Alimentaria no reabrió y perdió la propiedad
La planta que fue cedida a una cooperativa de trabajadores todavía no puede ponerse en marcha porque restan trámites legales interminables. De los mismos dependen además, la posibilidad de recibir otro subsidio del Ministerio de Trabajo de la Nación en materiales para terminar de acondicionar motores y máquinas. Los trabajadores dicen que tienen muchos escollos y poco apoyo político. Al no iniciar sus actividades dentro del plazo previsto, deben volver a gestionar la propiedad sobre las instalaciones.
“Si me tengo que sentar en la puerta de la casa del Gobernador para ver si él me da la oportunidad de trabajar, me sentaré, pero llegar a esos extremos me parece injusto”, dijo a La Opinión Raúl Canabal, el líder y representante de los trabajadores que hace tres años cometieron la locura de parar el remate de la fábrica Alimentaria San Pedro y le solicitaron a la justicia que se las ceda para reactivarla. Esos pasos se cumplieron pero como toda gestión en la Argentina, la burocracia pudo más y al día de hoy la posibilidad de que la planta de dulces y envasados vuelva a funcionar, sigue siendo un sueño a cumplir.
El escollo actual es que se produjo el vencimiento de la expropiación de la fábrica lograda por los trabajadores. La ley establece un período de tres años que ya se cumplieron y por eso ahora, la cooperativa de trabajadores deberá renovar el trámite, gestión que ya iniciaron pero con la consabida demora de la justicia es improbable saber cuándo podrán obtener una segunda aprobación.
A ello, hay que sumarle las serias sospechas que se abren sobre quienes en su momento integraban e integran el “Movimiento de Fábricas Recuperadas” que ha sido motivo de varios cuestionamientos y pedidos de informes en los últimos tiempos a raíz de las serias irregularidades que se constataron por los servicios prestados por conocidos abogados que hicieron de este legítimo reclamo su propio negocio.
Canabal confirmó que la renovación es fundamental, porque de ella depende que el Ministerio de Trabajo de la Nación les otorgue un subsidio para adquirir los últimos materiales que necesitan para terminar de instalar las maquinarias. La modalidad en este caso sería con la compra directa desde el ministerio de los materiales, por un valor no mayor a $ 20.000.
Canabal viajaba nuevamente a Capital Federal y quizá La Plata para continuar reclamando, y contactarse con otra organización que ofreció su ayuda, la Federación Agraria. Pero la perspectiva no es alentadora por ahora, y el tiempo sigue siendo el peor enemigo.
Con relación a la Federación Agraria, Canabal está trabajando desde hace tiempo con el sampedrino Silvio Corti que tiene un puesto allí y que ha anunciado que será candidato a Intendente por el Encuentro por la Democracia y la Equidad.
Custodia permanente
El grupo de trabajadores ex Alimentaria, aún se turna para cuidar las instalaciones de la planta y proteger lo que al menos lograron hasta ahora con el subsidio de $ 100.000 que recibieron hace más de un año desde el Ministerio de Producción provincial, porque les permitió colocar los techos nuevos y refaccionar en gran parte el edificio.
“El grupo sigue intacto, la mayoría no tenemos trabajo efectivo y todavía vivimos de changas”, dice Canabal resignado. Aunque reconocen que el proyecto no decae y que le “seguimos poniendo pilas” a pesar de las dificultades, la sensación es desalentadora.
Es real que con menos logros, otras organizaciones quizá más políticas obtienen mayor apoyo y esto no pasa desapercibido para la gente que integra esta cooperativa con el único objetivo de recuperar una fuente de trabajo.
“Parece que a la dirigencia política no le interesa, todos dicen desde el discurso que apuestan al trabajo pero nadie nos ayuda a pesar de que estamos hablando de recuperar una fábrica”, dicen con razón.
Y agregan que cuentan con uno de los puntos fundamentales para la reactivación, que son los clientes. “Nos contactó gente que nos quiere comprar dulces. Tenemos lo más importante, compromisos de compra firmados”, agregó Canabal.
Se mantiene también, el contacto con Venezuela adonde el propio Canabal viajó invitado por el grupo de empresas recuperadas que tiene vínculos estrechos con ese país. Pero todo sigue aguardando un paso anterior que está más cerca de la burocracia, y más lejos de la realidad.