#Anuario2020 El año que la pandemia dejó a San Pedro casi sin competencias deportivas
Entre fines de marzo y octubre atletas y equipos locales no tuvieron competencia alguna por la cuarentena. Incluso, hubo certámenes que ni siquiera arrancaron y otros que se suspendieron. Impensado.
La temporada fuerte del deporte en San Pedro es, habitualmente, de marzo a noviembre pero en 2020 coincidió con la pandemia de coronavirus y una cuarentena interminable que provocó que prácticamente no haya competencias.
El 20 de marzo comenzó el aislamiento para evitar la propagación del COVID-19. Días antes, ante la inminencia del anuncio del Gobierno nacional por la situación sanitaria, asociaciones anunciaron la suspensión de sus torneos comenzados o por arrancar y atletas y equipos locales empezaron a entrenar de forma virtual con la ilusión de, en pocas semanas, volver a la normalidad.
El confinamiento se extendió semana a semana y, de a poco, el entusiasmo de entrenar a través de una pantalla se perdió. Clubes, profesores y deportistas mermaron la intensidad con la que se tomó la situación al principio y la cancelación definitiva de varias competencias con el objetivo de pensar en 2021 dio el golpe final a muchos.
Uno de los primeros en saber que no iba a ponerse la camiseta en todo el año fue Tiro Federal porque la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) canceló su temporada en todas las categorías. También la Asociación de
Hockey del Oeste (AHO) en la que participa Náutico y en la que iba a debutar Mitre con el mismo proyecto que hasta 2019 representó a Los Andes.
Además, el básquet de la Asociación Zárate-Campana (ABZC), donde milita el Celeste, no emitió ningún comunicado pero nunca atinó a organizar los campeonatos al igual que la Nicoleña (ANB) a la que pertenece
el Rojo. En vóley, Náutico tampoco jugó partido alguno en la ANV mientras que los nadadores del Celeste y Pescadores se presentaron en algunos certámenes de verano pero la Federación de Aficionados del Norte de Buenos Aires (Fannba) no desarrolló el Apertura y Clausura. Para ellos, no sólo importó la situación sanitaria de San Pedro para iniciar los torneos sino la de la región porque se trata de federaciones que abarcan muchos municipios.
El caso del fútbol de la Liga Sampedrina (LDS) fue muy curioso porque tanto el Torneo Preparación para todas las categorías masculinas más primera femenina y la Copa Alianza sólo para mujeres sólo tuvo una fecha y se suspendió. Tras meses de incertidumbre, se cancelaron el Apertura y Clausura y se decidió retomar el
próximo año como la Liga Infantil (LDI) que concluido el histórico certamen estival en el que por primera vez hubo divisiones de mujeres, se vio obligada a no realizar los otros dos torneos previstos en la temporada.
En el boxeo, Kevin Espíndola iba a enfrentar el 28 de marzo en Alemania a Peter Kadiru por el título mundial Fueron cinco meses en los que juvenil de Consejo Mundial (CMB) pero el combate, el más importante de su vida, se postergó y al cierre de 2020 seguía en pie, pero sin fecha confirmada.
Por último, la organización del San Pedro Open, el único certamen profesional de tenis que se realiza en la ciudad, previó para 2020 dos ediciones y se quedó sin nada, no sólo porque la Asociación Argentina (AAT) desarticuló su calendario sino también porque no estaban dadas las condiciones sanitarias y económicas para tamaño desafío.
Conformarse con entrenamientos
Fueron cinco meses en los que en San Pedro estuvo prohibida la práctica de cualquier deporte. Entre fines de marzo y agosto nadie pudo esparcirse ni competir como habitualmente lo hacía por la pandemia de coronavirus y el riesgo de contagio más allá de que con la habilitación de las “salidas de esparcimiento” algunos encontraron la manera de, al menos, salir a trotar o pedalear.
El rubro fue uno de los últimos en permitirse y las primeras disciplinas privilegiadas fueron las individuales tales como pesca, tenis, pádel, ciclismo, aguas abiertas, atletismo, canotaje, yachting y running, entre otras. Las primeras cuatro acapararon la atención de miles de sampedrinos que, sin posibilidades de practicar la que habitualmente, se volcaron por ellas.
En noviembre se añadieron al permiso los deportes de conjunto con un estricto protocolo sanitario y cada cual pudo volver a lo suyo, aunque sin competir. La habilitación sirvió para, de a poco, retomar la actividad física en campo tan indispensable para muchos atletas y profesores que necesitaban volver a trabajar.
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