Alarmante ola de violencia callejera
El Sábado la policía volvió a participar de un violento episodio en uno de los barrios más conflictivos. El Domingo atacaron una ambulancia.
A pesar de algunas decisiones tomadas y los recaudos que se pusieron a disposición para evitar vivir hechos de suma violencia como los acontecidos semanas atrás, un grupo de policías debió intervenir en un grave acontecimiento que se produjo en el barrio 2 de Abril, durante la mañana del Sábado.
Lo más preocupante de lo sucedido es el alto grado de violencia que se vive en los barrios más conflictivos de la ciudad y la agresividad con que se dirigen hacia los uniformados. “Ya le han perdido el respeto a la policía”, dijo un vecino que observaba lo que sucedía.
El hecho sucedió en plena mañana ante la mirada atónita de cientos de vecinos que comenzaron a salir a las veredas luego de escuchar gritos y sirenas.
Para los efectivos que concurrieron al lugar fue una verdadera sorpresa encontrarse con una de las víctimas allí. Concurrieron a una vivienda de Sargento Selada y Quiroga en el barrio 2 de Abril, ante la denuncia de Sebastián Bastino, a quien le robaron su moto Honda 125 en horas de la mañana.
Resulta que un hombre identificado como José L. Gutiérrez, había concurrido al domicilio donde habita una familia de la cual varios de sus integrantes cuentan con antecedentes, para negociar la devolución de la moto que a él también le habían robado, allí se produjo la primera intervención policial logrando aprehender a un joven menor de edad que se resistió en todo momento. Esta actuación provocó la reacción de varios familiares y otros jóvenes que comenzaron a arribar desde otros sectores cercanos al barrio. Así se generó uno de los momentos de mayor tensión ya que en ese mismo instante la policía también aprehendió a otro sujeto que se hallaba en el lugar. Los vecinos, que en número superaban ampliamente a la policía, salieron en defensa del joven. Hubo forcejeos, gritos, insultos, golpes, disparos y una notable resistencia hacia la actuación policial; con la única finalidad de evitar que se detenga a quien habían retirado de la casa. Mientras tanto, en medio de semejante tumulto, los vecinos lograron liberar al otro sujeto que se hallaba arriba del patrullero. Con el correr de los minutos fueron arribando más patrullas al lugar, esto le fue devolviendo mayor protagonismo a los policías, ya que por momentos la valiente intervención no alcanzó.
Finalmente la causa fue caratulada como resistencia a la autoridad y extorsión, y no hubo ningún detenido, aunque ambos jóvenes fueron identificados y se aguardan instrucciones por parte del fiscal de turno. Se logró recuperar la moto de Bastino y se confirmó que un policía fue herido en una de sus piernas al recibir un cascotazo en medio de los forcejeos.
No se salva nadie
En la tarde del Domingo, en inmediaciones de Aulí y Sargento Selada, una ambulancia perteneciente al servicio 107 también fue víctima de un grupo de vándalos. Los profesionales se acercaron al lugar tras un llamado telefónico que alertaba sobre una persona herida en una reyerta callejera, pero como respuesta recibieron toda clase de agravios, puntapiés sobre una de las puertas y hasta la presencia de una persona armada.
Al parecer, un reconocido grupo de jóvenes que habitan allí habrían causado disturbios durante gran parte de la tarde y terminaron corriendo con un hacha a una persona y golpeando a otra que había sido trasladada por un particular a la guardia del hospital.