Arcor frente a la nueva modalidad sindical
El viernes pasado la planta de Arcor fue el blanco de la caravana de protestas que el Sindicato de la Alimentación viene realizando contra las empresas nucleadas en la cámara que los representa. Las negociaciones continúan pero otras plantas de la empresa siguen sufriendo las consecuencias.
Nadie puede quitarle a un trabajador el reclamo de sus derechos, pero sí se puede cuestionar enfáticamente el modo de hacerlo. Lo que hicieron los representantes del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación con el frente y los alrededores de Arcor San Pedro fue mucho más que un daño a un edificio representativo y así lo hicieron notar los vecinos que casi ni se detuvieron a analizar el calibre de la protesta y la descalificaron por su violencia.
Están movilizados en diferentes lugares del país y el viernes pasado San Pedro se insertó en el recorrido en la continuidad del plan de lucha en reclamo de mejoras salariales. Casi sin apoyo interno del personal de la planta, llegaron de madrugada, interrumpieron el tránsito de la ruta 191 y se instalaron pintando el edificio de entrada a la planta y haciéndose notar de manera contundente. En total unos 150 trabajadores llegados de Quilmes, Pilar, Baradero y Ramallo buscaron de este modo acelerar los plazos de una compleja negociación por la cual están pidiendo un aumento salarial. La protesta apuntó a Arcor por su influencia en las cámaras patronales que están abiertas al diálogo pero no han arribado a un punto de entendimiento.
La ruidosa y agresiva protesta no frenó las actividades de ARCOR pero en algunos sectores de la planta hubo paros parciales de dos horas entre aquellos que adherían a la protesta, muy pocos por cierto.
Dentro del grupo de protesta estaba el sampedrino Rodolfo Noir quien fue bastante criticado por algunos compañeros, más que por la razón del reclamo, por el modo. La negociación gira aún alrededor de un pedido de 30% de aumento contra ofertas de hasta el 18% y en el comienzo de la semana los gremialistas continuaron con las protestas en otras plantas alimenticias, entre ellas las de ARCOR en Córdoba.