Amputaron una pierna a una mujer víctima de un disparo de escopeta
En el mediodía del viernes, Nélida Delfina Marzán de 65 años, domiciliada en el Paraje de Colegiales, fue internada de urgencia en la Guardia del Hospital con graves heridas en sus piernas. En una situación confusa se habría disparado una escopeta que manipulaba su marido. Los médicos tuvieron que amputarle la pierna derecha.
Una mujer de 65 años arribó a la Guardia General del Hospital el pasado viernes con una importante hemorragia producto de las heridas que presentaba en sus piernas. Fue trasladada por una camioneta blanca cuyo conductor decidió abandonar el lugar a los pocos minutos por temor a verse comprometido en las declaraciones que luego tomaría la policía a quien fue el autor del disparo de escopeta que terminó lesionando accidentalmente a su propia esposa.
Omar Corvalán estaba a la espera del primer parte médico cuando relató: “Se me escapó un tiro. Le estaba enseñando la escopeta. Es mi señora. Fue sin querer, estábamos por tomar unos mates con unos muchachos, en mi casa”. El disparo provino de una escopeta calibre 16.
El informe preliminar señaló que Marzán presentaba lesiones en ambas piernas, con fracturas de mayor complejidad en su miembro inferior derecho. Con el correr de las horas lograron estabilizarla y proporcionarle analgésicos que aliviaran su situación hasta el momento de su intervención quirúrgica.
En la tarde del lunes, y ante la complicación del cuadro los profesionales decidieron amputarle la pierna para derivarla nuevamente a la sala de cuidados intensivos y con respirador artificial, por lo que al cierre de esta edición permanecía en estado reservado.
Investigan el hecho y el traslado
Luego de hospitalizar a Marzán, efectivos policiales arribaron a la Guardia para trasladar a Corvalán a la Comisaria donde iniciaron las actuaciones bajo un expediente que fue inciado bajo la carátula: “Lesiones graves y Tenencia de arma de fuego” cuya investigación está a cargo del Fiscal Marcelo Manso.
Nélida Delfina Marzán fue trasladada al Hospital en una camioneta 4×4 blanca conducida por un hombre del que solo se supo que había llegado al domicilio rural para entregar o vender una rifa en el momento en el que se precipitaron los acontecimientos. En principio se mantuvo alejado sin que nadie detectara su presencia pero sorpresivamente y ante la llegada de este medio se puso sumamente agresivo, profirió amenazas y huyó del lugar con el rodado visiblemente desbordado en su habitáculo trasero de la sangre que perdió la mujer. Lo único que dijo fue que él “no tenía nada que ver y que no lo filmaran”.