Armados hasta los dientes y de paseo por San Pedro
Los empleados de la agencia de seguridad de Capital Federal que fueron detenidos con un verdadero arsenal en su auto, fueron liberados a pesar de llevar armas que no estarían permitidas. La policía explicó que como estaban descargadas se consideró que era transporte y no portación de armas largas, por lo que no hubo infracción. En cuanto al auto, llevaban una patente provisoria porque habían denunciado el robo de las originales.
Por más aclaraciones que se hagan, igualmente el caso de los custodios de camiones que fueron detenidos la semana pasada sigue resultando llamativo.
Es cierto que las apariencias engañan, y más en una época en que nadie parece ser quién es, y todos pueden resultar sospechosos, pero lo cierto es que los dos empleados de una agencia de seguridad interceptados por la policía cuando merodeaban la zona céntrica llamaron la atención por varias irregularidades.
El Capitán Jorge Peralta, Jefe de la Comisaría, explicó que él personalmente había dialogado telefónicamente con el responsable de la Empresa de Seguridad Federal Service S.R.L. de Capital Federal, un comisario retirado que les confirmó que esas personas eran empleados suyos que habían entrado a San Pedro “para conocer” mientras hacían tiempo esperando la llegada de un camión que debían custodiar por la ruta 9. “En general hacen posta. Habían acompañado un camión hasta acá, y esperaban otro que debían encontrar en la autopista a la altura de San Pedro”, indicó.
Peralta explicó que efectivamente, la empresa contaba con toda la documentación respectiva de las armas que llevaban y las mismas estaban debidamente registradas. Otra cuestión que había resultado sospechosa, era que el automóvil Ford Fiesta en el que circulaban no tenía ninguna de las dos chapas patentes, pero también en esto se aclaró porque la misma agencia había asentado una denuncia en Capital Federal por el robo de las mismas y contaban con una de papel provisoria. En este sentido, la única infracción cometida sería que no la llevaban exhibida en el parabrisas como lo establecen las normativas.
Un verdadero arsenal
Los custodios fueron detenidos alrededor de las 11,30 horas del jueves pasado, cuando una patrulla que recorría el centro vigilando las entidades bancarias, observó al Ford Fiesta, color gris, con vidrios polarizados y sin patentes que estaba ocupado por dos sujetos merodeando la zona del Banco Nación. En la intersección de Pellegrini y Caseros, el vehículo fue interceptado y sus ocupantes, dos hombres de 34 y 55 años trasladados a la Comisaría.
Los agentes portaban revólveres calibre 38, con munición en ambos, pero en el baúl del auto encontraron además una escopeta calibre 12-70, con cartuchos intactos del mismo calibre, sueltos.
La policía confirmó que las agencias de seguridad tienen prohibido utilizar armas largas, porque son de uso exclusivo de las fuerzas armadas, pero en este caso no existiría infracción porque las llevaban en el baúl. “Como estaban descargadas, sería transporte de armas pero no portación, es una cosa totalmente diferente”, explicó Peralta a este medio. El jefe policial agregó que además la agencia tenía registro de estas escopetas y revólveres, porque si bien algunas no se pueden utilizar como armas de seguridad igualmente se pueden registrar.
Por supuesto, resulta más que obvio que si las llevaban en el auto, las armas largas estaban a su disposición con la intención de utilizarlas si las necesitaban a pesar de la prohibición mencionada. La propia policía reconoce que las agencias de seguridad que trabajan en la custodia de camiones y deben enfrentarse a los piratas del asfalto, recurren a armas más sofisticadas que las permitidas porque sino estarían en desventaja con los delincuentes. “Cuando empieza la balacera, se defienden como sea”, dicen aclarando que es una realidad que los ladrones portan mejores armas que los policías. De todas maneras, la anécdota sienta un antecedente interesante y será importante que todos los sospechosos que merodeen los bancos reciban el mismo trato, aunque luego se confirme que se trató de un malentendido con algunas irregularidades pasadas por alto.