Asalto y persecución en Río Tala
El robo ocurrió en una casa de comidas cercana a la estación de ferrocarril de la localidad. Eran tres ladrones que portaban una pistola, y se llevaron $ 300. La policía del destacamento realizó un operativo cerrojo e intercambió unos disparos con los delincuentes, que huyeron por un campo. En un vivero se secuestraron después una capucha y el arma.
La policía de Río Tala persiguió y se tiroteó con tres ladrones el pasado sábado a la noche, y permaneció hasta la madrugada recorriendo campos con el objetivo de capturarlos. Los delincuentes habían asaltado alrededor de las 22.30 hs., una casa de comidas ubicada en inmediaciones de la estación de ferrocarril, que era atendida por su dueña y los hijos de ésta. Si bien la víctima solicitó expresamente a la policía que se mantenga su identidad en reserva por temor a represalias y en principio no radicó la denuncia, las autoridades comentaron que intervinieron de oficio y que los sujetos actuaron con mucha rapidez a punta de pistola.
Después de llevarse la recaudación de la caja, unos $ 300 que la mujer tenía en cambio, quisieron marcharse en unas bicicletas que estaban fuera del comercio pero finalmente las dejaron abandonadas a unos 20 metros.
Por la información brindada por las víctimas y algunos testigos, minutos antes del asalto uno de los móviles policiales había pasado por allí, por lo que se supone que los sujetos estudiaron el recorrido de la patrulla para aprovechar el momento propicio. Además, la propietaria estaba cerrando el comercio porque debía viajar a una fiesta, lo que también habría acelerado la comisión del delito. El aviso a las autoridades fue instantáneo porque cuando los ladrones se marchaban, un empleado escondido debajo del mostrador llamó a la policía y por eso inmediatamente comenzaron a ser buscados.
Persecución y disparos
Los policías a cargo del destacamento, con refuerzo solicitado, iniciaron un operativo cerrojo en la zona, detectando a los delincuentes cuando éstos huían por un campo cercano.
El cerrojo se estableció custodiando un radio limitado por la ruta 1001, el puente del ferrocarril, las vías del tren, y la propia localidad. En inmediaciones del vivero Las Margaritas y el de la familia Regueiro, los policías avistaron a dos de los delincuentes, se les dio voz de alto pero los mismos continuaron huyendo y hasta intercambiaron algunos disparos.
El operativo continuó hasta las 5 de la mañana aproximadamente, pero en la oscuridad los efectivos no pudieron hallar a los delincuentes, que en su paso dejaron abandonada el arma, una pistola calibre 22, y una capucha. La damnificada reconoció la pistola, pero no la prenda mencionada porque dijo que los sujetos se cubrían la cara con cuelleras durante el asalto.
Si bien no están identificados, los ladrones serían jóvenes pero mayores de edad y habían sido vistos merodeando la zona, aunque nadie dio aviso a la policía. Como Río Tala es una localidad a la que continuamente llegan trabajadores rurales de otras ciudades y provincias, las autoridades reconocen que es difícil mantener controlada una zona rural tan grande, y establecer medidas de prevención que resulten efectivas.