Lo informaron las autoridades del centro a través de un comunicado que enviaron a los medios de comunicación. Daniel Gagliardi, presidente de Andar, detalló que producto de “la difícil situación económica” y que las becas que envía Desarrollo Social de la Provincia no alcanzan, evalúan la posibilidad de tener que cerrar las puertas del hogar y reubicar a los 10 residentes que viven en el edificio de calle Mitre.
Con el poco dinero que ingresa a las arcas de Andar la Comisión Directiva debe abonar “en tiempo y forma” los salarios de cuatro empleadas y una psicóloga. Ahora les adeudan haberes.
Gagliardi explicó que “tratando salvar la situación, se efectuaron trámites ante Incluir-Salud (ex- PROFE), el mismo lo reconoce dando una categoría. Desde el mes de abril del año 2014, se envía toda la documentación requerida para facturar a los albergados afiliados” pero que “hasta la fecha no efectivizaron ninguna partida”.
“La situación del Hogar es sumamente delicada y difícil y si el Programa de Salud no responde favorablemente, queda poco tiempo de funcionamiento de nuestro querido Hogar”, lamentó Gagliardi que semanas atrás mantuvo una reunión con el Intendente Giovanettoni y con Nicolás Macchia que por ese entonces presidía el bloque de Concejales del Frente para la Victoria.
A la falta de dinero se suman la deuda de sueldos, mantenimiento del edificio y el pago de proveedores. Otra vez, Andar necesita de todos para seguir funcionando. Pero por sobre todas las cosas es imperioso que el estado provincial y nacional abonen sus deudas.
