Américo Quintana, el elegido de Salazar para el Cementerio
El exconcejal estuvo en la necrópolis y dialogó con el personal. Aunque su designación todavía no está resuelta, es el hombre que eligió el intendente para conducir esa dependencia. Los hechos vandálicos y la denuncia pública sobre empleados que cobran para reducir cuerpos por fuera del sistema oficial obligó al Gobierno a pensar en un conductor político para el área.
El exconcejal Américo “Cacho” Quintana estuvo este lunes en el cementerio local para mantener una reunión con el personal municipal porque es el hombre elegido por el intendente Cecilio Salazar para coordinar esa dependencia, una de las que más dolores de cabeza le dio al Gobierno este año.
Aunque su designación oficial todavía no está resuelta y restan detalles administrativos, el reconocido referente peronista estuvo con los empleados para intercambiar información sobre el funcionamiento del Cementerio y sobre las ideas que tiene para coordinar el ára.
Cacho Quintana tiene 70 años. Desde febrero mantiene diálogo con el intendente Cecilio Salazar para incorporarse al Gobierno. Al exedil, que terminó su tercer mandato en 2017, le resta un año de aportes en la administración pública para jubilarse.
El intendente le ofreció la coordinación del Cementerio y, según relatan quienes estuvieron en la reunión del lunes, Cacho Quintana espera una señal de “fuerte respaldo” de Cecilio Salazar para asumir. En términos formales, se desconoce si lo nombrarán director o coordinador, pero todo indica que será con una de esas figuras políticas, como miembro del gabinete.
En la reunión “se habló de todo y de nada”, aseguró un participante. “Cacho quiere respaldo del intendente pero también de la gente, por eso vino a hablar”, señalaron. “El Cementerio es un lugar complicado”, reconocieron los propios empleados.
Desde que comenzó la pandemia, la necrópolis local sufrió una ola de hechos vandálicos mayor a la habitual. Bóvedas rotas, puertas arrancadas, placas robadas y otros daños se registraron de manera incesante.
El reclamo de quienes suelen concurrir a visitar las tumbas de sus difuntos provocó que el intendente anuncie que contrataría personal de seguridad privada para controlar el cementerio municipal.
Además, la dependencia quedó envuelta en una polémica cuando el heredero de una importante bóveda aseguró públicamente que les había pagado a los empleados, por fuera del sistema oficial, para reducir cuerpos.
Esa situación provocó una instancia de investigación por parte del Municipio que podría derivar en sumario administrativo contra los empleados involucrados y hasta en una denuncia penal.
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