente que estaba en la escena del asalto y que le disparó a Lillo. Quienes investigan el caso no dejan de tener dudas respecto de una eventual participación suya en la planificación del golpe. Incluso, aunque costará establecerlo fehacientemente, podría haber sido quien iría a buscar a Branto Ayala al callejón donde lo atraparon.
La estadía de Branto Ayala padre en el Hospital requirió una inversión de dos mil pesos diaria y el dolor de cabeza de estrictas medidas de seguridad que afectaron su normal funcionamiento además de los cortes de calles en las adyacencias.