Ana Miño dirá que el crimen fue en defensa propia
La fiscalía pidió la prisión preventiva para Ana María Miño Demarco, la mujer de 34 años, que permanece alojada en la Comisaría. La Opinión accedió a detalles de su declaración, en la que confiesa haber golpeado a la víctima para defenderse, porque él la amenazaba con un arma y dijo que mataría a su hijo. Esta semana, la única imputada ampliará su declaración indagatoria por decisión propia, ante la fiscal Verónica Marcoantonio.
La mujer imputada en el crimen de Néstor Sabbioni, el hombre de 64 años que murió después de recibir varios martillazos en su cabeza, brindará nuevos elementos esta semana a la fiscalía. Según confirmaron fuentes de la Defensoría Oficial que trabaja en el caso, ella misma solicitó ampliar su declaración indagatoria, aunque evitaron comentar cuáles serían los detalles que omitió cuando la fiscal Verónica Marcoantonio, le tomó declaración a pocas horas del crimen.
La versión que brindó Miño a la Justicia sobre cómo y en qué circunstancias atacó a su pareja, en la tarde del jueves 10 de Agosto pasado, había trascendido por algunos comentarios de allegados, que confirmaron que la mujer “estaba amenazada” y que lo hizo porque Sabbioni se había comprado un arma para agredir a su hijo y al marido.
En este sentido trabaja actualmente la defensa a cargo del Dr. Pablo Pratti en San Nicolás. La estrategia consistiría en cambiar la carátula para que se considere, el crimen, como un hecho cometido en legítima defensa teniendo en cuenta el relato que la mujer hizo de lo que ocurrió esa tarde. Si bien Miño confesó su autoría, el argumento principal es que su conducta no fue dolosa y que incluso desconocía que lo había herido de muerte.
“Fue una reacción intempestiva”
La Opinión adelanta hoy, algunos detalles de la declaración que Ana Graciela Miño formuló en la causa penal, que instruye la fiscalía a cargo de Marcoantonio.
“Ella relata que reaccionó porque existió una situación de ataques y amenazas previas por parte de la víctima. Fue una reacción intempestiva porque él tenía un arma de fuego, que había comprado recientemente”, comentó una fuente judicial.
Lo que Miño asegura, es que esa tarde se generó una fuerte discusión entre ella y Sabbioni porque él le reclamaba que cumpliera con los horarios que habrían establecido para sus encuentros. La excusa de Miño siempre estaba relacionada con sus compromisos familiares, con actividades ligadas a su hijo de 14 años y a su marido, Hernán “Bochi” Llorens, de quien estaba separada aunque vivían en la misma casa. Por eso, ese día, Sabbioni habría amenazado con matarlos.
“Ella declaró que lo hirió porque el hombre sacó su arma y amenazó con matar a su hijo y a su ex pareja. Se generó una pelea, y él la agredió, primero empujándola hasta hacerla caer sobre un mueble. Relata que en la habitación estaba todo a oscuras y que él prendió la luz del baño. Hubo una primera situación de violencia, que terminó porque él se calmó. Pero después se reinició la discusión hasta que terminó en la agresión de Miño”, relató la misma fuente.
Sobre el arma homicida, un martillo o especie de maza, la mujer dijo que era una herramienta que Sabbioni estaba utilizando ese día para realizar una reparación de la bacha de la cocina y que lo tomó ocasionalmente, porque estaba a su alcance.
Lo que resulta más llamativo en la declaración, es que Miño aseguró que ella creía haberlo “golpeado en una mejilla” y en una única oportunidad, un detalle que no coincidiría en principio con los resultados de la autopsia practicada por el Dr. José Dubini, que indican que Sabbioni recibió ocho golpes en la región parietal del cráneo y que habría sido agredido mientras estaba acostado.
Los abogados defensores de Miño reconocieron que todavía no cuentan con el informe final de dicha autopsia y que recién cuando se cuente con estos resultados se podrán evaluar posibles contradicciones en el relato de la mujer.
Continuando con el mismo, Miño dijo que después de haber golpeado a su pareja se marchó, pero sin saber que lo había herido gravemente. Por eso volvió más tarde “a tratar de solucionar las cosas”, y en ese momento se encontró en la puerta de la casa de la calle Ansaloni con “Lito” Beneventana, uno de los mejores amigos de Sabbioni y testigo clave del caso.
Lo que la defensa no pudo confirmar, es por qué la mujer se llevó el martillo a su casa y lo escondió en su placard teniendo en cuenta su ignorancia sobre el daño que le había causado a su pareja. Y por qué continuó mintiendo –incluso en declaraciones radiales que ofreció minutos después de que los médicos del Hospital confirmaran el deceso de Sabbioni- sobre su responsabilidad en el homicidio, hasta que la policía allanó su vivienda y encontró su ropa ensangrentada y el martillo envuelto en una sábana. Pormenores que pueden ser relevantes para la fiscalía, a la hora de evaluar si efectivamente se trató de un hecho de legítima defensa.
Silencio y enojo
Los familiares directos de Ana Graciela Miño, se negaron hasta ahora a hacer declaraciones públicas aunque reconocieron su disgusto por algunos detalles del caso que fueron publicados en los medios. Particularmente, por los comentarios de un familiar del marido de Miño que la acusó de procurarle “pastillas” y de engañarlo con supuestos viajes a Buenos Aires.
“No pierdan su tiempo, no queremos que publiquen nada”, dijeron ofuscados ante la consulta de La Opinión. Pero igualmente reconocieron que están apoyando a Ana Graciela y que la visitan periódicamente en la Comisaría. Aseguran incluso que Llorens, el ex marido de Miño, es quien más está luchando para que la Justicia la deje en libertad.
Entre las declaraciones que no quieren hacer a la prensa, está la confirmación de que la mujer estaba amenazada por Sabbioni y que él habría esgrimido el arma de fuego, que había comprado días antes del hecho, indicándole que mataría a su hijo y su ex marido. “Cómo reaccionaría cualquier mujer para defender a su hijo?”, manifiestan quienes hoy están más cerca de la imputada por este horroroso crimen.
Jueves trágico
El homicidio de Néstor Sabbioni, de 64 años, se produjo en la tarde del jueves 10 de Agosto en su propia casa de Ansaloni 650.
Las primeras pericias indicaban que fue atacado alrededor de las siete de la tarde, por lo que agonizó acostado en su cama hasta las 23:30 horas, cuando su amigo Lito Beneventana acompañado por la propia agresora, llegaron a su casa. Como no respondía levantaron la persiana del dormitorio que da a la calle y escucharon un ronquido agonizante. Moribundo, Sabbioni permaneció internado en la terapia intensiva del Hospital. Minutos antes de las ocho de la mañana del viernes 11, falleció. Ana Graciela Miño Demarco, fue la única persona allegada que se encontraba en el nosocomio cuando falleció. Se mostró acongojada cuando le dieron la noticia. Antes, había hablado en La Radio confirmando su estupor por lo ocurrido. Dijo entonces que hacía cuatro años que estaban en pareja, y que si bien no convivían, el proyecto era casarse a fin de año.
A su marido, de quien estaba separada pero con quien aún vivía, le había dicho la noche anterior que tenía que cuidar a una mujer en el Hospital y él mismo la llevó hasta la puerta en su auto.
Horas más tarde, en la noche del viernes, la policía la detuvo en la casa de Combate de Obligado 1058 que compartía con su marido y su hijo. En el dormitorio, los agentes encontraron envuelto en una sábana el martillo ensangrentado, con restos de cabellos de la víctima. También hallaron el revólver con el que supuestamente la habría amenazado Sabbioni, una pistola Versa calibre 22 largo.