Alquileres comerciales cada vez más elevados
En estos últimos meses los valores de alquiler de locales subieron considerablemente. Mientras algunos comerciantes evalúan cómo hacer frente a estos gastos otros deciden cerrar o trasladar sus comercios a una zona no tan céntrica. Desde las inmobiliarias dicen que, como ocurre con las ventas, los aumentos responden a que siempre hay “quien paga el precio”.
De algo no quedan dudas: aunque muchos se nieguen a aceptarlo e incluso pretendan negarlo, San Pedro sigue cambiando en muchos sentidos. Su categoría de “ciudad turística” ha implicado que, por ejemplo, el centro comercial de nuestra ciudad resulte chico para las necesidades de turistas y sampedrinos. La solución sería expandirlo pero lo cierto es que, frente a la gran demanda, resulta escasa la oferta de locales disponibles. Esta tendencia es la que incrementó en los últimos años los precios de los alquileres con subas a las que hay que sumarle las consecuencias de la inflación que sigue haciendo estragos en los bolsillos de la población.
Los datos suministrados por comerciantes y martilleros locales, indican que en algunos casos los aumentos fueron de un 100% en estos últimos meses. El resultado fue el cierre de varios comercios que no lograron obtener una recaudación suficiente para cubrir los gastos mensuales, y la profundización de un problema que se traslada: en San Pedro son cientos los grupos familiares cuya economía depende exclusivamente de un comercio. Muchos con una larga trayectoria pero que también debieron cerrar las puertas.
Por lo antes expuesto, en lugar de ampliarse la oferta para aquellos turistas que buscan vidrieras para mirar mientras recorren las calles, se ha reducido la apertura de nuevos locales.
El alquiler de un local ubicado en las calles céntricas, Mitre o Pellegrini, entre Oliveira Cézar y 3 de Febrero, no cuesta menos de $ 700, cuando tan solo unos meses atrás no superaba los $ 500. La mayoría de los comerciantes se encuentran con el problema al querer renovar el contrato: “Los precios de los alquileres son imposibles de pagar y nadie se pone en el lugar del comerciante”, comenta angustiada la propietaria de un comercio de ropa. Un local de buenas dimensiones, que permita poder exhibir la mercadería con mayor comodidad, supera ampliamente los $1000. Frente a esta realidad, y teniendo en cuenta que además del alquiler los propietarios de los negocios deben hacer frente a los servicios e impuestos, es que muchos bajan los brazos. “El tema es que un negocio necesita que uno invierta también en él porque sino te quedás sin mercadería y a la gente no le interesa venir sino tenés nada nuevo para ofrecerle”, dirá un comerciante preocupado.
Del otro lado
Desde las inmobiliarias confirman estos aumentos pero aclaran que se corresponden con los incrementos producidos en todo el país y que no se trata sólo de una excepción “sampedrina”.
“El tema es que los alquileres se están ajustando ahora, después de meses sin aumento. La mayoría se sorprende al tener que renovar el contrato pero era inevitable que esto sucediera”, explican desde una de las inmobiliarias céntricas. Los alquileres, explica el mismo martillero, oscilan entre los $700 y los $2200. “El tema es que si te piden $2 mil y los pagás, listo. Pero el problema pasa porque quizá un comerciante no quiere pagarlo y atrás viene otro que sí lo paga porque no sabe en lo que se mete, y a los dos meses cierra. Pero el primero se quedó sin el local”, dicen.
Otro de los puntos que hace que los comerciantes muchas veces terminen abonando la suma que les exigen para poder seguir alquilando el local es que es muy difícil lograr que un negocio se instale entre los sampedrinos y por eso no es conveniente mudarse todos los días. Es por ello que la mayoría termina aceptando aumentos que van desde el 60 al 100%.
Un local ubicado en Mitre, entre Obligado y Las Heras, fue alquilado en estos últimos días en $2.200; el mismo precio que pagaron quienes decidieron instalar dos meses atrás un negocio también en Mitre, pero entre Obligado y Ruiz Moreno. Hoy en día están bastante arrepentidos porque dicen, “las cuentas no cierran”.
Por un negocio que está desocupado desde hace varios meses en lo que se conoce como el corazón de San Pedro, piden $2.500. “Es una locura, pero va a aparecer alguien que los pague, seguro”, cuenta una persona que se interesó por el local pero no pudo afrontar semejante gasto.
Otro de los puntos a tener en cuenta es que los propietarios de los comercios prefieren no firmar contratos por demasiado tiempo, sino más bien realizar “extensiones” por un año. De esta manera, podrán ajustar los precios en un lapso más corto de tiempo. La sensación de los comerciantes, es de incertidumbre y preocupación.
Pocas alternativas
Una alternativa para algunos comerciantes que se negaron a cerrar su negocio, fue mudar sus comercios a una zona no tan céntrica donde los alquileres están en los valores que se pagaban hasta hace poco tiempo en pleno centro. Otros, con posibilidades edilicias, adaptan su casa y construyen un local en el frente.
Pero no siempre es la solución más aceptada. “En San Pedro si te alejás cuatro cuadras del centro, las ventas caen muchísimo. En definitiva es lo mismo, porque al caer las ventas, la recaudación tampoco alcanza para cubrir el costo de estos alquileres, aunque sean más bajos”, explica el responsable de un negocio céntrico.
“Hablamos todo el día de lo mismo entre nosotros”, cuenta un grupo de comerciantes que se encuentran siempre en la misma vereda para conversar.