Arcor crea 50 nuevos puestos de trabajo con Bagley
La planta local aumentó la producción de alcohol, incorporó una línea de producción de galletitas Bagley y habilita la llegada de una productora de bicarbonato. Las inversiones rondan los 20 millones de pesos. La fábrica busca empleados que hayan terminado la secundaria y jóvenes profesionales. El Gerente local abrió su oficina a La Opinión para anunciar estos temas y dialogar sobre el trabajo en el siglo XXI.
Pablo Actis recibe a La Opinión en su oficina de la planta de Arcor, mientras pasa un tren por la ventana que tiene a sus espaldas y por las que ingresan las vibraciones. Anochece en San Pedro y el Gerente local de la firma internacional nacida en Arroyito es el único que queda en la administración, donde de a poco los empleados terminaron su jornada y se retiraron. Con su notebook preparada, Actis advierte que quiere referirse a “los proyectos concretos”, algunos que ya están en marcha y otros cuyas obras se realizan dentro del predio.
La primera noticia importante está ligada a la historia de la compañía en la ciudad. Se trata de la ampliación de la planta alcoholera, la misma que Arcor compró a Padilla en la década del 70’. “Estábamos haciendo 71.00 litros de alcohol, con la ampliación pasamos a 84.000”, señaló Actis, y detalló: “Pusimos una columna de destilación nueva, de última generación, comprada en la India, con una inversión de 12.000.000 de pesos”.
Cincuenta nuevos empleados
Si bien esta ampliación no significa la creación de nuevos puestos de trabajo, está orientada a la racionalización en el uso de energía: “Aumentamos la producción gastando la misma cantidad de vapor”, aseguró el Gerente”.
Lo que sí implica nuevos puestos de trabajo es la línea de producción a fasón para la firma de galletitas Bagley en su marca Cracker Tost, en la que Arcor está asociada con Danone, que estará en marcha en julio. “El staff se verá incrementado en unas 30 personas”, dijo Actis, quien explicó que esta nueva línea funcionará “de lunes a viernes en forma rotativa, parando sábado y domingo”.
Esta significa la primera experiencia con Bagley y es el mismo proyecto que estuvo en carpeta hace unos meses y que por diversas cuestiones se instaló en Salto. “Preparamos el edificio, pisos, sanitarios, cielorrasos y estamos instalando las máquinas”, precisó el sampedrino y agregó: “Han visto que una planta como San Pedro, que tiene el know how de Arcor, gestión y calidad, puede ser beneficiosa”.
La nueva línea de producción de galletitas significará el egreso de “dos camiones por día de producto terminado” y el ingreso diario de otros dos camiones de materia prima e insumos”. 200 kilos de galletitas por hora.
De la misma manera, hay otro proyecto en marcha, de un inversor externo, la firma Chimex Food, que ya trabaja para instalar en el predio local una planta productora de bicarbonato de sodio y amonio. “El bicarbonato se produce con soda cáustica, acido sulfúrico y gas carbónico; se usa en la galletita para generar la burbuja que necesita la masa”, explicó Actis.
Sobre la llegada de esta firma, el Gerente local indicó que “había una planta de la firma Rodia, que la dejó y se fue del país. La compró Chimex Food, y nosotros tenemos gas carbónico de la fermentación de cereales para la producción de alcohol, que una parte vendemos para producir gaseosas y otra se venteaba al aire”. En ese sentido, señaló que “buscando la forma de eliminar esos gases, reducir lo que se tira a la atmósfera, se logra con esto captar todos esos gases y transformarlos en bicarbonato de sodio y amonio”.
Esta planta va a tener un staff de 20 personas más, y según detalló Actis “el contrato está firmado y tienen tiempo hasta diciembre para comenzar, están trabajando ya en el predio, porque van a tener entrada y salida individual”.
El trabajador requerido
La noticia de que la línea de producción de galletitas y la planta de bicarbonato van a insumir unos cincuenta empleados genera expectativas en la población, por la importancia simbólica que tiene Arcor para el mercado laboral local.
Allí trabajan hoy unos 200 empleados permanentes más otros 40 eventuales, que son contratados para la temporada de producción de polenta, que abarca desde enero a julio, aproximadamente.
El Gerente informó que de esos eventuales seguramente saldrán los incorporados a los nuevos proyectos. “Estas personas, que ya conocen el funcionamiento de la empresa, seguramente tendrán prioridad a la hora de contratar personal para estos nuevos emprendimientos”, pero además “habrá que contratar nuevos eventuales para reemplazarlos”.
Respecto al perfil de trabajador que busca la compañía, señaló que uno de los requisitos fundamentales es tener el secundario completo.”Es determinante”, aseguró y explicó: “Algunos se preguntarán por qué secundario para este tipo de trabajo… Lo que pasa es que así esté haciendo un trabajo de limpieza o de poner un paquete dentro de una caja, necesitamos que piense en la mejora continua, en su seguridad, en preservar el medio ambiente, porque no hay un ente en Arcor que diga ‘esto es lo que tenés que hacer’, lo tenemos que proponer y mejorar entre todos”.
“El perfil es que tengan ganas de aprender, de trabajar en grupo, acá los individualistas tienen problemas. Yo les pido que me ayuden a sacarme el antifaz, para desarmar paradigmas que uno tiene y que hay que mejorar”, aseguró.
Al respecto, indicó que “se ha logrado en esta planta y en otras la autonomía del trabajo; el sistema de gestión hace que no haya alguien supervisando, y la persona, además de trabajar con las cosas que tiene a su cargo, está pensando en cómo mejorar en varios aspectos, la planta, la producción, estar más tranquilo, sin sobresaltos, no accidentarse, acá se hace una cosa que llamamos ‘tarjeta de susto’, donde la gente pone eventuales accidentes que ven que podría generarse y la planta tiene como objetivo reducir esa posibilidad, y nos ponemos objetivos en ese sentido”.
El trabajo del futuro
Acorde al desarrollo del trabajo en el siglo XXI, donde la potencialidad del trabajador es puesta en juego desde el punto de vista simbólico, cultural y educacional, Actis destacó que en la planta “se trabaja las 24 horas todos los días del año, con turnos rotativos. De noche hay un solo personal jerárquico, un jefe de turno, y toda la planta funciona bien, esa persona es un colaborador de las problemáticas que pueda tener el personal, pero ya no es un supervisor que vigila todo. Muchas propuestas de inversión surgen de las ideas del personal, que se proponen a la dirección y ellos evalúan”.
No deja de repetir “la planta la hacemos entre todos” y entre risas aclara: “No digo que sea un régimen comunitario ni mucho menos, pero se acabó la época de la supervisión como vigilancia y esas cosas”.
Además, destacó que la compañía “tiene la convicción de colaborar con la educación”. En ese sentido, puso de relieve la existencia de la Universidad Virtual propia, que forma profesionales de grado. Actis tiene a su cargo dos profesionales jóvenes, de quien es lo que denominan “mentor”, una guía para el aprendizaje. “Fueron seleccionados veinte de entre 2.000 aspirantes, que destinados a ser los gerentes de las generaciones futuras”, dijo y lamentó que no se consigan esos perfiles en San Pedro: “Ingenieros Agroidustriales, en Alimentos, Químicos, Mecánicos, con buen inglés, preparados para cualquier planta del mundo. Muchos que estudian estas carreras no vuelven a la ciudad”.
En ese sentido, sostuvo que buscan que sean oriundos de la ciudad “por una cuestión de arraigo”. “Por suerte hemos encontrado algunos profesionales jóvenes, estamos consiguiendo, pero da trabajo, cuesta”, reflexionó.
“Hoy los jóvenes no se ponen la camiseta de una marca, sino de proyectos, entonces hay que generárselos y permitirles que los generen”, sostuvo.
La planta local vende toda la producción y en los últimos 10 años no ha tenido baja de actividad. “No hay conflictividad, más allá de lo normal cuando los trabajadores reclaman su aumento en paritarias, pero tenemos buen diálogo con ellos”, dijo el Gerente.
Un salto de nostalgia
Con la mirada en algún punto perdido de la pared de su oficina, Pablo Actis asegura: “Estas son cosas concretas que ya estamos realizando, hay otros esperando que se den”. Ante la consulta de La Opinión respecto si “que se den” depende de cuestiones internas de la compañía o si influyen además condicionantes externos, asegura que “esto se resuelve hoy dentro de la firma, aunque en algún momento se dieron esos condicionamientos externos”.
El puerto y la planta que se fue a Salto aparecen de inmediato. Sobre esta última, cuyos responsables son sampedrinos formados en la fábrica local, Actis anuncia, sin antes suspirar: “Hoy están duplicando la planta, están haciendo un edificio de 80 por 300 metros, con máquinas que no existen en el mundo y que fueron diseñadas especialmente”.
“Todos lamentamos que no esté acá”, reconoce y detalla: “Serán 500 empleados por turno, van a pasar a ser más de 1500 personas, y uno dice ‘esto podría haber estado acá’, pero bueno, las cosas salen como salen y nosotros no dejamos de presentar proyectos para San Pedro”.