Al menos cuatro casos de abuso infantil esperan cámara Gesell
Las denuncias de Santa Lucía dependen de esos resultados para que la Justicia defina su continuidad o archivo. En Río Tala, una chica de 14 años dijo que la violaron y luego confesó que la relación fue consentida, aunque persiste el delito. Un hombre vinculado al fútbol infantil fue denunciado por abusar de un nene de 13. Además, hubo allanamientos por ciberacoso. El caso del “pornochofer” también espera.
Las denuncias por prácticas sexuales que involucran a menores de edad no cesan. A los casos intrafamiliares, que ocupan la mayoría de los expedientes, se suman otros en los que los acusados tienen vínculos directos con las víctimas en instituciones sociales o públicas.
Las fiscalías de Marcelo Manso y Viviana Ramos trabajan en los expedientes. En la última semana hubo varios hechos denunciados, que engrosan la lista de causas vinculadas con el abuso sexual infantil.
En cada caso, hay que esperar la fecha para la declaración bajo el sistema de cámara Gesell, que implica una pericia psicológica previa en la que queda establecida la capacidad de la víctima menor de edad para afrontar ese proceso.
Como el personal disponible para estas prácticas en el Departamento Judicial de San Nicolás es escaso, las demoras atentan contra la administración de justicia, en la medida en que las sospechas que se ciernen sobre los acusados no se disipan, las víctimas no encuentran reparación y las familias ven cómo los que se aprovecharon de sus hijos y les cambiaron la vida para siempre siguen en sus casas, como si nada hubiera ocurrido.
En la última semana hubo un caso relevante que tiene como acusado a una persona vinculada a una actividad deportiva de la que participan chicos y una denuncia en Río Tala que resultó ser una relación consentida entre una nena de 14 años y un adulto, lo que también es delito.
En ambos casos, la investigación se profundizará con las declaraciones en cámara Gesell. Lo mismo sucederá cuando pongan las fechas para que declare la víctima del “pornochofer” y aquellos que están en condiciones de hacerlo en el marco del resonante caso que tiene como acusado a un profesor de música del jardín privado de Santa Lucía.
El “ayudante”de campo
El viernes, la Fiscala Ramos encabezó un allanamiento en una vivienda de Saavedra al 1300, donde reside un hombre de 44 años que se desempeñaba como ayudante de campo de diversas divisiones del fútbol de inferiores del club Independencia, tarea de la que fue apartado tras el procedimiento judicial.
A su casa la Justicia llegó tras una denuncia por abuso sexual cometido contra un chico de 13 años que jugaba al fútbol en el club donde el allanado tenía responsabilidades.
Secuestraron computadoras, pendrive, celulares y ropa. Fiscalía considera que las pruebas “son comprometedoras” e investiga si hubo otros niños que sufrieron el mismo tipo de ataque.
Las madres de los chicos con los que tenían contacto se alarmaron ante la noticia, ya que el entrenador solía invitarlos a comer e incluso a dormir en su casa.
“A algunos les daba vino y los tapaba”, contó una madre, quien aseguró que su hijo le relató episodios en los que sus compañeros de fútbol no tenían permiso para ir a cumpleaños de 15 pero sí para ir a lo del entrenador, en quien sus familias confiaban y él les permitía que fueran a la fiesta y regresaran a pernoctar en su vivienda.
La Justicia no tomó medidas restrictivas de la libertad del acusado, a la espera de que la víctima declare en cámara Gesell y a que lleguen los resultados de las pericias practicadas sobre los elementos secuestrados.
Tres versiones para un mismo hecho
El Fiscal Marcelo Manso trabajó desde el sábado a la medianoche hasta la tarde del lunes activamente en un caso que comenzó como una denuncia por violación y privación ilegítima de la libertad y terminó como la relación sexual consentida entre una menor de edad y un adulto, algo que de todas maneras está tipificado como “abuso” en el Código Penal.
Sucedió en Río Tala, donde una chica de 14 años denunció ante la policía que cuando salía de la casa de su tía fue abordada por dos hombres en moto, encapuchados, que la secuestraron, la llevaron a un descampado alejado y oscuro, donde ambos la violaron.
El Fiscal ordenó una serie de medidas de urgencia, que incluyó rastrillajes nocturnos con varios móviles policiales hasta pasadas las 5.00 de la mañana, en procura de reunir elementos.
El domingo por la mañana, la chica cambió la versión: dijo que el abuso no sucedió en un descampado sino en una vivienda y ya no habló de encapuchados sino de dos hombres a los que identificó, así como ofreció la dirección de la casa donde habría ocurrido el hecho.
La policía, bomberos y el personal de Fiscalía trabajaron todo el domingo en el caso. Hubo ocho allanamientos, en los que secuestraron diversos elementos de interés para la causa.
El lunes, cuando el Fiscal Manso ya había solicitado la fecha para las pericias psicológicas previas a la cámara Gesell, la joven volvió a cambiar la versión y dijo esta vez que tuvo relaciones sexuales consentidas con uno de los dos hombres a los que había señalado.
De cualquier manera, como ella tiene 14 años y su compañero sexual es un adulto, hay un delito contra la integridad sexual, que el Código Penal tipifica y para el que la expectativa de pena es de entre tres y seis años de prisión.
La Justicia argentina establece como delito la relación sexual de una persona menor de 16 años con un adulto, al considerar que se “aprovecha” de “su inmadurez sexual”.
Ciberacosador pedía fotos hot a una nena
Un joven de 25 años fue blanco de un allanamiento en su casa de Miguel Porta al 1100 y en un domicilio donde residía en la vecina ciudad de Baradero, en el marco de una causa que instruye el Fiscal Ariel Tempo, de la fiscalía tematizada en ciberdelitos.
El muchacho está acusado de haber entablado conversación con una chica de 13 años a la que extorsionó a través de las redes sociales para que le enviara fotografías de su cuerpo desnudo.
Durante el allanamiento secuestraron computadoras y dispositivos de almacenaje que serán sometidos a pericias.
Riesgo de archivo para el caso de Santa Lucía
La Justicia debe reprogramar las declaraciones en cámara Gesell de los alumnos del jardín Margarita O’Farrel de Maguire cuyos padres denunciaron por abuso sexual y corrupción de menores al profesor de música de esa institución.
Los informes médicos y psicológicos previos a la declaración establecieron que de los siete chiquitos hay tres que no presentan lesiones y que no están en condiciones de declarar porque tienen “el discurso contaminado”.
Los otros cuatro se resistieron al examen físico y una sola habló de “el profesor Rubén”, aunque el acusado tiene otro nombre de pila. Tampoco va a declarar, ya que su relato parece estar influenciado por terceros.
En el expediente obra una primera denuncia cuyo protagonista presentaba lesiones en la zona íntima, pero que ya pasó por dos instancias de cámara Gesell sin hacer aportes significativos para la causa.
Todas las maestras del instituto sostuvieron que los nenes nunca están solos con el profesor de música ni con el de gimnasia. Si no hay datos que permitan avanzar con pruebas fehacientes, la causa corre riesgo de ser archivada.