Amigos
Hoy estamos auto convocados por la necesidad de expresar nuestro contenido ético con un partido político y con la Sociedad Argentina, y digo con un partido político como es la Unión Cívica Radical que nos cobija como a una gran familia, como refugio donde volcamos nuestras esperanzas y nuestras utopías. Pero, desde la conducción de este gran partido, nos dan señales, desde hace años, muchísimos años, de que los principios y postulados de Leandro Alem y de Hipólito Yrigoyen no son válidos, no sirven, hay que agiornarlos, actualizarlos de acuerdo a los pensamientos y elucubraciones electoralistas de la cúpula de dirigentes enquistados corporativamente y responsables de la debacle electoral y de la falta de confianza de la gente en nuestra palabra y en nuestra prédica. ¿Cómo podemos ganar esa confianza nuevamente de la gente? Si ven día a día cómo la U.C.R es cómplice de pactos y alianzas a sus espaldas; primero con Menem, después con el FREPASO, luego con Duhalde y ahora con Lavagna o Kirchner. ¿Qué es la U.C.R. para ellos? Una línea interna del justicialismo que se encolumna detrás del peronista que triunfa o detrás de otro peronista que conspira contra otro peronista porque lo dejaron afuera en el reparto de prebendas. ¿Cómo podemos ganar la confianza de nuestros afiliados? Si se los tiene en cuenta únicamente para las elecciones internas como un número más de una ficha, y a veces ni tan siquiera eso, porque hay lugares donde votan por ellos, ya sea estando vivos y lo que es peor aún, votando por los muertos. ¿Qué aprendieron éstos hipócritas de la honestidad y la ética de don Arturo Illía? De la humildad del Elpidio González, de la probidad de Crisólogo Larralde, de la honradez intelectual de Moisés Lebensohn, de la intransigencia de Amadeo Sabattini y tantos otros que continuaron la labor de Alem e Yrigoyen. ¿Qué respeto guardamos al esfuerzo de Ricardo Balbín por sostener vivo este partido, durante las persecuciones que sufrimos por parte del peronismo al cual hoy miramos con admiración y buscamos en sus referentes, nuestros referentes? En fin, cómo podemos caminar mirando a un nuevo amanecer si permanecemos de rodillas pidiendo perdón frente a la opinión pública por los errores que no cometieron Ustedes correligionarios, sino todos los que estuvieron, están y quieren seguir estando al frente de nuestro partido y lo que es peor al frente de nuestro destino como radicales. Amigos: nada más me nace que pedirles a todos ustedes y a todos los radicales militantes de corazón: “Volver a Yrigoyen”, “Volver a estar de pie, y poder, con la frente bien alta, vislumbrar un futuro de éxitos para nuestra amada Nación y para nuestra querida madre La Unión Cívica Radical que nos parió radicales con R mayúscula. Ni radicales K ni radicales L. Y parafraseando a un cantautor argentino, debemos “volver a empezar, que no termina el juego; volver a empezar. Que no se apague el fuego, queda mucho por andar y mañana será un día nuevo bajo el sol”. VOLVAMOS A EMPEZAR. Muchas Gracias. María Amalia Coronel - LC: 6.847.871.