Armarán una licitación para los muelles 1 y 2
El consorcio de gestión del Puerto de San Pedro resolvió la semana pasada asignar a proyectos privados los muelles 1 y 2. Debieron excluir la utilización prioritaria de la plataforma cerealera sobre el cual operan las instalaciones de Terminal Puerto San Pedro. Los sindicatos, la Sociedad Rural y la cámara en la que está Multimar se opusieron y ganó la postura impulsada por el Intendente con el apoyo de Caproem, el Centro de Comercio y la conducción del consorcio que en el desempate vale doble. La licitación demoraría varios meses y su alcance será objeto de una gran resistencia. Fue “estratégica” la ausencia del Dr. Ondarchú.
Los comentarios de los integrantes del consorcio después de la reunión del jueves pasado terminaron de agrupar a los sectores que hoy forman parte de este cuerpo. Los ocho presentes y el ausente, son quienes deben decidir qué ocurrirá con el Puerto local y quienes invertirán.
El último encuentro cambió la pelota de lugar, y quien se sintió gobernando la reunión fue el Intendente que logró consolidar desde afuera una embestida, ya no a favor del proyecto de INDALAR al que abrazaban ciegamente, sino más cerca de lo que efectivamente pueden hacer, atendiendo los derechos adquiridos de otros.
Con el voto favorable (y anticipado) del Centro de Comercio, la Cámara de Productores, el Intendente Municipal y el presidente del consorcio (que desempató) se aprobó concesionar los muelles 1 y 2. El primero, hoy utilizado para la carga de frutas y el segundo virtualmente inactivo pero recuperable. Se opusieron a tomar esta decisión con este marco, los sindicatos SUPARA y SUPA, la Sociedad Rural y la Cámara de Prestadores de Servicios en la que se encuentra Multimar, que actualmente opera en ese lugar.
La figura que perseguían quienes al principio sólo parecían enfrentados con INDALAR es en realidad la de un puerto público en manos del consorcio con arrendamientos parciales y con inversiones del Estado independientes de las que pudieran acordar algunos privados. Sienten por caso, que al ponerse en marcha un proceso de licitación, la actividad de carga de frutas que hoy se realiza, puede no continuar el año próximo por la “inseguridad” que le provocaría a la empresa proyectar el año 2006 sin saber que contará con lo mismo que viene teniendo desde hace años.
La licitación
La sugestiva y llamativa ausencia del representante de la Cámara de Permisionarios, en la cual Terminal Puerto San Pedro es líder, permitió esta votación que al final respetó los intereses y derechos de esa empresa. Nadie puede concesionar lo que no pertenece y el elevador de granos es de Terminal Puerto San Pedro por una concesión anterior a la transferencia del puerto al consorcio.
Sin el representante de Terminal, el 4 a 4 terminó para el lado de la concesión de los espacios libres pero ahora se inicia el proceso de redacción de los pliegos de la licitación y allí, el trato de los que se presenten tendrá dos caras según sus intereses. Para invertir y explotar los muelles 1 y 2 deberán convencer al consorcio con una buena propuesta. Para utilizar el elevador de granos y hasta acceder al muelle sobre el que hoy tiene prioridad Terminal, deberán tratar y negociar con esa empresa.
Y esas generalidades comprenden a todos, incluso a INDALAR que por el momento no demuestra gran interés en la respuesta emanada desde el consorcio, pero podría reconsiderar la utilización del Puerto de San Pedro con estas nuevas condiciones.
A seis meses de la primera reunión del consorcio, quedan conclusiones importantes y esclarecedoras.
La Rural, los gremios y la cámara que nuclea a la empresa Multimar prefería estirar este funcionamiento y sostenerlo al máximo. Sin dudas, el modo en el que fue propuesto el proyecto de Arcor no cayó bien y todavía siguen diciendo que aquellos papeles que se expusieron son nada al lado de lo que deberían haber presentado para acceder al Puerto Público.
El municipio y dos entidades muy importantes como Caproem y el Centro de Comercio, maduraron la postura y entendieron que Todo para Arcor no era posible y que ahora se puede negociar con quien quiera invertir y esté interesado, para que haga lo máximo en el menor tiempo posible, se llame como se llame.
La conducción portuaria con eje político, cuando se despoje de las urgencias electorales (que también comprenden al Intendente) podrá visualizar el verdadero sendero por el cual el puerto puede crecer y aunque algunas posturas molesten, ya no serán discutidas por intencionalidades subterráneas.